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Etiqueta: Universidad de América

El fenómeno del Carry Trade se toma las monedas latinoamericanas, incluido el peso colombiano

A finales del año pasado, la postura de la Reserva Federal de los Estados Unidos fue de relajación frente a su tasa de interés de referencia; dicha postura (Dovish) marcó una serie de recortes, empezando en septiembre de 2024, cuando redujo su tasa en 50 puntos básicos. Posteriormente, en noviembre volvió a reducir su rango de tasas en 25 puntos básicos y, en diciembre, generó de nuevo un recorte con el mismo valor, un cuarto de punto, situando el rango de la tasa en 4,25 % – 4,50 %. Cabe resaltar, por supuesto, que estos recortes se debieron a la pérdida de fuerza de la inflación, que marcó un descenso importante al final de 2024.

Estas tasas bajas en Estados Unidos están siendo el detonante del fenómeno Carry Trade en las monedas emergentes de la región. Pero, ¿qué es el Carry Trade? Este fenómeno se atribuye a una depreciación acelerada del dólar con respecto a sus pares en economías emergentes, las cuales presentan tasas de interés más atractivas.

 

Nota recomendada: Gobiernos y empresas miembros de la OCDE pidieron prestados 25 billones de dólares

Aunque Colombia el año pasado también flexibilizó su política monetaria con una reducción de su tasa de interés en busca de una mejor dinámica de la economía, la tasa de interés de referencia en el país sigue siendo más alta que la de Estados Unidos. Recordemos que la tasa de interés de política monetaria se encuentra en 9,50 % después de un último recorte de 25 puntos básicos por parte del Banco de la República en diciembre de 2024. En enero y febrero de 2025, la tasa se ha mantenido inalterada.

Actualmente, Colombia es el tercer país de la región con la moneda más apreciada, con más de un 6 % de revalorización de su tipo de cambio frente a sus pares chileno y brasileño, que tienen una apreciación de 8,27 % y casi 7 %, respectivamente, en los últimos tres meses. Y es que el fenómeno de apreciación acelerado del peso colombiano frente al dólar estadounidense ha sido muy marcado. Para el 31 de octubre de 2024, el dólar se cotizaba en 4.432 pesos, mientras que para el 19 de febrero de 2025 cayó por debajo del piso de los 4.100 pesos, marcando un dato de 4.077 pesos. Al día de hoy, 11 de marzo, la divisa se cotiza en 4.132 pesos. Esta volatilidad es explicada por el Carry Trade.

En cualquier otro escenario podríamos decir que esta apreciación de la moneda colombiana se da por un menor riesgo país. Sin embargo, no es así, dado que la tasa de riesgo país para febrero de 2025 nos ubicaba por encima de países como Perú, Chile, Brasil y México, con una perspectiva al alza. Aún más, la calificadora de riesgo Fitch Ratings, en días pasados, cambió la perspectiva de inversión en la calificación, pasando de estable a negativa. Esto se debe a los desafíos y desequilibrios fiscales que el gobierno colombiano mantiene actualmente.

Pero entonces, ¿cómo se atribuye este fenómeno de Carry Trade en estos momentos para que tengamos estas altas volatilidades en el tipo de cambio? Lo principal es que los inversionistas toman posiciones en activos o monedas latinoamericanas como la colombiana, apalancándose con recursos provenientes de deuda con bajas tasas de interés en Estados Unidos. Por ejemplo, un inversionista se endeuda en Estados Unidos con una tasa de 4,5 % y la invierte en algún activo financiero en Colombia que rente mínimo el 9,5 %. Este spread de 5 % de tasa se percibe como retorno para el inversionista. Este aumento de la oferta de dólares en el país marca el comportamiento a la baja del tipo de cambio dólar-peso colombiano (USD/COP).

Sin embargo, ahí no para el fenómeno, pues los inversionistas toman posiciones cortas (shorting), es decir, mientras caen los precios de la moneda, estas se toman prestadas, se revenden y luego se recompran a precios más bajos para, al final, devolver la moneda que inicialmente fue prestada en el mercado.

Lo anterior significa que esta apreciación del peso colombiano que hemos visto en los últimos meses no responde a un gobierno que promueva la estabilidad o la certidumbre económica y fiscal, sino a un mero movimiento de inversionistas que buscan ganar diferenciales de tasas. Por lo tanto, veremos nuevamente el tipo de cambio por encima de los 4.400 pesos a mediados de año, sobre todo cuando observamos cómo la inflación y el riesgo pueden dispararse en el mundo ante las constantes amenazas de guerras arancelarias.

Por: Germán Eduardo Rodríguez Díaz, Docente del programa de Economía de la Universidad de América

Liderazgo transformacional: el desafío de construir país

Entregar un trabajo de grado es un hito en cualquier camino académico, pero cuando su contenido resuena con la realidad de un país, deja de ser solo un requisito para convertirse en una necesidad urgente de reflexión. Al analizar el liderazgo transformacional en la educación superior, surge una pregunta ineludible: ¿por qué Colombia, una nación de talentos y recursos inmensos, carece hoy de un liderazgo que nos convoque a la unidad y nos impulse hacia un futuro compartido?

El liderazgo transformacional, que en mi estudio se reconoce como motor del cambio institucional, va más allá de la administración eficiente: inspira, moviliza y construye. Se basa en la confianza, en una visión compartida y en la capacidad de encarnar los valores que predica. No es solo un ejercicio de mando, sino un compromiso con la transformación colectiva. En la Universidad de América, hemos sido testigos de cómo este modelo puede fortalecer estructuras, empoderar a las personas y garantizar una sana gobernanza que responde con transparencia y sentido humano. Sin embargo, en el ámbito nacional, seguimos atrapados en liderazgos transaccionales, aquellos que gestionan la crisis pero no la previenen, que negocian favores pero no propósitos, que administran la coyuntura sin transformar el horizonte.

 

Colombia atraviesa una fragmentación preocupante. La polarización ha convertido el debate en trincheras y la diferencia en barrera. ¿Dónde están los líderes que inspiran con ideas en lugar de dividir con discursos? ¿Dónde aquellos que reconocen el valor de la diversidad sin temerla? El liderazgo transformacional no teme al disenso; lo abraza como una oportunidad para construir consensos sólidos y sostenibles. Requiere no solo intelecto y estrategia, sino una vocación de servicio que trascienda la individualidad.

Hoy, más que nunca, necesitamos líderes que comprendan que el verdadero poder no reside en la imposición sino en la influencia ética, en la capacidad de unir fuerzas y orientar a una nación hacia objetivos comunes. Colombia no se transformará con decisiones aisladas ni con soluciones efímeras. Se requiere un liderazgo capaz de inspirar, de reencauzar la conversación nacional hacia el diálogo constructivo, de asumir la responsabilidad de guiar con visión y propósito.

La educación ha demostrado ser un terreno fértil para este tipo de liderazgo. En las universidades, formamos profesionales con la esperanza de que, al salir al mundo, no solo acumulen conocimientos, sino que también lideren con valores. Pero si el país no les ofrece referentes de liderazgo transformacional en la política, en el sector empresarial o en la sociedad civil, ¿qué ejemplo estamos transmitiendo?

Desde la academia asumimos la responsabilidad de promover este modelo de liderazgo que transforma, no solo en las aulas, sino en el debate público. Porque la educación debe ser un puente entre la reflexión que se da en las aulas y la acción concreta, entre la teoría del liderazgo y su aplicación en la realidad.

Colombia no puede seguir esperando a que emerjan los líderes que necesitamos. Debemos formarlos, impulsarlos y, sobre todo, exigirlos. Porque solo con un liderazgo que una, inspire y transforme, lograremos un país a la altura de su potencial.

Christhian David Barboza

Director de Comunicaciones de la Universidad de América.

Las Fintech: una oportunidad para la educación privada en Colombia

Las empresas que ofrecen servicios financieros o de intermediación mediante tecnología son conocidas como fintech. Estas organizaciones disruptivas optimizan sus procesos y operaciones gracias a la adopción de tecnología y lenguajes de programación, reduciendo significativamente sus costos. Como resultado, los servicios financieros se vuelven más accesibles, incluso mediante modelos completamente digitales, sin necesidad de oficinas físicas.

