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Confidencial Noticias 2025

Etiqueta: Vladimir Rodríguez Valencia

Estrategias para amenazas incomprendidas

INTERPOL, como parte de las estrategias para combatir el crimen transnacional estableció, en la Asamblea General en Beijing en 2017, 7 Objetivos Policiales Mundiales alineados con la Agenda de las Naciones Unidas para el Desarrollo Sostenible – 2030. En dicha Asamblea la #86 entre los países miembros de INTERPOL celebrada no por casualidad en China, se estableció como un Desafío Central (Objetivo Policial #4): La reducción del daño y la repercusión de la ciber-delincuencia a Escala Mundial.

Un planeta cada vez más interconectado y dinámico empezaba a plantear la necesidad de construir estrategias reticulares que abordan el fenómeno del crimen y de las mafias transnacionales teniendo en cuenta la identificación de las amenazas y riesgos que se presentan en el Campo Ciber con un enfoque de prevención, detección, investigación y neutralización de la delincuencia, de igual manera reconoció como en los demás riesgos y amenazas a la vida, existía una capa de “digitalización” que suponía un desafío para el ejercicio los derechos fundamentales de los y las habitantes del mundo.

 

Mientras la mayoría de los países que son atravesados por el Crimen Transnacional, tomaban acciones concretas y decisiones de Estado para adaptarse a los retos de las múltiples violencias; en un puñado de países se continuaron con prácticas que pretenden combatir los fenómenos de violencia y ataques contra la vida como si los principales riesgos y amenazas fueran los mismos de hace unas décadas y dejaron en unos cuantos académicos, en la Fuerza Pública y en algunos jóvenes creativos y con curiosidades intelectuales la discusión sobre la digitalización y el crimen en el dominio Ciber. La primera estrategia efectiva frente a lo desconocido es hacer un esfuerzo por comprenderlo en su complejidad.

Con la excepción de nuestras capacidades humanas en asuntos en inteligencia y algunos sectores de la empresa privada, nada ha crecido al ritmo necesario en Colombia en el campo Ciber. No tenemos hoy como afrontar la velocidad y dinámica del Crimen Transnacional y los esfuerzos de algunos Ministerios y del Gobierno Nacional actual y el trabajo de la Fuerza Pública, son insuficientes si no damos las discusiones para atender el asunto como un tema de Estado y reflexionamos sobre si las Estrategias y Operaciones deben seguir encaminadas a grandes campañas ruidosas y poco efectivas contra grupos armados irregulares por tratar de controlar lo incontrolable, a comprar grandes aparatos vetustos que ya no son las armas con las que se combaten las guerras, o si el presupuesto y la Estrategia deberían virar y encaminarse hacia cerrar las brechas técnicas y tácticas que hoy tenemos con las grandes mafias del crimen transnacional, modernizar y hacer interoperables las instituciones y las capacidades de las Fuerzas y empezar a crear soberanía Ciber para no tener que depender eternamente de los desarrollos y de las licencias de países autores o cómplices de las peores violencias y matanzas y darnos cuenta que puede ser más efectivo y eficiente para proteger los DD.HH y la vida pensar un poco más en los software maliciosos y los secuestros de datos y no solamente en los tatucos y la metralla.

Colombia estos años ha sido parte central de la conversación Policial global para la definición de las estrategias que, protegiendo integralmente los Derechos Humanos y en el marco de los conceptos de Seguridad Humana derivados de la Resolución 66/290 de la Asamblea General de Naciones Unidas pretenden mejorar la acción, contención, cooperación y colaboración entre los diversos cuerpos policiales del mundo para afrontar el Crimen Transnacional en el campo cibernético y las capas de digitalización de los múltiples delitos; hoy, cuando somos referente conceptual en el mundo en la lucha contra el Crimen Transnacional en el Ciber Espacio, seguimos siendo un país que invierte por caprichos de Alcaldes y “expertos» en cámaras de seguridad obsoletas, tristes testigos de los crímenes y en estrategias de guerras de posición en el campo colombiano como si las guerrillas y los grupos armados irregulares no hubieran ya adaptado sus plataformas y sus logísticas económicas y militares al mundo Ciber y la dinámica de redes.

Estamos combatiendo las violencias y amenazas contra la vida con esfuerzos dispersos y sin voluntad política real de aprehender y aprender por parte de muchos sectores y de tomadores de decisión la realidad de las violencias hoy y su entrelazamiento con las tecnologías; sin embargo considero que es el momento propicio, para que en el marco de las discusiones que plantea la creación de lal Agencia de Seguridad Digital, la alfabetización forzada de la opinión pública producto de las apariciones recientes en las noticias de primera plana de temas como: Pegasus, FIX, Guacamayas entre otros, hagamos una reflexión seria como nación que nos permita fortalecer nuestras capacidades de respuesta a los nuevos desafíos de la violencia y permita ganar en Soberanía y autonomía desde la creación de Políticas de Estado relacionadas con el campo Ciber en el marco de la garantía de los Derechos Humanos y de un mejor vivir para todos y todas.

