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Etiqueta: Xi Jinping

Xi Jinping ha sido reelegido como presidente de China

Xi Jinping ha sido reelegido por unanimidad como presidente de China, garantizando su tercer mandado de cinco años (2023-2028), en un caso sin precedentes en el país.

Durante la Asamblea Popular Nacional en Pekín, una de las principales reuniones del Partido Comunista Chino (PCCh), cerca de 3.000 delegados han votado a favor de una nueva prórroga del mandato del presidente, quien ya ha prestado juramento constitucional.

 

El mandatario ya había anulado los límites de edad y de mandato en el XX Comité Central del PPCh que tuvo lugar en octubre, momento en el que consolidó su poder al ratificarse como secretario general.

Además, Xi también volverá a ostentar el cargo de presidente de la Comisión Militar Central, según ha informado la agencia de noticias Xinhua.

Por otro lado, Han Zheng, que fue alcalde de Shanghái entre 2003 y 2012, ha sido elegido vicepresidente del país.

China implanta la política de la vacuna, la PCR… o la cárcel

China   El presidente Xi Jinping lo ha dejado muy claro: «estoy comprometido en luchar contra cualquier palabra y acto que distorsione, dude o niegue las políticas de prevención de epidemias y la estrategia de Covid cero de nuestro país». Justo cuando son miles de denuncias de ciudadanos principales de Shanghai que ya están desesperados del encierro. Escasean los alimentos, se suspende la libertad de movimientos y, adicionalmente, las autoridades sanitarias pueden llevarse a las personas unilateralmente para aislarlas en granjas especiales, aunque hayan dado negativo en las pruebas Covid.

El confinamiento comienza a afectar los nervios de la población de Shanghái tras 40 días de restricciones. La ciudad es escenario de hechos poco comunes, como enfrentamientos en plena calle o la huida de obreros de las fábricas, donde llevan meses encerrados sin poder salir. La ciudad más poblada de China confinó a sus 25 millones de habitantes a principios de abril con la esperanza de frenar la peor oleada de Covid-19 desde la primera de inicios de 2020.

 

Shanghái ha registrado oficialmente más de 500 muertos en algunas semanas, una hecatombe para China, donde el saldo total informado por las autoridades supera apenas los 5.000 decesos desde el inicio de la pandemia. En reacción, la población se exaspera y ya no duda en enfrentarse con las fuerzas de seguridad en un país en el que, sin embargo, las protestas no son toleradas.

Revueltas en las calles de China

En los últimos días está pasando lo que no pasaba desde los sucesos de la Plaza de Tiananmen de 1989, habitantes descontentos de su abastecimiento alimentario chocaron con empleados públicos vestidos con trajes de protección integral, según videos difundidos en redes sociales. «Agitadores» incitaron a los vecinos a traspasar los límites de su residencia aislada y a otros a lanzar objetos desde sus ventanas, acusaron las autoridades locales en un comunicado.

La alcaldía asegura que la capital económica china está ganando la batalla contra el coronavirus, con un número de contagios diarios que cayó a menos de 4.000 el lunes, tras haber superado los 25.000 a finales de abril.

Estos son los efectos y la duración de la nueva variante del Covid-19

La ciudad afirma que millones de personas pudieron recuperar parte de la libertad en las últimas semanas. Algunas pueden por fin salir de su apartamento, aunque no aún de sus edificios. Está prohibido salir de casa durante varios días salvo para someterse a una prueba de detección. Y ya no es posible pedir el envío de comida. Las familias temen ser llevadas a centros de cuarentena, incluso si sus tests son negativos, por el simple hecho de tener un caso positivo en el vecindario.

«Nos previnieron que sería necesario dejar nuestras llaves para que puedan venir a desinfectar el apartamento», contó a la agencia francesa de noticias AFP una británica instalada en Shanghái.

Colapso económico

Estas duras medidas amenazan con causar graves daños a la economía del país, la segunda del mundo, y afectar a las cadenas de suministro globales. El índice de compras en abril registró una caída a 36,2%, el segundo nivel más bajo desde que empezaron a compilarse estos datos en 2005 (el primero, 26,5 puntos, se alcanzó en febrero de 2020, en las peores semanas de la pandemia). Cualquier nivel por debajo de los 50 puntos representa una contracción.

Las empresas europeas instaladas en China comienzan a sentir el impacto en su cuenta de resultados. Un sondeo de la Cámara de Comercio Europea en China encontraba que casi un 60% de las compañías que respondieron anticipan una caída en sus ingresos en este país para 2022. Un 77% consideraba que China se está convirtiendo en un destino menos atractivo para invertir.

 

EEUU- China, un nuevo entendimiento, la opinión de Jaime Polanco

La incertidumbre que suscitó la transferencia de poder en la Casa Blanca, los disturbios y la toma por la fuerza del Capitolio de los Estados Unidos parecen hechos ya muy lejanos. Y ya se empieza a ver que la nueva administración Biden comienza a remendar los daños generados por los despropósitos anteriores.

