No deja buena impresión las opiniones en Twitter del excongresista y ahora excelentísimo embajador de Colombia en Venezuela, señor, Armando Benedetti, quien se supone, que por su investidura de diplomático debería guardar prudencia y distancia del debate político interno.
Sí Benedetti ocupara un cargo político, se entendería su insistencia de meterse en las polémicas de los aconteceres nacionales, pero no es así, y lo más curioso de este asunto es que en el Gobierno anterior, la izquierda le llamó la atención al presidente Duque porque el entonces embajador de Colombia en los Estados Unidos, Francisco Santos, hablaba de lo divino y lo humano por sus redes sociales pero ahora cuando uno de los suyos hace lo mismo, guardan silencio.
Hasta donde entiendo, los cargos diplomáticos obligan a quienes lo ejercen a guardar prudencia y a mantener distancia de los debates políticos internos. Sí es así, ¿por qué entonces se le permite al señor Benedetti actuar de esta manera? ¿es que acaso hicieron reglas especiales para el embajador de Colombia en Venezuela?, pero, además, ¿Por qué el silencio del canciller Leyva? y ¿Por qué la Procuraduría no ha hecho el control de advertencia?
Puede que en Venezuela no operen las reglas y cada quien hace lo que se de le gana, no me extrañaría que esa sea la motivación para que Benedetti aceptara la misión, pero que pena, el manual de procedimiento del servicio diplomático nuestro, no lo establece el país vecino, ya está redactado por Colombia desde hace mucho.
El presidente, Gustavo Petro, decidió dar continuidad a la tendencia de nombrar en el servició diplomático a quienes tienen problemas con la justicia en Colombia, por lo anterior, no me extrañó que pusiera a Benedetti en el cargo de embajador, al fin de cuentas si algo ha tenido el excongresista, es problemas con la justicia. Pero ya que decidió dar continuidad a la costumbre en Colombia de otorgar ese tipo de premios, por lo menos que haga algo por meterlo en cintura y hacerle entender que debe mantenerse al margen de los debates políticos internos.
Todos sabíamos que Armando Benedetti no se iba a quedar con las manos vacías, que algo iba a sacar del Gobierno Petro y, que esto no se limitaría a unos cuantos nombramientos en el Palacio de Nariño, que iba más allá. Lo que nunca nos imaginamos es que lograría un cargo de embajador, y no porque no tenga la astucia para manejarlo ni desenvolverse bien sino porque no sabe controlar su lengua, cosa que como embajador tendría que hacer.
El Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas ha aprobado este viernes ampliar dos años más su misión internacional de expertos independientes así como su oficina del alto comisionado en Venezuela.
«Esta renovación es esperanza y justicia para las víctimas y para todo un país. Nuestro profundo agradecimiento», ha celebrado en su cuenta de Twitter el opositor Juan Guaidó para quien esta decisión significa que en la comunidad internacional «repudian cada una de las atrocidades cometidas» por el presidente, Nicolás Maduro.
«Los informes que la misión ha presentado detallan los crímenes de lesa humanidad cometidos por el régimen. La renovación permite que los responsables sean investigados y la justicia sea posible», ha celebrado.
De los 47 Estados que conforman el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas, son 19 los que han apoyado esta prórroga, por los cinco que han votado en contra –la propia Venezuela, Cuba, Bolivia, China, Eritrea–, mientras que el resto se han abstenido.
La decisión también ha sido aplaudida por la ONG Human Rights Watch (HRW), que la considera «un paso fundamental» para que haya rendición de cuentas por los «delitos graves» que se habrían cometido en Venezuela.
HRW ha recordado que esta misión independiente de Naciones Unidas ha publicado ya cuatro informes que considera «lapidarios», ya que en ellos se dejaría constancia de «crímenes de lesa humanidad» con la «complicidad judicial».
«Esta resolución muestra que los gobiernos de América Latina pueden unirse en el respaldo a las víctimas de abusos independientemente de las ideologías políticas», ha señalado la subdirectora para el continente de HRW, Tamara Taraciuk Broner, a pesar de que solo Brasil y Paraguay votaron a favor.