Vladimir Rodríguez

De “Pegasus” al quinto dominio

Estamos acostumbrados en nuestro diario vivir a relacionar los diferentes fenómenos sociales que se nos presentan, con los campos del conocimiento que nos permiten de rápida manera hacerlos comprensibles y con los cuales nos sentimos familiarizados. Cuando aparecen retos a nuestro razonamiento que son disruptivos, arriesgados y particularmente retadores, hemos normalizado hablar de ellos como si de locuras o fenómenos improbables se tratara y a quienes los alertan como si fueran sujetos provistos de histerias paranoicas malsanas; Sin embargo, la compresión de los diversos campos en que hoy se desenvuelve la vida orgánica e inorgánica nos permite ampliar la mirada sobre los fenómenos que se presentan y la manera como debemos abordarlos sin temores absurdos y con la atención debida.

Hace ya muchos años las relaciones en y entre Estados-Nación y las relaciones humanas y sociales no están determinadas únicamente en los dominios clásicos de la Geopolítica global, a saber: Tierra, Mar, Aire y Espació, desde la aparición de la revoluciones tecnológicas, la intromisión en todos los campos del saber y de la producción de las tecnologías de la información y la comunicación, del internet de las cosas y otros fenómenos, se habla en el mundo de un Quinto Dominio, el Dominio Ciber, que representa unos retos únicos y particulares para nuestras sociedades contemporáneas y para el futuro de nuestra humanidad.

 

Los Estados y Gobiernos que se encuentran más rezagados en la discusión y comprensión del fenómeno Global, se quedan en debates bizantinos que si bien revisten cierto interés e importancia para la opinión pública, no pasan de la reflexión acerca de las herramientas del campo Ciber; debates eternos acerca de la IA o del uso de «Software Espía” como potencial arma cibernética son pan de cada día, mientras continuamos con la deuda vital de transitar hacia una comprensión macro del fenómeno y los riesgos pero también las oportunidades que se dan en dicho Dominio.

La prevención y el conocimiento acerca de las amenazas cibernéticas se hace una prioridad para los Estados; pero esta no debería ser enfrentada únicamente con anuncios parciales para mitigar efectos de los sectores involucrados en los temas, requerimos como país y como sociedad una mirada Estratégica que vaya más allá de las experticias prácticas y tácticas de Ingenieros y Programadores. Colombia en particular tiene la necesidad de avanzar desde diferentes campos del conocimiento, complementar los esfuerzos técnicos con planes y estrategias concretas en los campos normativos, jurídicos y regulatorios entendiendo la dinámica híbrida y de adaptación de los diversos conflictos y la manera como los actores de los mismos utilizan el dominio Ciber; Estrategias de CiberDefensa de vanguardia que vayan más allá de la mera CiberSeguridad y del miedo -comprensible aunque ya inútil- a la violación de la privacidad de nuestros datos; Se hace relevante identificar el arma, pero en tiempos históricos comprender el <para que> se utilizan los múltiples Pegasus que surcan las redes del planeta y como construimos nuestras propias herramientas que rompan la coodependencia de otros países y sectores de interés para ganar en autonomía y soberanía.

No existe hoy en Colombia un abordaje integral que permita enfrentar los nuevos desafíos que representa el crimen transnacional y menos de los escenarios de confrontación, coacción y coerción que se dan el campo Ciber, y mucho menos una reflexión profunda sobre cómo se expresan en el los DDHH y el DIH y que acciones concretas podemos desarrollarlas para lograr un justo equilibrio entre los derechos fundamentales de los ciudadanos y las necesidades de protección de las infraestructuras criticas el país y los intereses nacionales.

Es el momento para que entre estallidos simultáneos de Baterías de Litio en oriente medio, rupturas de lógicas secuenciales de programación, intrusiones en sistemas digitales, «vuelos» que involucran equinos con alas que nacieron de la sangre de la Gorgona según la mitología y la manipulación de libertades y ansiedades para generarnos ciertos consumos tangibles e intangibles podamos como país reflexionar y entender que el Campo Ciber es más que una herramienta y tenemos que actuar pronto desde el logos, la necesidad y la visión de una nueva sociedad que sea más productiva, justa y equitativa y no se nos convierta en una “simulación” precaria de sentido y de esperanza.

Vladimir Rodríguez Valencia

Politólogo Magister en CiberDefensa y Ciberseguridad