Esta innovación ha generado un nuevo ecosistema de servicios financieros que impulsa aspectos clave en el desarrollo social y económico, como la bancarización, la inclusión y la profundización financiera. Estas herramientas son esenciales para cubrir necesidades de liquidez, como ocurre con el financiamiento educativo.

 

La crisis del ICETEX y sus implicaciones

Recientemente, una noticia sobre el Instituto Colombiano de Crédito Educativo y Estudios Técnicos en el Exterior (Icetex) prendió las alarmas y generó gran incertidumbre en el sector educativo. Según datos de la Contraloría General de la Nación, 332.000 cupos están en riesgo para el próximo año debido a un recorte presupuestal de 341.000 millones de pesos, pasando de 1,2 billones a 859.000 millones de pesos.

De estos cupos, 180.000 corresponden a estudiantes con créditos activos que podrían no ser renovados, lo que podría desencadenar una deserción masiva en las universidades privadas, las principales receptoras de estos recursos. Este escenario representa una crisis no solo para los estudiantes, sino también para el sistema educativo en general.

Las fintech como alternativa de financiamiento

Ante este panorama, las fintech emergen como una solución viable y accesible para financiar la educación superior. Gracias a su modelo de negocio innovador, ofrecen créditos competitivos con tasas y plazos atractivos para los estudiantes.

La Universidad de América, comprometida con el acceso a la educación, ha establecido convenios con varias fintech que ofrecen financiamiento para matrículas estudiantiles. Por ejemplo, Credyty, una entidad 100% digital, financia hasta el 100% de la matrícula con tasas desde el 1% MV y sin costos de agencia. En comparación, las tasas del ICETEX comienzan en 1,31% MV, lo que hace que las opciones fintech sean más competitivas.

Además, estos servicios eliminan costos de transacción asociados al crédito tradicional, como desplazamientos, papelería y tiempo. Todo el proceso, desde la solicitud hasta la aprobación, se realiza en línea.

La Universidad de América también tiene convenios con otras fintech como Finky y Flevo, ampliando las opciones para sus estudiantes de pregrado y posgrado.

Un llamado a la calma

La crisis presupuestal del Icetex no debe frenar el desarrollo educativo, económico y social del país. Las fintech representan una oportunidad invaluable para diversificar las fuentes de financiamiento educativo, permitiendo que los estudiantes sigan accediendo a una formación de calidad.

En este sentido, las universidades privadas, como la Universidad de América, desempeñan un papel fundamental al conectar a los estudiantes con estas nuevas alternativas de financiamiento. La educación superior debe seguir siendo un motor de progreso para Colombia, independientemente de los desafíos económicos actuales.

Por: Germán Eduardo Rodríguez Díaz,

Docente Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas de la Universidad de América

Las universidades lideran el camino hacia la eliminación de plásticos de un solo uso

En las últimas décadas, la contaminación por plásticos de un solo uso se ha convertido en una de las principales amenazas para el medio ambiente. Según datos de la ONU, cada año se producen más de 300 millones de toneladas de plástico, de las cuales una gran parte se utiliza solo una vez antes de ser desechada, terminando en océanos y rellenos sanitarios. Este desafío global ha impulsado a diversas instituciones de educación superior a tomar medidas innovadoras para reducir su dependencia de estos materiales desechables.

La Universidad de América, reconocida por su compromiso con la sostenibilidad, ha implementado desde 2022 un ambicioso proyecto de compostaje dentro de su sede principal, el EcoCampus de los Cerros. Esta iniciativa ha permitido procesar más de 2.000 kg de residuos orgánicos, transformando estos desechos en abono, y eliminando la necesidad de bolsas plásticas y otros productos desechables utilizados tradicionalmente para el manejo de residuos. Este enfoque promueve no solo la reducción de plásticos de un solo uso, sino también el fortalecimiento de la economía circular dentro del campus, generando beneficios tanto para la comunidad universitaria como para el ecosistema local.

 

“La eliminación de plásticos de un solo uso es una prioridad institucional. Creemos que las universidades tienen la responsabilidad de liderar con el ejemplo y generar soluciones que no solo beneficien a nuestras comunidades, sino que también contribuyan a la preservación del medio ambiente”.

El compromiso de la Universidad de América es solo un ejemplo del creciente número de instituciones educativas que adoptan medidas para la eliminación de plásticos de un solo uso. Estas acciones no solo evitan que toneladas de residuos terminen en rellenos sanitarios, sino que también contribuyen al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas, en especial aquellos relacionados con el consumo responsable y la acción climática.

Además de la gestión de residuos, muchas universidades han comenzado a integrar prácticas sostenibles en sus currículos académicos, asegurando que las nuevas generaciones de profesionales estén conscientes del impacto ambiental de sus decisiones. El papel de la educación en esta transición es fundamental para formar una nueva cultura de responsabilidad ambiental.

Las instituciones que lideran la eliminación de plásticos de un solo uso están viendo resultados claros. Al reducir la dependencia de estos materiales, se disminuye la huella ecológica de las universidades, se fomenta la conciencia ambiental entre estudiantes y colaboradores, y se establecen ejemplos prácticos de cómo es posible implementar soluciones efectivas y sostenibles.

La eliminación del plástico de un solo uso es un reto alcanzable, siempre que exista el compromiso institucional, el desarrollo de infraestructuras adecuadas y la participación activa de la comunidad. Las universidades, como centros de innovación y cambio, están demostrando que es posible desarrollar e implementar soluciones sostenibles que sirvan de ejemplo para otros sectores de la sociedad.

El desafío de erradicar los plásticos de un solo uso no es solo una meta, es una responsabilidad compartida por todos los sectores de la sociedad. La Universidad de América está demostrando con hechos que las instituciones educativas tienen el poder de liderar este cambio, inspirando a futuras generaciones y mostrando que la sostenibilidad no es una opción, sino una necesidad urgente. Cada acción cuenta, y al integrar soluciones innovadoras y sostenibles, las universidades no solo están moldeando el presente, sino que están garantizando un futuro más limpio y justo para todos.

Mario Posada García-Peña

Reeligen a Mario Posada García-Peña como rector de la Universidad de América

Mario Posada García-Peña ha sido reelecto como presidente institucional y rector de la Universidad de América, reafirmando su liderazgo y compromiso con la Casa de Estudios. En su discurso, Posada destacó algunos de los logros obtenidos durante sus primeros cinco años en el cargo y los desafíos futuros que enfrenta la Universidad.


Posada García-Peña asumió la rectoría en 2019, tras el fallecimiento del rector Jaime Posada. Durante su mandato, ha liderado una transformación significativa en la Universidad, modernizando su infraestructura y procesos. «Hoy, cinco años después, puedo dar fe de que la actual Universidad de América se ha transformado en una institución moderna, a la vanguardia en su infraestructura y procesos, todo a partir de un maravilloso legado que inició en 1952», afirmó.

 


Uno de los logros recientes más importantes de su gestión es la radicación del Informe de Condiciones Iniciales de Acreditación Institucional el pasado 31 de mayo de 2024, lo que permite a la Universidad avanzar hacia la obtención de la Acreditación Institucional. Este logro se suma a la obtención de la Acreditación en Alta Calidad de los programas de Ingeniería Mecánica, Ingeniería Química e Ingeniería Industrial.


Además, bajo su liderazgo, la universidad fue anfitriona y coorganizadora del I Encuentro de Rectores de la Red Andina de Universidades Acreditadas del Parlamento Andino, fortaleciendo la cooperación regional e internacional. «Este evento no solo fortalece y proyecta nuestros lazos de cooperación con la región y el mundo, sino que también honra a los países andinos como un referente de integración y transformación», señaló Posada.