La misión se estableció en 2019 para investigar las supuestas ejecuciones extrajudiciales, las desapariciones forzadas, las detenciones arbitrarias y las torturas que se habrían cometido desde 2014 tras una propuesta presentada por el la alianza regional conocida como Grupo de Lima.
Las pruebas que ha reunido hasta ahora la misión de Naciones podrían contribuir a una investigación por parte de la Fiscalía del Tribunal Penal Internacional (TPI), que desde noviembre de 2021 hace seguimiento de cara a establecer posibles responsabilidades individuales por crímenes internacionales.
La ONG Human Rights Watch (HRW) ha pedido a los países miembro de la ONU que no voten a favor de incorporar a Venezuela al Consejo de Derechos Humanos, habida cuenta de que podrían haberse cometido crímenes contra la humanidad en el país sudamericano.
Venezuela, que forma parte del Consejo desde 2019, compite con Chile y Costa Rica por los dos asientos en juego para la región de América Latina y el Caribe. La votación tendrá lugar el 11 de octubre en la Asamblea General de Naciones Unidas, donde un total de 17 países aspiran a ocupar alguna de las 14 votantes.
En el caso venezolano, el director de HRW para temas de la ONU, Louis Charbonneau, considera que el país «no tiene las credenciales». En septiembre, había casi 250 presos políticos, mientras que las investigaciones de una misión de expertos de la propia Naciones Unidas apuntan a la posible comisión de crímenes contra la humanidad durante estos últimos años.
«Darle a este Gobierno abusivo un lugar en el Consejo debilitaría la credibilidad de la ONU, dado que equivaldría a premiar a las autoridades venezolanas, permitiéndoles juzgar la situación de los Derechos Humanos de otros países cuando Venezuela trata brutalmente a su población», ha esgrimido.
El debate sobre la renovación del Consejo de Derechos Humanos es recurrente todos los años, en la medida en que, aunque la resolución que planteó la creación de este organismo sí recomienda que se tengan en cuenta los comportamientos de los potenciales candidatos, en la práctica el reparto es básicamente político.
«Con países como China, Eritrea y Cuba ya presentes en el Consejo, al órgano de derechos de la ONU le haría bien no contar entre sus miembros con otro claro ejemplo de torturas, abusos e impunidad», ha zanjado Charbonneau.
HRW también ha puesto el foco en otras regiones como Asia, en la que seis países –Afganistán, Bangladesh, Kirguistán, Maldivas, Corea del Sur y Vietnam– compiten por cuatro asientos. La ONG ha cuestionado en este bloque los registros de Afganistán, Vietnam y Bangladesh.
En el caso de África, donde hay cuatro países para otras tantas vacantes, HRW ha denunciado violaciones de Derechos Humanos en Argelia, Marruecos y Sudán, lo que implica dejar al margen de las críticas a Sudáfrica.
Sabemos la importancia de las relaciones comerciales entre Colombia y Venezuela a lo largo de nuestra historia compartida, las cuales se han deteriorado progresivamente con el paso del tiempo por varias razones, sobre todo políticas, las cuales trajeron como consecuencia las rupturas comerciales posteriores, donde se pasó de un pico de transacciones comerciales superior a los $7.000 millones de dólares en 2008 entre ambos países, para luego estar ahora en una cifra no mayor a los $383 millones de dólares a julio de este año.
Bajo este hecho, pongamos sobre la balanza lo que se ha perdido en Colombia y en Venezuela por tener rotas durante tanto tiempo las relaciones comerciales y diplomáticas. Antes de 2008, según el DANE, Colombia exportaba masivamente a Venezuela carne, automóviles, textiles, prendas de vestir, químicos, cueros, ganado en pie, maquinaria, papel y cartón, entre otros. No en vano, la frontera de los más de 2.300 kilómetros, con base principal en Cúcuta desde el lado colombiano, se consideraba la frontera más activa de toda américa latina. El 91% de los bienes exportados a Venezuela eran industriales, Colombia era el segundo proveedor de Venezuela después de los Estados Unidos. Miles de empresarios nacionales, no solo de frontera, dependían del dinamismo de este mercado. Todo lo anterior se perdió.
