¡Arriba el telón!

Con 1500 artistas de comparsas y delegaciones de todo el país se abrió el XIV Festival Iberoamericano de Teatro de Bogotá Claro. [Fotogalería]

Toda una fiesta carnavalera, invadió la cotidianidad de los bogotanos, dando inicio al XIV Festival Iberoamericano de Teatro de Bogotá Claro. Brasil y Colombia, 36 comparsas nacionales, 6 delegaciones de ferias y fiestas de Neiva, Barranquilla, Pasto, Villavicencio, Ipiales y Mompox, una batucada del Carnaval de Río de Janeiro, 1491 artistas, 3 carrozas, 3 bandas de marcha y toda la alegría de los miles de bogotanos, abrieron el telón de esta fiesta teatral Patrimonio Cultural de la Nación.

Zanqueros, malabaristas, monocicleteros, ruedas humanas, acróbatas, dragones de fuego, estatuas humanas, pregoneros, payasos, diablos, bailarines y demás festivos personajes hicieron parte de un recorrido que ya tiene historia. Así, el abanderado que abró el desfile fue uno de los viajeros del XIV FITB, personajes coloridos y alegres que llevan en sus maletas todas las sorpresas que trae esta fiesta de todos los colombianos. Tras él, entraron bailando los integrantes del Teatro Danza Pies del Sol, con su propuesta “El Beso”, ganadora del Segundo Premio del Carnaval de Negros y Blancos de Pasto.

Y también danzando entraron las marionetas y los 38 integrantes de Omutismo Teatro, quienes estuvieron seguidos de los Pájaros Gigantes de la comparsa del Teatro Nacional, e inmediatamente después la batucada Os Negoes de Brasil retumbó con sus tambores, sus pasos de samba y todo el sabor brasileño, para poner a bailar a todo el público capitalino. Con sus vestuarios brillantes, su alegría, vitalidad y buen ritmo, las 166 contagiosas sonrisas de la Orquesta Juvenil de Baranoa, Atlántico, puso la cuota costeña. Y la Unidad Nacional de Víctimas también se hizo presente para recordarnos que, como decía Fanny Mikey, “todo es posible en la vida, menos la guerra”.

Un poco después la artista pereirana Liar Flower, desfiló subida en sus altísimos zancos y su imponente y hermoso traje azul, como Hombre Pájaro, en representación de la comunidad LGBT. Vientos y percusiones la siguieron, fueron los 100 integrantes de la banda de marcha Guardia Fantasma quienes pusieron la nota alta con su variado repertorio musical, acompañado de impactantes y divertidas coreografías.

Una gran fiesta aérea musical y circense de seres ataviados con alas, largas piernas, cabezas protuberantes y maquillajes fantásticos, divirtieron al público transeúnte con sus habilidades dancísticas, fueron los 38 integrantes de la comparsa Vuelo de Carnaval y Ensueño. Inmediatamente después entraron las Pieles de Acuarela de la compañía Tercer Acto, quienes encantaron a los transeúntes con vestuarios multicolores y mucha alegría.

Luego el turno fue para Il Viandante, cuyo Frenesí de Tambores y marionetas de aves se robaron los aplausos de muchos. Jipiyam y Raspacanilla hicieron bailar a los transeúntes, y después, desde Ipiales, entraron los 135 integrantes de la Familia Ipial quienes nos recordaron a nuestros ancestros indígenas con sus trajes y músicas. Sukundún, de Quibdó, nos trajo un gran despliegue de danzas afros, y los 32 actores de Namasté nos trajeron La danza de los pájaros, grupo que fue seguido de los cachacudísimos personajes de la Comparsa del Disparate, de Ensamblaje Teatro. Y volvieron a retumbar los tambores con Ainjaa y su espectáculo innovador, atrevido y lleno de carácter, que mezcla cumbia, samba y reggae.

Una monocleta, el tricirko, la bici pachanga y el minibike son solo algunos de los integrantes de Zua Zuaa Cirko y su comparsa Tricirko con la cual le hicieron un homenaje a la Bogotá ciclística. Luego los coloridos conejos armados de escobas, baldes y otros materiales cotidianos, de la Fábula de Don Residuo se tomaron la calle. Entonces el turno fue para el Carnaval y Circo del Teatro taller de Colombia, con sus malabaristas, zanqueros, músicos y monociclos.

Desde el Huila llegaron 126 bailarines del Sanjuanero Huilense y sus tradicionales fiestas de San Pedro, quienes iluminaron la carrera séptima con los destellos de los majestuosos trajes típicos, el coqueteo particular de su baile, Patrimonio Cultural del país y con las ya conocidas comparsas sobre mitos y leyendas que siempre acompañan la jovialidad de las fiestas san pedrinas. Entre zancos y majestuosidad llegó Nemcatacoa Teatro con su comparsa Hontybon, un homenaje a los muiscas, la chicha, el maíz y Zhué. Y Chiminigagua no se quedó atrás pues estuvo presente con su Trilogía Muisca.

Hombre Arte Teatro también desfiló, al igual que la comparsa ADN y los 50 integrantes de Araneus quienes nos trajeron La fiesta de las candelas una incandescente comparsa donde encontramos magos, músicos, diablos, chicharroneras y hasta sacristanes. Desde Mompox llegó la gran Delegación de Bolívar que hizo representaciones de sus ferias. Y El gran Maestro del grupo Namasté les siguió la fiesta. Y para terminar con mucha energía la Asunción Marching Band nos contagió con sus pegajosos ritmos, muy de cerca de la comparsa de una marca país que muchos reconocerán, la comparsa de Juan Valdez.

Todo esto ocurrió a través de toda la carrera séptima de Bogotá, en un desfile que llegó a la Plaza de Bolívar donde la batucada brasileña puso a bailar a todo el mundo, llovieron pétalos de rosas en homenaje a nuestras víctimas, Anamarta y todo el equipo del Festival pidieron un aplauso para todo el público capitalino, y donde artistas, espectadores y amigos declararon abierta una fiesta de 17 días donde ¡Todos tenemos que ver!.