Otro hito significativo fue la suscripción del acuerdo de hermanamiento con la Universidad Politécnica Santa Rosa Jáuregui de México para la implementación del modelo BIIS (Bilingüe, Internacional, Innovador y Sustentable). Esta alianza estratégica busca fortalecer y dinamizar el modelo educativo de La América mediante la transferencia de conocimiento y buenas prácticas en áreas clave con la academia, la internacionalización, el currículo y la investigación.


La consolidación del Sistema Interno de Aseguramiento de la Calidad con la triple Certificación ISO 9001, 14001, 45001 es otro de los grandes logros de su gestión. Estas certificaciones avalan la calidad de los procesos institucionales, la seguridad y salud en el trabajo, y la gestión ambiental, reflejando el compromiso de la universidad con la excelencia y la sostenibilidad.

Como parte de su liderazgo, en términos de captación de nuevos estudiantes, la Universidad de América ha innovado con el desarrollo de eventos como el Rally Académico y otras iniciativas que buscan atraer a más estudiantes y ofrecerles una educación de calidad con costos asequibles.


Finalmente, la renovación del Registro Calificado de la Maestría en Gerencia del Talento Humano en modalidad de Registro Único por parte del Ministerio de Educación Nacional el 14 de junio, eleva a 31 el número de programas de posgrado disponibles en la universidad.


Mario Posada García-Peña concluyó su discurso agradeciendo al Cuerpo de Regentes, máximo órgano de gobierno de la Universidad, por su apoyo y compromiso, reafirmando su dedicación a la institución en un momento retador para el sector educativo en el país y alrededor del mundo. «Seguiremos trabajando con amor, dedicación y compromiso por esta familia; una maravillosa institución que merece muchas más décadas de legado, transformación e innovación», expresó.


Con esta decisión, la Universidad de América reafirma su trayectoria de reconocimiento con la formación de líderes globales con excelencia académica, generadores de conocimiento, con responsabilidad social y comprometidos con el desarrollo sostenible.

«En la Universidad de América queremos promover las lenguas indígenas del país y cultivarlas»: Mario Posada García-Peña

Mario Posada García – Peña, rector de la Universidad de América, explica en qué consiste la iniciativa extendida a la mayoría de países de América, para conocer las lenguas nativas indígenas.

Vemos a la Universidad de América bastante interesada en el intercambio de lenguas nativas, ¿de dónde surge esta iniciativa?

 

Mario Posada García-Peña: La Universidad de América se encuentra muy ligada a la historia del país y con un principio muy nacional muy importante, hablo del afianzamiento de la nacionalidad colombiana. Fíjese una cosa, es a raíz de esto como nacieron las casas del patrimonio que tenemos en la localidad de La Candelaria en el centro de Bogotá.

Nosotros ayudamos en la creación de la Unidad de Patrimonio; participamos en la creación de la Casa de las Lenguas y de la Cultura, y a través de esta hemos logrado atraer comunidades indígenas quienes han desarrollado encuentros orales para la trasmisión de sus lenguas nativas. Es así como hemos identificado 83 lenguas nativas.

¿Qué tan fácil ha sido convencer a estas comunidades indígenas para que se presten a este intercambio cultural?

Mario Posada García-Peña: No ha sido fácil pero el atractivo de la Universidad de América para ese diálogo con las comunidades indígenas ha sido su museo de trajes. La Universidad de América tiene un museo de trajes fundado en 1975 que está ubicado en la Casa de los Derechos en el centro de Bogotá y a través del Museo de Trajes, en donde se puede observar los trajes afros, europeos, pero también el de los indígenas, hemos logrado vincularlos para que compartan sus experiencias, sus saberes y lenguas.

¿Cuantos países en américa están dispuestos a participar de este intercambio?

Mario Posada García – Peña: Bueno en realidad no tenemos un numero identificado, pero a partir de ejercicios como el Primer Encuentro de Universidades Acreditadas del Parlamento Andino en Colombia, estamos tratando de invitar a las 80 universidades que pertenecen a esta red para que se vinculen a este proceso, y así poder compartir una Cátedra de Derechos Humanos que conformamos de manera virtual con el Centro Para la Promoción de los Derechos Humanos de la Unesco. También tenemos el proyecto de las Casas de Lenguas y la Oralitura para promover lenguas indígenas del país y cultivarlas.

¿Han pensado en la posibilidad de incluir a los indígenas del Amazonas que están en las profundidades de la selva?

Mario Posada García – Peña: No es fácil, pero es una de nuestras metas y esperamos cumplirlas y vamos a trabajar duro para que así sea.

¿En cuánto tiempo está estipulado este plan?

Mario Posada García – Peña: Este plan está estipulado para los próximos 5 años. Es un buen proyecto que estamos lanzando y que esperamos desarrollar con éxito.

¿Qué tanto le puede aportar al desarrollo sostenible?

Mario Posada García – Peña: En la Universidad de América estamos comprometidos con el desarrollo sostenible desde la misma visión institucional en la que nos definimos como formadores de líderes globales de excelencia académica y generadores de conocimiento con responsabilidad social y comprometidos con el desarrollo sostenible. Es por eso que estamos adelantando procesos de certificación, otorgado por una de las instituciones de las Naciones Unidas, hablo de la UNITAR, que es la organización para la formación de líderes de las Naciones Unidas. Esperamos trasmitir esa formación en los objetivos de desarrollo sostenible con un compromiso palpable y real para que nuestros egresados titulados en la Universidad tengan ese sello diferenciador.

Aumento en la producción de petróleo versus disminución del gas

La Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH), reveló la cifra de producción de petróleo promedio del 2023, la cual cerró en 777.016 barriles por día, una cifra superior a la producción promedio del 2022 que fue de 754.243 barriles de petróleo por día. Esto muestra un incremento considerable en la producción para el 2023, debido al incremento de la producción en varios campos ubicados en los departamentos del Meta y Casanare. Este efecto está relacionado con la puesta en marcha de procesos de recobro mejorado, que han permitido incrementar la producción en estas zonas, trayendo efectos positivos en las regiones en temas relacionados con el empleo local y el desarrollo de las comunidades.

Sin embargo, es importante resaltar que con la producción de gas no pasó lo mismo, pues la producción de éste llegó a 1.059 millones de pies cúbicos, teniendo una caída del 1,4% respecto al 2022, lo que recrudece la necesidad de buscar el aumento de la producción de gas que nos permita tener la autosuficiencia necesaria y reducir las importaciones que para el año pasado fueron de 88,9 millones de pies cúbicos diarios, para suplir el consumo de las termoeléctricas para la generación de energía eléctrica durante el fenómeno del Niño.

 

Por lo anterior, debemos seguir trabajando para poner en marcha la explotación de los yacimientos de gas descubiertos en los últimos años y seguir creciendo y mejorando en la infraestructura para su producción y aprovechamiento. De lo contrario, será cada vez más evidente un impacto a mediano y largo plazo, lo que puede comprometernos debido al impacto que ya se siente por la sequía en nuestras fuentes hídricas producto del fenómeno del niño.

El Gobierno Nacional junto con el Ministerio de Minas y Energía deben buscar las estrategias que permitan aumentar la producción de petróleo y aumentar en la producción de gas para recibir los beneficios de estos recursos, que brinde además  una estabilidad a la economía colombiana y contribuya con la financiación de una matriz energética más robusta con la introducción a gran escala de energías como la geotérmica, el hidrógeno y el resto de energías que se vienen diversificando, pero que aún son muy costosas.

Que las regalías de la industria petrolera y gasífera del país aumenten nos conviene a todos, pues no podemos negar la importancia de los beneficios de la producción de hidrocarburos en el desarrollo de Colombia, no solo porque contribuye a la balanza de pagos y generación de divisas, sino porque permite al Estado contar con recursos para desarrollar sus proyectos sociales.

Msc. Ing. Adriángela Romero Sánchez

Docente del Departamento de Energías de la Universidad de América

La comunicación, los referentes de los jóvenes y los imaginarios

En el crisol académico de la Universidad de Los Andes y la Universidad Javeriana, en Bogotá, una dinámica llevada a cabo de forma reciente por un creador de contenido destapó no solo diferencias y estereotipos entre grupos de estudiantes, sino también dejó entrever la necesidad de una comunicación bidireccional más consciente y centrada en los atributos del ser a partir de la identidad de cada institución.