Varios hechos acontecen en esa época que traen como consecuencia la caída de las relaciones comerciales entre ambas naciones y que terminan ese dinamismo hasta la fecha. En términos económicos, por ejemplo, se complican las transacciones de divisas en Venezuela por el sistema CADIVI, no se renuevan los permisos sanitarios para importación de carne desde Colombia, todas las exportaciones de Colombia hacia Venezuela caen casi en un 50% para el año 2009. Partiendo de estos hechos, se pueden explorar varios hechos políticos desde esa fecha que han traído como consecuencia el deterioro completo de las relaciones.
El gobierno de Álvaro Uribe en 2008, bombardea cerca de Angustura, Ecuador, para dar de bajas a militantes de las FARC. La Venezuela de Chavez reacciona negativamente, calificando el bombardeo como una incursión no autorizada, manifestando que jamás aceptaría operación parecida dentro de Venezuela. Desde allí, pienso, comienza a deteriorarse la relación diplomática. Recordemos que, por este motivo, el gobierno Uribe acusó a Chavez de apoyar a las FARC, Chavez lo negó siempre, y en respuesta retira diplomáticos en Bogotá y realiza una escalada armamentista en la frontera, tema superado meses después.
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En 2010 el Gobierno de Colombia denuncia ante la OEA, presencia de campamentos guerrilleros de las FARC y el ELN, luego Caracas retira relaciones oficiales diplomáticas con Bogotá. Con la llegada del gobierno Santos en Colombia el mismo año, las relaciones se normalizan. Independiente de las tensiones políticas, se prioriza el bienestar y el comercio entre ambas naciones en ese momento, como se señaló, ya habían caído las exportaciones al hermano país en casi un 50%.
A pesar de estos esfuerzos, en el 2015 se cierra la frontera. Maduro, tras enfrentamientos entre fuerzas venezolanas de seguridad y civiles, atribuye al “paramilitarismo” en Colombia, culpando a Uribe, quien niega acusaciones, se escala entonces el rompimiento de las relaciones. Para esta instancia, Venezuela también deporta a más de 1.000 colombianos entre otros hechos.
En medio de esta crisis fronteriza, comienzan a consolidarse los éxodos de venezolanos hacia el mundo. Colombia recibe más de 2 millones de personas. La crisis se incrementa, Maduro niega el éxodo, las tensiones se reafirman luego con la llegada del gobierno Duque. En 2019, bajo el marco del llamado grupo de Lima, se reconoce a Juan Guaidó como Presidente interino ante este grupo y nace el famoso cerco diplomático. Guaidó trata de llevar ayudas humanitarias a Venezuela, en todo ese contexto, Maduro termina cortando definitivamente las relaciones de todo tipo con Bogotá, así mismo lo hace Colombia, cerrando consulados, dejando de atender a miles de colombianos en temas migratorios, de embajada. Esta estrategia del ya extinto grupo de Lima ha sido fuertemente criticada, y como dicen algunos analistas, el cerco diplomático poco o nada ayudó a las relaciones entre Colombia y Venezuela.
¿Qué se ha perdido con estas rupturas por tantos años? Evidentemente se ha perdido productividad, comercio, empleos, se pasó de tener con Venezuela el 80% del comercio representado en la comunidad andina de naciones, a solo tener un mínimo intercambio. Hay pecados de ambas naciones. El frenar desde la era Chavez los pagos a través del sistema CADIVI, pienso, fue factor fundamental en el progresivo rompimiento de las relaciones, esto hizo que miles de empresarios colombianos quebraran al no obtener sus pagos o tuvieron que buscar nuevos mercados. Es claro que el restablecimiento de las relaciones son un gran paso, pero se deben garantizar todos los servicios consulares, se deben tener las garantías de pagos eficientes y el flujo constante del comercio con seguridad requerida para el dinamismo de la frontera. El hecho simbólico del encuentro entre el Presidente Petro de Colombia y el Ministro Venezolano de transporte en el puente Simón Bolívar reabriendo la frontera, debe ir más allá, y como naciones, debemos entender que se deben superar las ideologías o posturas para lograr resultados, existen millones de personas que seguirán dependiendo del comercio legal entre ambas naciones, y se deben dar las garantías necesarias para avanzar en esta unión. La expectativa es la disminución del contrabando y el aumento de al menos $1.000 millones de dólares en el comercio, según la cámara Colombo Venezolana. El libre comercio entre nuestras naciones cercanas debe ser prioridad y tema estratégico para lograr crecimientos sostenibles. Se abre la frontera, y esto debe ser positivo para todos nosotros, independiente de las ideologías, es clara la postura de volver a lo que alguna vez se tuvo, la frontera más dinámica de América Latina. ¿Lo lograremos? Esperamos que así sea.
