El Colegio del Cuerpo, cuando la danza construye futuro

El Colegio del Cuerpo, que nació hace 15 años como una alternativa para los jóvenes de pocos recursos de Cartagena de Indias, es hoy una de las escuelas de danza más prestigiosas de Colombia en una ciudad boyante y turística, pero con grandes focos de pobreza y exclusión social.

El objetivo de su director, Álvaro Restrepo, es proporcionar un crecimiento integral a los jóvenes a través de la danza contemporánea, lo que les ha llevado en estos años a actuar en importantes escenarios de América, Europa e incluso Japón.

“No se trata de formar bailarines, sino de ofrecer otra mirada sobre la vida, ofrecer otra noción de riqueza”, explicó Restrepo, al destacar que bajo esos principios es como el Colegio del Cuerpo se convirtió en un proyecto social.

La escuela nació en 1997 en Cartagena de Indias, una ciudad declarada Patrimonio de la Humanidad por su riqueza histórica y turística, pero donde la mayoría de su población vive bajo el umbral de pobreza.

“Esta es una ciudad muy excluyente, yo creo que los niños y los jóvenes de los barrios populares no tienen muchas alternativas de crecimiento espiritual, de crecimiento de otro orden, de explorar otros mundos”, aseguró Restrepo.

El director de este proyecto está convencido de que “la educación del cuerpo mental, del cuerpo físico, del cuerpo espiritual, tiene implicaciones en todas las esferas de la vida escolar, de la vida familiar, de la vida social”.

Por eso, el propósito es enriquecer ese universo para que los jóvenes “vean otras cosas diferentes a simplemente la rumba, el trago, la droga, las pandillas”.

Los primeros alumnos fueron 450 niños del populoso colegio Inem, en el popular sur de Cartagena.

Desde entonces, según Restrepo, “han pasado muchas cosas, hoy podemos decir que hemos aprendido muchas lecciones, que hemos tenido el privilegio de tocar muchas vidas, de interactuar con muchos jóvenes y ser también testigos de excepción de la transformación de muchos de ellos”.

Además de la compañía y la escuela, el Colegio del Cuerpo trabaja en la actualidad con 140 niños muy pobres en un proceso de educación a través de la danza que busca “darles herramientas para que puedan enfrentar mejor su vida”.

Tras este camino recorrido, Restrepo confesó que no ha sido fácil y de hecho el Colegio del Cuerpo para en estos momentos por una “fragilidad financiera” cinco años después de que un grupo de altruistas donaran un terreno para construir una nueva sede, sin que hoy se haya levantado un ladrillo por falta de recursos.

Aún así, la confianza está puesta en la alianza firmada recientemente con la Universidad Jorge Tadeo Lozano, la que se confía permitirá que el trabajo de estos quince años “se pueda convertir en un verdadero programa piloto para un sistema nacional de danza”, según el director.

“Yo creo que este proyecto es muy viable pues este país es un país muy corporal, que danza”, afirmó.

Actualmente, el Colegio del Cuerpo funciona bajo un esquema de educación no formal que educa a los alumnos en un nivel técnico laboral, pero con la alianza universitaria se espera llegar a un nivel superior y algún día incluso convertirse en maestría.

Otro objetivo de Restrepo es “descender en la cadena formativa hacia el preescolar porque una carrera como la danza o la música necesita iniciación lo más temprano que sea posible”.

Mientras tanto, el Colegio del Cuerpo sigue dando sus frutos, especialmente para los jóvenes cartageneros.

Bajo el lema “Haga parte de este sueño”, el Colegio del Cuerpo ha recibido en quince años unos 8.000 alumnos, la mayoría pertenecientes a los estratos más bajos de la sociedad cartagenera.

Con EFE