La interacción entre el creador de contenido y los estudiantes, aunque marcada por provocaciones y preguntas incisivas, amplificó un fenómeno cada vez más profundo: la percepción de unos y otros, y la forma como éstas afectan la dinámica universitaria y la vida en sociedad.

 

En lugar de caer en la trampa de los estereotipos y las generalizaciones, es vital reconocer la importancia procesos de comunicación respetuosa y abierta. Las palabras y respuestas vertidas en el calor del momento reflejan no solo la realidad de muchas instituciones, sino también las percepciones arraigadas en la mente de los estudiantes que se traducen en el mediano plazo en conflictos familiares, empresariales y de una índole que puede abarcar toda la esfera social.

Por otro lado, el diálogo entre las universidades y sus estudiantes debe ir más allá de las rivalidades superficiales. ¿Cómo se comunican las instituciones con sus estudiantes?, ¿cómo fomentan las IES un ambiente de respeto y colaboración?, ¿están verdaderamente abiertas al diálogo y dispuestas a abordar los malentendidos que puedan surgir?

En línea con lo anterior, los estudiantes -futuros profesionales- tienen la responsabilidad de comunicarse entre ellos de manera constructiva. En lugar de caer en la trampa de los prejuicios, podrían aprovechar este momento para iniciar un diálogo que promueva la comprensión mutua y desafíe las percepciones negativas que por tantos años han impedido que Colombia logre superar décadas de violencia y división.

La comunicación, por tanto, se erige como un puente crucial entre las instituciones de educación y sus estudiantes. La transparencia, la empatía y el respeto deben ser los pilares fundamentales de este diálogo continuo. Las instituciones no solo deben ofrecer espacios para la expresión estudiantil, sino también garantizar que sus acciones reflejen los valores de diversidad y respeto.

En este contexto, la responsabilidad compartida implica que tanto las universidades como los estudiantes asuman un papel activo en la construcción de una comunidad más inclusiva y en el fortalecimiento de los lazos que unen a los miembros de cada institución.

El desafío ahora reside en transformar esta controversia en una oportunidad para la reflexión y el cambio. La comunicación efectiva es la clave para disipar malentendidos, derribar estereotipos y construir puentes de entendimiento entre estudiantes que mañana serán quiénes lleven las riendas de compañías y sectores productivos en la ciudad, el país y el mundo.

Al abrazar la responsabilidad compartida de promover un diálogo respetuoso, construimos puentes que fortalecen la unidad en la diversidad, contribuyendo así a un entorno académico más enriquecedor y colaborativo.

Christhian David Barboza

Director de Comunicaciones, Universidad de América

Medios de comunicación, responsabilidad y movilización ciudadana

En la era de la información, los medios de comunicación juegan un papel fundamental en la configuración de la opinión pública y en la movilización ciudadana. Esta influencia se evidencia a través de múltiples teorías del campo de la comunicación y la gestión de la memoria colectiva. Además, eventos recientes, ponen de manifiesto la relación directa entre los medios, la sociedad y los movimientos sociales.

La semana pasada, Bogotá fue escenario de la llegada de centenares de indígenas provenientes del Cauca, la Guajira, el Catatumbo, el Amazonas y otras regiones del país para participar de la jornada de movilizaciones convocada en apoyo al Gobierno Nacional. La organización indígena señaló que sus objetivos eran marchar para reclamar por sus derechos, el cumplimiento de los acuerdos, insistir en mejores condiciones de accesibilidad a derechos básicos en los territorios y rechazar el incremento de los asesinatos de sus líderes por actores armados.

 

Tan cruel es su realidad, que según denuncias del Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz) a lo largo de este año han sido asesinados 110 líderes sociales en 23 departamentos del país incluyendo a Bogotá, siendo 23 los líderes indígenas caídos por cuenta de este flagelo, lo que los convierte en uno de grupos más golpeados por la racha de violencia que azota al país.

Las cifras son alarmantes y hacen parte del recrudecimiento de la violencia que asfixia a Colombia. Las amenazas y los ataques son el pan de cada día mientras que ciudadanos, las autoridades, grupos minoritarios y organizaciones reclaman mayor presencia del Estado y acciones contundentes para recuperar el tejido social en el casco urbano y las zonas más vulnerables. Así, las marchas constituyen el mecanismo elegido por distintos sectores para clamar por atención y escucha.

Las movilizaciones que vivió en Bogotá, se desatacaron por la presencia de más de 14 mil indígenas que marchaban pacíficamente, lanzaban arengas por las calles con banderas pintorescas, pancartas alusivas a las reformas, al derecho al trabajo, la paz y la educación como el arma más poderosa para el desarrollo territorial.

Sin embargo, en medio de las manifestaciones, integrantes de la minga indígena tomaron de forma abrupta las instalaciones de un reconocido medio de comunicación al norte de la ciudad, hecho que desató una oleada de rechazos e indignación por parte de periodistas, políticos y la sociedad en general. La irrupción en las instalaciones sucedió al medio día, generando afectaciones en el mobiliario de la edificación y dejando a muchos trabajadores atemorizados.

Si bien, todos los integrantes de la sociedad tenemos derecho a salir a las calles amparados por nuestra Constitución para alzar la voz por causas con las que nos identifiquemos, o cuando algo no nos parece correcto o es injusto, la violencia y sus actuaciones, venga de donde venga, debe ser rechazada enfáticamente porque en esencia, solo reafirma el historial de sangre y división que marca nuestra historia como nación.

La libertad de prensa y la libertad de expresión son esenciales para vivir en una ciudad democrática. Todos tenemos derecho a expresar nuestras opiniones y creencias sin agredir, sin violentar, y por supuesto que esto incluye a los medios, a las comunidades y grupos que, curiosamente, reclaman por su lugar en medio de la sociedad.

La teoría de las masas, desarrollada por pensadores como Gustave Le Bon y Sigmund Freud, sostiene que las personas, cuando se agrupan en multitudes, pueden ser influenciadas de manera significativa por líderes, discursos y eventos mediáticos. Los medios de comunicación, al llegar a amplios segmentos de la sociedad, tienen el poder de moldear las opiniones y la conducta de las masas.

Tal vez sería bueno empezar a reconocer que Bogotá no es el centro de Colombia y que existen otras regiones que necesitan con urgencia de la presencia del Gobierno Nacional y no su indiferencia, así como entender que la violencia no es opción, no es el camino, no es el medio y mucho menos la estrategia para conseguir una paz que nos cobije a todos por igual.  

Por: Christhian David Barboza, director de Comunicaciones, Universidad de América.

Apropiación del conocimiento ambiental a través de actividades sostenibles

Por: Juan camilo Gómez Caipa

Docente del departamento de Ingeniería Química e Ingeniería Ambiental de la Universidad de América

 

En un mundo donde el cambio climático y la degradación de la calidad ambiental son realidades evidentes, es crucial promover y fomentar una cultura de sostenibilidad en las generaciones actuales y futuras. Desde esta perspectiva, las instituciones de educación en todos los niveles tienen un rol fundamental en este proceso, para lo cual estos métodos creativos y efectivos permiten transmitir estos conocimientos de manera práctica y duradera.

En la búsqueda constante por mitigar los impactos negativos generados por las actividades diarias del ser humano a nuestro entorno, las actividades prácticas ambientalmente sostenibles han surgido como una alternativa para promover la conciencia ecológica y la responsabilidad ambiental. Uno de los campos que se han abordado desde la asignatura de Gestión Ambiental de la Universidad de América, es la construcción de pacas digestoras silva, una tecnología innovadora que tiene un impacto positivo en el procesamiento de residuos orgánicos, reduciendo así la cantidad de residuos que llegan a los diferentes rellenos sanitarios del país.