La delegación negociadora de la paz de la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) que se encontraba en La Habana, Cuba, se instalará en Venezuela para iniciar las conversaciones con el Gobierno de Colombia, una vez se ha dado a conocer que Bogotá renuncia a las exigencias de extradición de sus líderes.
«En el día de hoy con el acompañamiento de los países garantes: la República de Cuba, el Reino de Noruega y la República Bolivariana de Venezuela, se ha procedido al retorno de la delegación de diálogos con seguridad y garantías», ha anunciado el ELN a través de un comunicado.
El texto destaca que la vuelta al diálogo «es una victoria de la razón y del Derecho Internacional» frente al «propósito de perfidia» con el que el gobierno del expresidente Iván Duque buscó «no sólo burlar las obligaciones» con el ELN y la comunidad internacional sino también «causar grave daño» al pueblo y a Cuba.
El anuncio tiene lugar poco después de que se conociera que el ministro de Asuntos Exteriores de Colombia, Álvaro Leyva, notificara al Gobierno cubano que Bogotá renunciaba a solicitar la extradición de dos de los negociadores del ELN que se encuentran actualmente en la isla.
Son los casos de Israel Ramírez, alias ‘Pablo Beltrán’ y Víctor Orlando Cubides, alias ‘Aureliano Carbonell’, tal y como ha precisado el ministro Leyva, que también abre la puerta a ampliar esta exención al resto de negociadores del ELN reclamados por las autoridades si con ellos se avanza en los diálogos de paz.
«Se elimina naturalmente el pedido extradición. Hablar con una persona, buscando la paz y al tiempo estar solicitando su extradición, sería contrasentido, más bien sería una especie de declaratoria de guerra eterna, nosotros estamos comprometidos con la paz total», ha explicado Leyva.
La vuelta de la delegación de paz del ELN a Venezuela se produce también una semana después de que Caracas y Bogotá reabrieran su frontera común, si bien el viaje había sido fijado hace cuatro años antes de que el expresidente Duque suspendiera los diálogos con el ELN por el atentado en una escuela de cadetes.
La politóloga y directora de expansión para América Latina de la Fundación Paz y Reconciliación, Laura Bonilla y el empresario y columnista, John Escobar, analizan en entrevista para Confidencial Colombia con Iván Santisteban, los perdidas económicas que dejó el cierre en la frontera entre Colombia y Venezuela.
En los años 50 y 60, pero con mucha intensidad los 70, se vivió una ola migratoria de Colombia hacia Venezuela, cuando el boom petrolero llamaba la atención de todo el mundo en nuestro país vecino. De ahí, muchos de ellos tuvieron un capital, educación, salud y un proyecto de vida que quizás lo añoran actualmente.
Realmente no existe una cifra clara de cuantos colombianos migraron, se hablaba de cerca de cinco millones. Y claro, el buscar una mejor calidad de vida está en todas las personas. Si bien no se puede comparar de lo que se esta viviendo ahora, si es una razón de la vida en que, como todo, hay momentos difíciles y está en nuestros lideres mejorarla o agravarla.
En mis épocas de campo, uno veía que el vecino le ayudaba con el arroz o la sal cuando no se tiene, en una ciudad se cuidan sus bienes y comparten como familia, e inclusive así lo hacen muchos comerciantes con el fin de no versen afectados por la delincuencia y otro tipo de riesgo. Porque, aunque no lo crean, comparten un vínculo y seguirán haciéndolo, así como lo es Colombia y Venezuela.
Que Nicolas Maduro es un dictador que merecen más que el rechazo una condena ejemplar, lo es, pero son decisiones ajenas de nuestro alcance que uno quisiera que cambiaran, pero no es posible.
De acuerdo con la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), para mitad de año en junio de 2021, cerca de 5,2 millones de venezolanos han abandonado Venezuela a través de la crisis económica que inicio su recrudecimiento en el año 2010. La cantidad de migrantes en nuestro país no es clara, pero se especifica que cerca del 30 % de ellos viven, por lo general en condiciones precarias.