Las primeras órdenes presidenciales así lo indican. Devuelven a la nueva administración a la senda correcta en materia de migración, Medioambiente y cuidados que la pandemia requiere para bajar en nivel de contagios en todo el país.

 

También revive las relaciones con jugadores regionales que Trump había desgastado. El tiempo dirá qué plantean los demócratas al Reino Unido, que quedó bajo el abrazo del oso del anterior mandato, o la Unión Europea que prepara la carta a los Reyes Magos en espera de mejorar las deterioradas relaciones con su antiguo socio comercial.

Pero realmente el cambio clave en la estrategia global de Biden pasa necesariamente por replantear las relaciones con China. El gigante asiático fue el villano favorito de la administración anterior que creó la idea de que todos los males, incluido obviamente el COVID-19, fueron “construidos” por la máquina infernal china.

La estigmatización durante los últimos años del gobierno Trump no ha hecho más que confundir a los países más significativos en la necesidad de tomar partido por unos u otros.

El comercio, la salud, las armas, el cambio climático, la seguridad regional, pasan por un entendimiento real entre ambas súper potencias.

Nadie espera un cambio cultural o político en ninguno de los dos contendientes. El mundo necesita de su entendimiento y respeto, con unas reglas de juego claras y transparentes que permitan confiar en el normal desarrollo de las alianzas futuras. Los retos del siglo en el que estamos, dependerán mucho de cómo sepan entenderse.

Ni los chinos se van a volver de la noche a la mañana, los mayores defensores de las libertades y el libre mercado, ni los norteamericanos querrán verse sometidos a una cultura intervencionista personal y comercialmente.

Cada uno a lo suyo, pero con puentes que permitan desarrollar estrategias que ayuden a mejorar eficazmente los retos tecnológicos que impiden el desarrollo en telecomunicaciones, los desafíos medio ambientales que en gran medida se producen en territorio chino y sobre todo los comerciales, dejando los marcos adecuados, que permitan la libre competencia y reduzcan la famosa geo localización que ha demostrado, no ser útil para nadie en este momento de crisis mundial.

La presencia del gigante asiático es una realidad en muchos puntos estratégicos del planeta. Las inversiones de sus industrias en el desarrollo de las telecomunicaciones e infraestructuras, les convierte en los nuevos jugadores en zonas tan apetecidas como Latinoamérica. Pero lejos de quejarse a su administración correspondiente, las empresas americanas tienen que vencer el miedo de unas inversiones que quizás en algún momento no gocen de la seguridad jurídica que necesitan, pero son necesarias para cumplir con las expectativas de sus accionistas e inversores.

Los discursos conciliadores del Presidente Biden van por ese camino. Esperemos que la purga de la administración anterior no se demore y consigan proponer nuevos ejecutivos con disposición de dialogo franco y abierto con el mundo, especialmente con China.

De la templanza a la hora de manejar estos primeros 100 días, será el nivel de entendimiento global que el mundo necesita, para volver a la senda de crecimiento económico y la recuperación de las libertades individuales.

@JaimePolancoS

Rusia y China se comprometen a disminuir conflicto coreano

En el tercer encuentro en lo que va del año entre los presidentes de Rusia y China, Vladimir Putin y Xi Jinping, además de concretar nuevos acuerdos que promueven la economía, se comprometieron a poner todo lo que esté al alcance de ambos para bajar la tensión del conflicto coreano.

 

Luego de que este lunes, el máximo mandatario de Corea del Norte, Kim Jong-Un enviara un misil que tuvo un alcance de 535 km de altura y 510 km de recorrido, con destino al centro del territorio marítimo de Japón, amenazando que está en condiciones de enviar misiles a cualquier parte del mundo; las naciones más poderosas anunciaron unirse para contrarrestar dichas amenazas.


«Las declaraciones de Pyongyang que pueden atacar cualquier lugar en el mundo son, claro está, un delirio. Pero, aunque hay que tomárselas en serio, no dejan de ser un farol», dijo Alexéi Chepa, vicepresidente de la Cámara de Diputados de Rusia.

En el encuentro, Putin puedo asegurar que el conflicto en la península asiática era una de sus prioridades y no escatimarán esfuerzos para lograr que se respire un ambiente pacífico en dicha región.


«La solución del problema en la península coreana con el fin de garantizar una paz y estabilidad sólidas en el noreste de Asia figura entre las prioridades de la política exterior común», añadió Putin.

Por su parte, el Gobierno chino rechazó que Corea del Norte no acate las resoluciones de la ONU y clama porque se abran canales diplomáticos.


«Urgimos a Corea del Norte que detenga esas acciones … y cree las condiciones necesarias para la reanudación de las conversaciones diplomáticas sobre la pacificación y desnuclearización de la península coreana», expresó Geng Shuang, portavoz del Ministerio chino de Exteriores en rueda de prensa.

Además de comprometerse con el conflicto coreano, los mandatarios de China y Rusia estarán reunidos dos días para estrechar lazos económicos. Se especula que se firmarán una serie de contratos por la suma de 10.000 millones de dólares.