Las pacas digestoras silva son una tecnología que aprovecha los residuos orgánicos de actividades forestales y agrícolas para generar biogás y fertilizantes naturales. Esta técnica no solo contribuye a la producción de energía limpia y la gestión de residuos, sino que también ofrece un escenario educativo ideal. Los estudiantes aplican directamente los principios de la biología, la química y la ingeniería en un contexto real, debido a que estos pueden entender la relación entre la actividad humana y el ambiente de una manera tangible.

Entre los beneficios que se pueden resaltar por la construcción de pacas digestoras silva se encuentran: el aprendizaje experiencial, esto se da por la construcción y operación de pacas digestoras brindando a los estudiantes una experiencia práctica y tangible que va más allá de la clase catedrática; la interdisciplinariedad, en el caso puntual de las asignatura de Gestión Ambiental, las pacas digestoras involucran varias disciplinas de la institución, lo que permite la integración de conocimientos y el pensamiento interdisciplinario; proyección social, usualmente esta práctica sostenible se implementa a nivel comunitario, lo que permite a los estudiantes comprender cómo las soluciones locales pueden tener un impacto global, sin dejar de lado que esto proyecta un sentido de pertenencia y responsabilidad hacia el entorno, y, por último; desarrollo sostenible, al ser partícipes de la construcción de una paca digestora, los estudiantes no solo aprenden sobre su funcionamiento, sino que también da paso a la reflexión sobre la importancia de su actuar en la promoción de un futuro más sostenible, lo que da lugar a inspirar acciones individuales y colectivas hacia la protección del ambiente.

La educación ambiental es un componente esencial para enfrentar los desafíos ambientales actuales y futuros. Las actividades sostenibles, como la mencionada anteriormente, ofrecen una vía innovadora y efectiva para mejorar la divulgación y la apropiación del conocimiento ambiental entre los estudiantes y la comunidad de la que estos hacen parte, puesto que proporcionan una experiencia práctica y significativa, además estas actividades no solo transmiten información, sino que también cultivan una mentalidad sostenible y una apreciación más profunda por el entorno natural.

Es importante que sigamos promoviendo y expandiendo estas iniciativas para construir un futuro más consciente y responsable con el ambiente. Aprovecho para resaltar que esta actividad ha sido posible gracias al Acuerdo de Conservación entre la Universidad de América y la Secretaría Distrital de Ambiente de Bogotá, donde estos últimos han apoyado constantemente esta y otras actividades de apropiación de conocimiento ambiental.

Una oportunidad para revertir el punto de no retorno del Amazonas

(Colaboración de Julián Prieto, coordinador de la Alianza Colombia – US WEF Nexus.)

El punto de no retorno del Amazonas parece inminente. Según el informe Amazonía Viva 2022 de la WWF, el 18% de los bosques amazónicos se ha perdido por completo y otro 17% se encuentra en estado de degradación. Se resalta, además, que esta afectación al ecosistema pone en riesgo el sustento y la seguridad alimentaria de alrededor 47 millones de personas que habitan esta región y amenaza su biodiversidad.

 

El Amazonas cumple una función de regulación climática en la región por su alta humedad y fuertes precipitaciones que afectan de manera directa los ciclos climáticos y, sobre todo, es una de las regiones en el mundo con mayor poder de absorción de dióxido de carbono, responsable del calentamiento global. Sin lugar a dudas, lo concerniente al Amazonas es un asunto a escala planetaria que requiere también respuestas a escala planetaria.

En la agenda de la Cumbre Amazónica que tendrá lugar en Belém do Pará, en Brasil, a inicios de agosto de este año, se ha priorizado la necesidad de avanzar en la definición de un acuerdo que logre evitar lo que los científicos han denominado “el punto de no retorno del Amazonas”. Este punto de no retorno ha evidenciado la necesidad de consolidar un plan estratégico y una visión conjunta para la Amazonía, que permita frenar el colapso inminente del ecosistema Amazónico. En la reunión preparatoria que se llevó a cabo el pasado 8 de julio en Leticia, Colombia, los presidentes Petro y Lula resaltaron la importancia de lograr un esfuerzo colectivo de los gobiernos con jurisdicción en la Amazonía, como también el compromiso de la comunidad internacional para lograr consolidar un plan de acción a largo plazo.

El Amazonas requiere hoy más que nunca un plan estratégico y una visión conjunta que convoque una amplia participación de organizaciones indígenas, comunidades locales, actores gubernamentales y transnacionales para identificar necesidades y prioridades conjuntas. En especial, requiere la participación de las comunidades científicas a fin de promover el intercambio de conocimientos y el debate a profundidad de las alternativas y respuestas que permitan impulsar el desarrollo sostenible y el equilibrio ambiental de la Amazonía. La evidencia científica debe ser la piedra angular de las decisiones políticas que los países asuman en las instancias intergubernamentales.

El papel preponderante del conocimiento y de la Ciencia, Tecnología e Innovación cobra todo el protagonismo en el punto de no retorno del Amazonas, al igual que lo fue en la búsqueda de respuestas para la reciente pandemia del Covid- 19. Para evitar llegar a este punto, es necesario lograr grandes esfuerzos de las comunidades científicas a escala transnacional, combinado con una alta inversión en Ciencia, Tecnología e Innovación, pues el compromiso y recursos de un solo país no serán suficientes para la envergadura de los retos y amenazas que hoy estamos viviendo en el bioma amazónico. La interacción de las comunidades científicas y las misiones diplomáticas para promover instancias de diálogo y mecanismos de concertación que permitan situar la Ciencia, Tecnología e Innovación para la Amazonia en el corazón del debate es una prioridad. A esto lo conocemos como Diplomacia Científica para la Amazonía.

En el pasado Sustainability, Research and Innovation Congress (SRI 2023), el congreso más grande en sostenibilidad que por primera vez se llevó a cabo en América Latina, se priorizó la Diplomacia Científica para la Amazonía como uno de los puntos centrales de la agenda temática. Mediante un taller liderado por la red de Diplomacia Científica de Latinoamericana y del Caribe- DiploCientífica, se abrió un diálogo entre diversos actores y sectores que permitió la identificación de acciones y programas necesarios de Diplomacia Científica para avanzar en los retos de la Amazonía.

Entre las acciones y programas sugeridos se resaltan el establecimiento de sistemas de monitoreo conjunto y unificado, convenios de ciencia abierta y acceso a datos para investigaciones en la Amazonía, la creación de programas doctorales entre Universidades de la región que faciliten la colaboración académica y científica con estancias de investigación en diferentes países.  Asimismo, más allá de lograr tener la conferencia de la COP en la Amazonia, se propuso la creación de una conferencia científica anual sobre ecosistemas de bosques tropicales en la Amazonía que se convierta en el evento global de mayor encuentro de científicos y tomadores de decisiones de políticas públicas con impacto en la región.

Los esfuerzos científicos para lograr un mayor conocimiento de la situación actual y la visión prospectiva de escenarios deseables, requieren bases sólidas de voluntad política, consensos transnacionales, altas inversiones en Ciencia, Tecnología e Innovación para la Amazonía, así como una significativa participación y compromiso de equipos científicos transdisciplinarios para viabilizar misiones, programas y acciones de prevención y mitigación.

Para revertir el punto de no retorno del Amazonas ya no son suficientes esfuerzos aislados de un par de países, se requiere un esfuerzo regional e internacional que permita dinamizar el desarrollo de programas científicos y de innovación a largo plazo, en donde la Diplomacia Científica se torna necesaria y oportuna para asegurar la sostenibilidad del planeta para las generaciones venideras.

Por Susan Benavides,

Directora de Gestión de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Universidad de América

 

 

 

 

 

Ingeniería Industrial: la clave para una sociedad próspera y eficiente

Por: Mario Posada García-Peña, rector de la Universidad de América.

La importancia de estudiar ingeniería industrial radica en varios aspectos clave. En primer lugar, esta carrera ofrece una amplia gama de oportunidades y posibilidades de desarrollo profesional. Los ingenieros industriales pueden trabajar en diversos sectores, como manufactura, logística, consultoría, energía, salud y más. Su formación les proporciona habilidades y conocimientos técnicos que son altamente demandados en el mundo laboral.