Lo cierto es que es un corredor obligado para muchos colombianos y venezolanos, el cierre de la frontera genero gran cantidad de desempleo y falta de oportunidades, una pandemia fronteriza donde los vecinos ya no pueden verse o generar una sociedad comercial. De lo que, si estoy seguro, es que, aunque no hubiéramos movido los US$ 7.000 millones que llego a mover la frontera en el año 2008, si habría una estabilidad fronteriza con mejores condiciones de vida.
Con esta reapertura el gobierno espera mover US$ 1.000 millones al cierre de año, donde colombianos y venezolanos esperan una oportunidad de renacer, por lo general papel higiénico y plásticos son los principales productos de exportación, pero también hay medicamentos, cartón, golosinas y a futuro seguramente el sector agropecuario, ganadero y ambiental serán los beneficiados.
Así sencillamente, Colombia y Venezuela inicia su nueva era económica.
“La gracia del comercio es que traiga progreso para la población y yo estaré midiendo eso; ojalá la migración que en masa vino de Venezuela a aquí, como antaño fue la de Colombia a allá, pueda hoy tener calma”.
“Necesariamente las dos economías tienen que integrarse; estamos hablando de una zona especial entre el Táchira y Norte de Santander, para que sea plataforma de la industrialización, para que la calidad de vida sea general”, agregó.
En su intervención en el Centro Nacional de Atención Fronteriza (Cenaf), del Puente Internacional Simón Bolívar, el Jefe de Estado dijo que “yo deseo que las primeras personas beneficiarias sean las que habitan a lado y lado de la frontera; las que se arriesgaban en esas trochas, las mujeres que caminaban por allí prácticamente (a merced) de funcionarios que incluso llegaban a cobrar peaje, y de bandas de todo tipo, multicrimen, que podían matar, que podían violar”.
Por esta razón, consideró que lo que se evidencia con la reapertura de la frontera es la “recuperación automática para los transeúntes” y “legalizar completamente los flujos culturales de población y económicos”.
Enfatizó que se espera que “el Puente Simón Bolívar, junto con el de Tienditas –que dentro de pocas semanas se va a inaugurar, mucho más grande–, sea no solamente un puente de cemento sino la vía por la cual se construya el progreso de estas dos regiones, del Táchira, de Norte de Santander, de Santander”, para que pasen todo tipo de productos.
Manifestó que el objetivo es que “ya no sean 400 millones de dólares, como el Ministro de Comercio me dice, que, más o menos, de contrabando van pasando con cobros de peajes durísimos por las trochas, sino que pasemos a los mil millones de dólares; que pasemos, ojalá al final de este Gobierno, a 4.000 (millones de dólares), y que en el mediano plazo logremos recuperar los 8.000 (millones de dólares) que antes pasaban, la mayoría en mercaderías colombianas hacia Venezuela”.
Y reiteró: “Que la democracia, que la paz, que el respeto absoluto a la dignidad del ser humano, allá y acá, sea nuestra consigna común. Al Norte de Santander le entregamos este hecho en los primeros días de este Gobierno: poder normalizar su situación cotidiana y hacer de esos puentes y del hecho de estar en la frontera, la palanca mayor de la prosperidad económica y del bienestar general”.
«La globalización es, antes que nada, una relación entre vecinos, cualquiera que mida los flujos de comercio y población, encontrará que la mayor cantidad se realiza entre vecinos. Así era antes de que la locura sectaria se adueñara de corazones y cerebros», dijo el presidente Petro.
Petro aseguró desear que las primeras personas beneficiarias sean las que viven a lado y lado de la frontera, las que se arriesgaban por esas trochas: “las mujeres que caminaban por allí, incluso por parte de funcionarios que llegaban a cobrar peaje de bandas, multicrimen, que podían matar, que podían violar”.
El paso en la frontera entre Colombia y Venezuela fue cerrado el 19 de agosto de 2015, por el gobierno de Nicolás Maduro ordenó cerrar la frontera de manera provisional. Para entonces el presidente en Colombia era Juan Manuel Santos.