 

Además, los ingenieros industriales desempeñan un papel fundamental en la mejora de la productividad y la eficiencia en las organizaciones. Su enfoque sistemático y analítico les permite identificar áreas de mejora y diseñar soluciones efectivas para optimizar los procesos y reducir costos. Al implementar estrategias de gestión y utilizar herramientas tecnológicas, también contribuyen directamente a la rentabilidad y crecimiento de las empresas.

Por otra parte, la ingeniería industrial impulsa la innovación y la mejora continua. Los ingenieros industriales están constantemente buscando nuevas formas de hacer las cosas y adoptando tecnologías emergentes para resolver problemas. Su capacidad para integrar conocimientos de diferentes disciplinas y trabajar en equipos multidisciplinarios los convierte en agentes de cambio que fomentan la creatividad y la colaboración.

Además, la ingeniería industrial se preocupa por el desarrollo sostenible y la gestión eficiente de los recursos. Los profesionales en este campo aplican principios de gestión ambiental y buscan reducir el impacto negativo en el medio ambiente. Su enfoque en la optimización de recursos y la minimización del desperdicio contribuye a construir un futuro más sostenible.

En ese sentido, estudiar ingeniería industrial es importante porque ofrece una carrera versátil y llena de oportunidades. Los ingenieros industriales tienen un impacto significativo en la productividad y la eficiencia, impulsan la innovación, promueven la sostenibilidad y contribuyen al desarrollo económico y social. Si estás interesado en construir un futuro productivo y eficiente, la ingeniería industrial es una elección que vale la pena considerar.

Actualmente, la Universidad de América es una de las universidades de Colombia que ofrece la carrera de Ingeniería Industrial. Y su objetivo es formar ingenieros industriales integrales con sólidas competencias para desempeñarse en la gestión de empresas y organización de productos y servicios. Profesionales que cuentan con determinación científica y tecnológica para desarrollarse y desempeñarse en diferentes sectores productivos.

 

¿Supervivencia o Sostenibilidad?

Por: Juan Camilo Gómez Caipa, docente Facultad de Ingenierías, Universidad de América.

La humanidad se enfrenta a una elección crítica: ¿preferimos la supervivencia a corto plazo o la sostenibilidad a largo plazo? Esta es una pregunta que nos afecta a todos y no es una elección fácil. Si elegimos sobrevivir, arriesgamos el futuro de la humanidad y del planeta. Por otro lado, si optamos por la sostenibilidad, puede suponer importantes sacrificios y cambios en nuestros hábitos y estilos de vida.

 

El cambio climático, la contaminación, la pérdida de biodiversidad y la sobreexplotación de los recursos naturales, son solo algunos de los problemas ambientales a los que nos enfrentamos en la actualidad. La supervivencia de unos pocos hace que sigamos explotando y sobre consumiendo los recursos del planeta sin considerar las consecuencias para las generaciones futuras, porque es fácil caer en la tentación de la gratificación inmediata, pero ¿y el futuro de nuestros hijos, nietos y demás generaciones?

La sostenibilidad, por otro lado, nos obliga a considerar los efectos a largo plazo de nuestras decisiones y acciones. Significa reconocer que la economía y el medio ambiente están intrínsecamente vinculados y que no podemos lograr el éxito a largo plazo a expensas de consumir los recursos de nuestro planeta. El desarrollo sostenible, requiere cambios significativos en nuestros estilos de vida, política y economía, pero a través de cambios drásticos podemos asegurar un futuro próspero para las generaciones futuras.

Es importante señalar que la supervivencia y la sostenibilidad no son mutuamente excluyentes. La supervivencia inmediata es importante para satisfacer las necesidades humanas básicas, pero no debe ser a expensas de condicionar el futuro de la humanidad. Podemos trabajar para satisfacer las necesidades de hoy sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades.

Entonces, ¿a dónde vamos? Esta es una pregunta que solo podemos responder si tomamos decisiones responsables y sostenibles. Es nuestra tarea -y debe ser nuestra prioridad- asegurar el futuro del planeta y la preservación de sus recursos para las generaciones futuras. Es hora de adoptar la sostenibilidad a largo plazo y abandonar la gratificación instantánea. Solo así podremos asegurar un futuro próspero para todos.

El lenguaje de la piel de la ciudad

«Todos en la vida somos y no somos»,  estoy seguro de que esta frase merece una explicación; y lo menciono porque el “Ser” es una condición con respecto a algo, a ocupar un espacio y participar de éste. Así,  Ser Ciudadano, en la vida diaria, implica que ese ser recorre las calles de un lugar con el propósito de participar en este espacio, de habitarlo, pero para ser parte de éste debemos obtener los créditos que nos avalan como participantes; el diploma se obtiene y se llama “Ciudadanía“, es un orgullo que confirma que uno es un participante social, que conoces la ciudad y sabes las normas implícitas de convivir en este lugar.

Ser docente de urbanismo: soy docente de arquitectura y desde la perspectiva de ese rol de interacción social entre el individuo y el conocimiento transmito  a mis estudiantes la importancia del lugar, no solo para ellos  sino para la vida; esa mediación y comunicación con el contexto real es un conocimiento para todos, no solo para los arquitectos, también para  el ciudadano, quien sabe que lo público es de todos y lo privado es de pocos. En cuanto al Lugar, existen sitios que son contradictorios: son públicos, pero son privados, hacen parte de una zona de permanente negociación porque, aunque son lugares públicos, que pertenecen al Estado y deberían estar al servicio de público, no todo el mundo puede acceder de forma directa. Tal es el caso de una biblioteca: si vas con una presentación inadecuada no te permiten acceder; este tipo de situaciones no sucederían en lugares públicos como la plaza de Bolívar. En contraposición existen sitios Privados – Públicos, como los centros comerciales, que aunque son sitios de privados a los cuales pueden acceder todas las personas, no tienen el mismo carácter privado, como lo es el hogar de cada familia.

 

El Ser: la vida por su parte, no es tan pública o privada como se pensaba en un principio, pero lo que si se puede definir es que lo privado en lo más íntimo y cercano a la privacidad del hogar: Las personas son parte de un tejido, de una línea de sangre y amor fraternal, en la cual seremos queridos por el amor filial. Esta apreciación tiene bastante sentido, pero la vida real está en lo público, esa es la parte que más nos llama la atención,  donde conocemos personas pero a la vez somos conocidos, y por qué no “reconocidos”, donde se celebran triunfos o se desvanece la vida, es una ruleta capaz de fusionar el destino, la suerte, pero también el conocimiento y la vida.

Está escrito: en la piel de la ciudad reconocemos los diferentes elementos que la componen creando arterias que interconectan, comunican y junto con las personas dan vida y sentido al espacio: vías, plazas o parques son los lugares públicos más conocidos, y a la vez constituyen un tejido importante de la ciudad: la piel que forma parte de las mismas estructuras y de un espacio que se concibe como seguro, quizá representa parte del orgullo construido en la vida de los colombianos prácticamente en los últimos 500 años desde la construcción de esta bella patria. Bogotá es la ciudad más compleja, grande y diversa de la nación en donde cada día convivimos cerca de 10 millones de habitantes, reconocemos que es un lugar vivo de continuo cambio, que se transforma para asumir distintas fases,  a diario con nuevas calles o construcciones que no representan una única manifestación de la ciudad, pero que a la vez transitan y desvanecen también pequeños pedazos de territorio, que después mutan y adquieren nuevos significados: entender la ciudad no es fácil, y tampoco lo es conocerla en su totalidad, pero todos la recorremos.