Los ministros colombianos de Transporte,Guillermo Reyes, y de Industria y Turismo, Germán Umaña, asistieron este lunes al puente Simón Bolívar, en la frontera entre Colombia y Venezuela, a pocas horas de que se produzca la reapertura del área limítrofe como producto del restablecimiento de las relaciones entre ambos países y tras siete años de cierre.
«A esta hora junto al Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, recorremos el puente Simón Bolívar en la frontera con Venezuela para supervisar protocolos y el estado de la infraestructura de transporte», señaló Reyes en su cuenta de Twitter.
Tal y como ha explicado, el recorrido por el puente ha tenido lugar poco antes de un encuentro con representantes de la sociedad civil para abordar la importancia de la reapertura del paso fronterizo y los beneficios que acarrea para el desarrollo de Colombia y Venezuela.
Asimismo, expresó que la reapertura es resultado del «trabajo conjunto, (…) donde la articulación, el diálogo y los consensos han sido fundamentales para la apertura de la frontera».
«Estamos bastante emocionados por lo que está pasando hoy, porque se nota que estamos a punto de vivir un momento histórico del restablecimiento de las relaciones entre países hermanos y esto traerá grandes beneficios para las dos naciones», afirmó antes de manifestar que «hay que afinar los detalles».
La zona fronteriza se entre Venezuela y Colombia se abrirá oficialmente este lunes y, como primer paso para el restablecimiento de las relaciones bilaterales, se reanudará la conexión aérea y el transporte de carga terrestre.
El Gobierno venezolano tildó este lunes de «falsas» las acusaciones vertidas por la Misión Internacional de Determinación de los Hechos de Naciones Unidas sobre presuntas violaciones de los Derechos Humanos en el país caribeño y aseguró que «carecen de fundamento».
En un comunicado, las autoridades acusaron a la misión de «atacar a las instituciones venezolanas como parte de una estrategia de carácter criminal que impulsa el Gobierno de Estados Unidos» y señaló que el mecanismo de la ONUfue creado en 2019 «a partir de una cuestionada resolución promovida por un reducido grupo de gobiernos con graves situaciones internas de violación de Derechos Humanos«.
«Es una muestra patente del doble rasero, la selectividad y el uso politizado de los Derechos Humanos como herramienta para socavar la soberanía de aquellos Estados que no se someten a los designios de control hegemónico anhelado por algunas potencias», recoge el texto que acusa a Washington de buscar un «cambio de régimen» en Venezuela.
En este sentido, aseguró que Venezuela es un Estado «democrático y social, de Derecho y de Justicia, que asume la promoción, el respeto y la protección de los Derechos Humanos (…) en consonancia con sus compromisos internacionales en esa materia».
«Venezuela reitera su absoluto desconocimiento a este tipo de mecanismos paralelos, bárbaros e injerencistas que, a través de sus pronunciamientos, aúpa y alienta a los sectores más extremistas a reincidir en la violación masiva de los Derechos Humanos de los venezolanos y la desestabilización del país», sostiene el documento, que alerta de que Caracas tomará «medidas políticas y diplomáticas».
Los presidentes de Colombia y de Venezuela, Gustavo Petro y Nicolás Maduro, respectivamente, coincidirán por primera vez con motivo de la apertura de la frontera común, lo que supondrá la confirmación definitiva del acercamiento diplomático entre los dos países vecinos.
El ministro de Transporte colombiano, Guillermo Reyes, ha confirmado la cita al regresar de una visita a Caracas. Así, «en el acto de apertura (de la frontera) estarán los presidentes de ambos países», en principio en el puente Simón Bolívar.
Reyes ha ultimado con el Gobierno de Maduro los detalles de la esperada normalización fronteriza, que llega después de años de cortes frecuentes y de una animadversión política entre Caracas y Bogotá. Las dos administraciones mantienen contactos diversos estos días.
Petro, prometió al llegar al poder un giro de la política con Venezuela que venía manteniendo su predecesor, Iván Duque, lo que se tradujo en las semanas posteriores en el nombramiento de embajadores y el restablecimiento formal de relaciones diplomáticas.
El líder de la disidencia ‘Segunda Marquetalia’ de las FARC, Luciano Marín Arango, alias ‘Iván Márquez’, evoluciona de manera positiva de las lesiones que sufrió en la cabeza el 29 de junio en el fallido intento de acabar con su vida por parte de las autoridades colombianas, según confirmaron fuentes en Caracas.