Leer:  su lenguaje y su piel. En las últimas décadas se escribió en losetas, adoquines, bordillos y mobiliario como lo recomienda Planeación Distrital, y la escritura es perceptible fácilmente, pero la idea detrás de la transformación de los espacios, de la esencia de la ciudad es la búsqueda de una nueva imagen que los urbanistas y planificadores del territorio estamos trabajando para establecer un mejor sitio para crecer, trascender y vivir. Ya casi nadie recuerda la ciudad de los buses, con personas que iban colgadas de las puertas o los carros que estaban cubriendo todas las aceras (aunque aún permanecen situaciones similares); esa ciudad compleja no ha dejado de tener problemas sociales, económicos, capaces de desbordar la tranquilidad de realidades distintas, extrañas, pero construir  una ciudad es un trabajo colectivo asociado a su misma  de construcción y construcción. Se puede decir que la piel de la ciudad es el espejo de Colombia, esa imagen refleja las complejidades de nuestra nación con ventajas y desventajas, con una diversa heterogeneidad que vemos a diario. Está escrita con mucho esfuerzo, con grandes conquistas y dolorosas derrotas, pero es Bogotá, la ciudad, y Colombia, el país, que amamos.

Por tanto, Todos en la vida somos y no somos, pero ya entendemos que el Ser ciudadano implica tener en cuenta las reglas de convivencia en medio de la compleja transformación de su piel; el Ser docente de urbanismo abarca el compromiso de enseñar acerca de la vida en la ciudad. El lugar es aquel que define los sitios y su uso en la ciudad mientras que  el Ser comprende las posibilidades sociales del urbanismo de la sociedad y, desde luego, está escrito en la ciudad construida por la gente que la habita: Leer sus testimonios de vida  se hace con el uso de los fonemas, los puntos y las comas que le dan ritmo a nuestra vida en la ciudad. La esencia de lo escrito está en la tierra de los sueños, de las ilusiones, y también está plasmada en tinta de colores, en diferentes grados de luminosidad y, además, está tatuado en la piel de la ciudad que hábito, que no puede ser explicada fácilmente con palabras, pero que es a la vez fuera de este mundo, esa es la ciudad que tanto amo.

 

 

Javier Francisco Sarmiento Díaz

Docente Investigador, Facultad de Arquitectura, Universidad de América

Arquitecto; Magíster en Planeación Urbana y Regional; Doctor en Ciencias de la Educación.

 

 

…¡No podemos volver a los años 20!…

Sobre la importancia pedagógica del dibujo análogo en los procesos de aprendizaje del diseño arquitectónico.

Con esa frase, que hacía alegoría a los procesos de elaboración del diseño arquitectónico antes del desarrollo de los software y tecnología en arquitectura, y no a un periodo de fechas específico en la historia; transcurría una discusión en la facultad de arquitectura de la Universidad de América, donde se debatía, la estrategia pedagógica para que un estudiante proyecte y resuelva su objeto de diseño desde el dibujo a mano; un ejercicio para el primer proyecto de los talleres de diseño en el 2023.

 

En el contexto global contemporáneo es innegable la aplicación de las herramientas tecnológicas, de visualización, software e inteligencia artificial, cada vez más utilizadas y de rápido crecimiento exponencial en el ejercicio de la arquitectura. Sería mezquino de mi parte pretender que un estudiante sea ajeno a dichos cambios evolutivos en su profesión. No obstante, entender el contexto de lo que significa una herramienta, y como se debe usar en términos de pensamiento y no de resultado visual, requiere entender, primero, que el acto creativo de diseñar y transformar los problemas en soluciones espaciales y formales, no es una tarea ligera que se le debe otorgar a una inteligencia artificial o software especializado. Educamos estudiantes ávidos de conocimiento estratégico proyectual, y aunque neófitos en su ejercicio arquitectónico, se hace necesario la reflexión, crítica y divergencia en la toma de decisiones, competencias necesarias no solo para saciar el conocimiento propio del oficio proyectual, sino para poder con criterio dominar cualquier pertrecho e instrumento tecnológico actual.

En los 20 años de mi trayectoria docente, como profesor de diseño y un apasionado por el arte de crear espacios y divertirme con la arquitectura; cada vez más me dejo fascinar por el primer contacto con la hoja en blanco, la magia del proceso transformador de plasmar en un papel lo que mi idea mental creativa está tejiendo para solucionar un problema. Y es en este momento de conectividad ideática en el que un lápiz y dibujar a mano activa el pensamiento gráfico propio y necesario para evolucionar una idea, en un concepto, reflexionar sobre las decisiones que se están tomando yuxtaponiendo un trazo en otro y dejándose seducir por una sombra, una textura, un color, una mancha que va creciendo hasta volverse una respuesta espacial, un dibujo prolijo de múltiples decisiones arquitectónicas.

Yo estudié en un modelo de aprendizaje arquitectónico en el que las herramientas tecnológicas recién empezaban a vislumbrar una senda, que maravillaba a propios y extraños; y como es de esperar también me sorprendí, de cómo estas influían en los procesos de proyectación arquitectónica. Sin embargo, nunca deje de pensar la arquitectura, y lo digo con propiedad, pensar; como el hecho de tomarme el tiempo de diseñar una fachada, de rayarla; con un borrador y unas escuadras proyectar técnicamente unas líneas para hacer coherente la relación de la planta con el corte y el alzado, dibujar una planta donde con una escala verificaba áreas para dibujar una escalera, una circulación que permitiera proporcionar los espacios y entender la velocidad al moverse los usuarios en el mismo; superponer múltiples papeles mantequilla, donde transformaba la opinión compositiva plástica del hecho arquitectónico que estaba diseñando. El diálogo gráfico con mis profesores, donde con extremo ímpetu rayaban mis trazos provistos de emoción, pero timoratos de madurez arquitectónica, me hacían querer cobrar solución inmediata de mis ideas, no dejar perderlas y que se volvieran responsabilidad de un software. Es fácil dejarse tentar por la inmediatez, la facilidad banal de endosar la labor de diseño a comandos, hasta confundir una herramienta básica, necesaria y provechosa como la tecnológica digital para el desarrollo de una profesión como la arquitectura, en volvernos unos secretarios de oficio digitalizando comandos y preocupados más por el tiempo en que se demora en salir una imagen de una pantalla o la impotencia del tiempo perdido al bloquearse un archivo, que en la reflexión de una sombra sobre un patio, de la unidad y relación de luz con el vano y la contemplación del material con su entorno.

Hoy en día, en las aulas, en esos espacios que llamamos taller de diseño y donde deben confluir los diálogos académicos en sincronía con los trazos, las imágenes, las maquetas, la exposición del proceso proyectual que vislumbra un telón casi escenográfico de los proyectos juntos como una película museística que recrea y alimenta la producción arquitectónica; nos encontramos con unos espacios fríos, de oficinistas desprovistos de magia creativa, por una secuencia de laptops que hipnotizan al estudiante, consumen su tiempo, y lo desconcentran de solucionar un espacio, a pensar en si la conectividad es rápida o no para ingresar a una página web a encontrar la respuesta en una foto de lo que debería estar proyectando. Recuerda cada vez más la producción maquinista de un operario en una fábrica industrial. Preguntar a un estudiante por sus decisiones formales y compositivas de una fachada, y encontrar respuestas como: …” profesor, es que el archivo está cargando, o aun no termino el modelado, o en el más deprimente de los casos; espere lo pongo en view front” …. View front? un comando, es la respuesta a lo que Louis Kant, le otorgó el valor al edificio, diciendo que él Sol, no supo de su grandeza hasta que incidió sobre la cara de un edificio. Si Le Corbusier definió la arquitectura como una creación del espíritu, un encuentro de la luz con la forma; esta relación no se puede dejar a un mando que cambia la posición de un objeto. El estudiante confunde pensar en diseñar, con proyectar tareas y objetos, la responsabilidad como pedagogos de la arquitectura, como orientadores de la creación del espíritu, es mayor, no es una actividad menor, y es aquí donde las estrategias que ayuden en un momento determinado del aprendizaje, permitan ampliar el espectro y dejarse enamorar por el componer con alma; …” porque incluso un ladrillo, quiere ser algo más…”.