‘Iván Márquez’, quien durante aquel operativo habría perdido algunos dedos de sus manos y recibido un fuerte impacto en la cabeza, está «dando muestras de mejoría motora y neurológica»
El líder de las disidencias se encuentra en una unidad de cuidados intensivos de un hospital militar en Caracas, la capital de Venezuela, en donde los médicos le habrían inducido al coma cuando fue ingresado para que su cerebro se desinflamara por una esquirla que se alojó en su cabeza.
Por el momento dicha esquirla no se ha retirado debido a que se trata de una operación compleja y se está esperando a que ‘Iván Márquez’ se recupera de las heridas sufridas durante una explosión en la frontera entre Colombia y Venezuela.
Los presidentes de Colombia y de Venezuela, Gustavo Petro y Nicolás Maduro, respectivamente, coincidirán el próximo lunes por primera vez con motivo de la apertura de la frontera común, lo que supondrá la confirmación definitiva del acercamiento diplomático entre los dos países vecinos.
El ministro de Transporte colombiano, Guillermo Reyes, confirmó la cita al regresar de una visita a Caracas. Así, «en el acto de apertura (de la frontera) estarán los presidentes de ambos países», en principio en el puente Simón Bolívar.
Reyes habló con el Gobierno de Maduro los detalles de la esperada normalización fronteriza, que llega después de años de cortes frecuentes y de una animadversión política entre Caracas y Bogotá. Las dos administraciones mantienen contactos diversos estos días.
Petro, el primer presidente de izquierda de la historia de Colombia, prometió al llegar al poder un giro de la política con Venezuela que venía manteniendo su predecesor, Iván Duque, lo que se tradujo en las semanas posteriores en el nombramiento de embajadores y el restablecimiento formal de relaciones diplomáticas.
Las autoridades policiales de Texas abrieron una investigación sobre el envío de 48 migrantesvenezolanos a la isla de Martha’s Vineyard, en el estado Massachusetts, alegando que podría ser un plan orquestado por el gobernador de Florida, el republicano Ron DeSantis.
En concreto, la Policía del condado de Béxar está estudiando si los casi 50 migrantes formaron parte de un plan en el que se habría utilizado a personas del Centro de Recursos para Migrantes de Béxar para ser trasladadas a Massachusetts con falsos pretextos
«Entendemos que a un migrante venezolano se le pagó lo que llamaríamos una ‘tarifa de perro pájaro’ para reclutar aproximadamente 50 migrantes de los alrededores de un Centro de Recursos para Migrantes», declaró el alguacil del condado de Béxar, Javier Salazar, según la cadena CNN.
En un primer momento, los migrantes habrían sido llevados en avión hacia Florida para luego salir hacia Massachusetts bajo la excusa de que allí encontrarían trabajo y la solución a «varios de sus problemas».
Las declaraciones de Salazar tienen lugar en un momento en el que se ha levantado la polémica por el envío –por parte de los gobernadores de Texas y de Florida, Greg Abbot y Ron DeSantis, respectivamente– de migrantes a estados gobernador por el Partido Demócrata.
DeSantis envió dos aviones con migrantes a la isla Martha’s Vineyard, mientras Abbott envió «intencionalmente» dos autobuses de migrantes a la residencia de Harris en la capital del país, según recogió la citada cadena.
Las acciones de los gobernadores, ambos críticos de la Administración Biden, son la última serie de movimientos del Partido Republicano para transportar migrantes a ciudades y estados demócrata en aras de protestar por lo que dicen que son «esfuerzos federales inadecuados» en la seguridad de la frontera sur.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha acusado a los gobernadores republicanos de usar a los migrantes como parte sus maniobras políticas, unos hechos que ha calificado de «antiamericanos» y de «imprudentes».
«Los republicanos están jugando a la política con los seres humanos, utilizándolos como ‘atrezzo’. Lo que están haciendo es simplemente incorrecto, es antiamericano, es imprudente», ha expresó el mandatario estadounidense durante la Gala del Instituto del Caucus Hispano del Congreso, según un comunicado de la Casa Blanca.