Y es que, en un escenario contemporáneo cada vez más digital, inundado de respuestas visuales mediáticas en internet, es fácil pensar que el dibujo a mano ha perdido importancia en el proceso de diseño arquitectónico y en la enseñanza a un estudiante que pretende formarse como arquitecto. No obstante, el dibujo a mano sigue siendo una herramienta valiosa y esencial para los estudiantes de arquitectura. En esta era de la tecnología, el dibujo a mano aún tiene un papel importante que desempeñar en la formación de ideas y en la construcción de proyectos.

El dibujo a mano es un medio más directo y honesto para expresar ideas y conceptos en el diseño arquitectónico. A diferencia de las herramientas digitales, el dibujo a mano permite al arquitecto tener una relación más directa con su creatividad, lo que conduce a una expresión más libre y espontánea de sus ideas. Además, el dibujo a mano es un medio más personal y subjetivo, lo que significa que los arquitectos pueden comunicar su visión única y original de un proyecto a través de su dibujo.

El dibujo es una herramienta importante para la formación y el desarrollo de habilidades técnicas y de percepción en el proceso de diseño. Dibujar a mano requiere una atención y concentración profunda, lo que desarrolla en el estudiante su capacidad para observar y percibir las formas, las proporciones y las relaciones espaciales. Por otra parte, el dibujo a mano es una excelente manera de desarrollar habilidades técnicas de representación, lo que puede mejorar la calidad de los dibujos y los proyectos en sí.

Y ¡SI!, si debiéramos volver a los años 20, pero no por el hecho romántico de la nostalgia clásica de la arquitectura, o por confrontar el resultado visual de un proyecto análogo con un o digital, esa no es la discusión, porque la una no niega la otra, y no hay espacio para la demagogia fantasiosa del ejercicio arquitectónico. Sino por el hecho de educar a nuestros estudiantes, en un momento específico de su formación, apasionarlos por el detalle, por la necesidad imperiosa de definir y entender el espacio, la armonía formal, y no por el afán mediático de presentar una tarea.

Remembrar lo que generaba en los procesos cognitivos del aprendizaje en diseño las fachadas bellamente proporcionadas de la obra de German Samper, los planos técnicos del pabellón de Barcelona de Mies van der Rohe, en donde pensar las relaciones de la planta libre y la continuidad espacial con una escala, una presión técnica del dibujo expresaba ese edificio emplazado en un podio de travertino. Cual necesario es para un estudiante reflexionar sus trazos y definir técnicamente las relaciones funcionales, plásticas y espaciales de sus proyectos, el borrar y redibujar sus posturas compositivas, para estudiar, y meditar las decisiones del juego de la luz y la sombra en el arte de construir. Para no ser un legendario idealista de los grandes maestros modernos, me remito a las apreciaciones de arquitectos contemporáneos que definen su arquitectura, Bjarke Ingles, el actual influenciador y mediático arquitecto Danés, promulga que ” la arquitectura trata

de hacer que el mundo se parezca un poco más a nuestros sueños…” y los sueños son tan sensibles en su comprensión intangible, que requieren de una sensibilidad inmediata entre mente y mano para expresarlos. Aun en la contemporaneidad lo promulgan Steven Holl, quien sus procesos proyectuales actuales parten de esas bellas acuarelas, de esos dibujos, aunque amorfos evocan el espíritu e intención del espacio. Renzo piano o Norman Foster con su precisión técnico constructiva para resolver los edificios y proporcionar con un portaminas y una regla lo que sus ayudantes y arquitectos jóvenes volverán un simulador digital profesional; referentes arquitectónicos donde su obra y pensamiento se cimentó en estrategias de aprendizaje basadas en la proyectación análoga.

El dibujo a mano es una forma de conservar la tradición y la historia de la arquitectura. Durante siglos, los arquitectos han utilizado el dibujo a mano para representar sus ideas y proyectos, y esta tradición continúa siendo valiosa en la actualidad. Así mismo, el dibujo análogo es una forma única y artística de representar el diseño arquitectónico, lo que lo convierte en una parte importante del patrimonio cultural y artístico de la humanidad. La importancia en el proceso de diseño es fundamental para el desarrollo del pensamiento gráfico en arquitectura. El pensamiento gráfico es la habilidad de visualizar y representar ideas y conceptos de manera efectiva y clara a través del dibujo. Esta habilidad es esencial para la comunicación y el desarrollo de proyectos en arquitectura, ya que permite a los estudiantes expresar sus ideas y conceptos de manera clara y precisa.

La estrategia de proyectar desde el dibujo análogo, pedagógicamente permite establecer conexiones y diálogos reflexivos y creativos sólidos, en las ideas planteadas; en algún momento de dichos procesos del aprendizaje, estimular el pensamiento creativo proyectual gráfico a mano contribuye a saber manejar las herramientas tecnológicas necesarias y obligatorias en la elaboración del ejercicio profesional arquitectónico, y de las cuales los estudiantes, académicos y profesionales no podemos dar la espalda ni ver con malos ojos, la gran contribución de las herramientas digitales en optimizar tiempos y procesos, así como la posibilidad de desarrollar estéticas diversas.

No me hago el ciego ante el avance y el aporte tecnológico en la enseñanza de la arquitectura, defiendo como diseñador y docente, todas las herramientas que contribuyan a potencializar la capacidad de hacer arquitectura y solucionar problemas de dicha índole. Sin embargo, soy consciente que el estudiante contemporáneo en su premura e inmediatez en la que la sociedad lo rodea, se deja tentar del facilismo proyectual, de la imagen en una red social, de un software que enamora como cuando un niño observa con atenta ansiedad a su superhéroe de turno. No obstante, el estudiante no puede confundir una herramienta con una fuente de creación que distraiga la responsabilidad y la verdadera belleza de la arquitectura que es la emoción de sentir por medio de su obra.

Resultados experienciales se han evidenciado, en el aporte que produce ejecutar ejercicios de diseño por medio de pensamiento gráfico y dibujo análogo, en donde estudiantes de talleres de diseño profesional, cuando están en el proceso de creación de la forma y la función, lo hacen de la mano del dibujo técnico y del sketch como herramienta de evolucionar la idea y resolver el problema espacial, obligándolos por la dinámica propia del dibujar, a reflexionar y replantear sus espacios, a ser más conscientes de la proporción, la austeridad constructiva, de la sensibilización del locus y el magnetismo que significa intervenir un paisaje. Cuando el estudiante en su premura y ansiedad actual con la que afronta sus estudios y proyectos, endosa decisiones de diseño a bloques prediseñados de un software o a una herramienta digital de representación, la respuesta a un escenario perceptual fenomenológico del espacio, este se vuelve pálido, se transforma en un arte desprovisto de sensibilidad proyectual. Que bien hace en un estudiante, estar seguro de lo que piensa cuando se motiva a dialogar entre las formas y los espacios con un lápiz, un papel de manera inmediata a quien le comunica, hablar con el trazo y callar con los dibujos superpuestos que corrigen lo planteado

Que beneficio le haría por un momento a las futuras generaciones de arquitectos y diseñadores, contemplar la magnificencia del proceso de pensar y ejecutar el arte de la arquitectura como en los años “20”, no como un resultado, ni como una copia obsoleta de la historia de la arquitectura; sino como un respeto de pensamiento para ser un trampolín a potencializar los productos, y resultados tecnológicos contemporáneos. Dejarse seducir por el contacto entre pensamiento y emoción de un espacio, la velocidad de hacerlo vivir a quien lo disfruta, y de llevar la arquitectura no sólo a un edificio, sino a la relación de sistemas, de la ecología, de la economía global, de la calidad social de nuestras ciudades. Enamorarlos por CREAR y RE-CREAR y no por reproducir…

Como dijo Ernest Hemingway en los años 20: “Ningún tema es malo si la historia es real. Si la prosa es limpia y honesta y si afirma el coraje y la gracia bajo presión”.

Arq. Mgc. Joan Manuel Guarin S.

Profesor asociado e investigador en pedagogía del diseño de la facultad de arquitectura de la Universidad de América