Cinco cámaras para unas vacaciones salvajes

Si solemos hacer fotos o grabar vídeo con frecuencia una de las mejores inversiones que podemos hacer es comprar una cámara resistente.

Esta no sólo demostrará ser útil en vacaciones, que es una época propicia para poner a prueba la resistencia de la tecnología. Podremos usarla durante todo el año sin miedo a que un descuido termine con ella. Incluso si es lo suficientemente resistente no habrá problema en prestársela a un niño o a un adulto algo torpe para que haga fotos con ella.

Los celulares resistentes al agua y al polvo no suelen resistir ciertos impactos. De hecho, estos teléfonos incluso crean una peligrosa sensación de confianza, pues sus pantallas, el talón de Aquiles de cualquier terminal, pueden acabar hechas añicos más fácilmente de lo que sospechamos. Por eso, a la hora de hacer fotos en situaciones complicadas lo mejor es optar por una cámara de fotos que sea dura de pelar.

La compacta pero versátil Olympus TG-3


Entre los modelos más interesantes están máquinas como la cámara compacta Olympus TG-3. Aunque su precio es algo elevado, 399 euros, nos parece bastante interesante. Su capacidad de aguante parece ser ejemplar: puede sumergirse 15 metros, soporta temperaturas de 10 grados bajo cero, un nivel de compresión de 100 kilos y caídas a dos metros de altura.

Pero al margen de esto también resulta interesante su luminoso objetivo con una abertura máxima de diafragma f/2 y un modo macro que permite hacer fotos desde una distancia tan espectacular como un centímetro, algo que unido a la posibilidad de capturar varias tomas para ampliar la zona que aparece enfocada en la foto nos permitirá fotografiar detalles verdaderamente minúsculos. Para afinar en las tomas también cuenta con la posibilidad de usar controles manuales. Aunque no graba las imágenes en formato RAW.

Resistente y económica: la réflex Pentax K-50


Otra cámara ideal para los que se toman en serio la calidad de sus fotos es la económica y resistente réflex Pentax K-50. Su cuerpo sellado por 82 puntos aguanta salpicaduras de agua, polvo y temperaturas de hasta menos diez grados, aunque lo mejor es que ofrece prestaciones que están por encima de lo que Canon y Nikon proporcionan en el segmento de entrada. Su precio ronda los 700 euros con un objetivo de 18-55 mm sellado.

Sus características más sobresalientes son su velocidad de disparo de seis fotogramas por segundo, sus 11 puntos de enfoque y un sistema de estabilización mecánica en el cuerpo de la cámara que permite, por ejemplo, estabilizar fotos disparadas con objetivos antiguos. También su visor óptico con una cobertura de un 100% de la escena es sobresaliente.

Finepix S1 de Fuji, para objetos muy alejados


Para los que buscan una máquina resistente a las inclemencias metereológicas que les permita acercarse a objetos muy alejados, Fuji dispone en su catálogo de la primera cámara bridge de zoom largo con resistencia al agua y al polvo: la Finepix S1, que se puede encontrar por menos de 400 euros. Eso sí, la resistencia a los golpes no está entre sus características.

Dotada de un sensor 1 / 2,33 pulgadas con una resolución hinchada hasta los 16 megapíxeles, entre sus mejores cualidades está el objetivo de 50 aumentos que equipa. Este es capaz de cubrir un rango de distancias focales que va de los 24 hasta unos 1.200 mm. Su luminosidad no está nada mal para un objetivo de esa clase: ofrece aberturas máximas que oscilan entre f/2.8 y f/5.6. También es bastante rápida, pues dispara ráfagas de 10 fotos por segundos.

Cuenta con controles manuales y grabación de imágenes en formato RAW. Los que quieran usarla conjuntamente con el móvil pueden hacerlo porque cuenta con conexión wifi de serie. En resumidas cuentas, una máquina indicada para los que quieren hacer fotos de naturaleza por poco dinero sin que la lluvia o una tormenta de arena acabe arruinando su equipo.

Para experimentar ángulos imposibles: GoPro y Energy Sport Cam


Para los que buscan experimentar con una cámara ligera que lo aguanta todo y que les permita lograr fotos con ángulos casi imposibles la opción lógica parece ser comprar una GoPro. Aunque el problema de estas cámaras es que su uso está casi restringido por completo a la práctica de deportes, pues su lente ultra angular hace que no sea precisamente la mejor cámara para retratos o muchos otros tipos de fotografía. Otro problema es su precio. Si no escalamos montañas o hacemos surf cada dos por tres con ella los 249 euros que cuesta el modelo más básico tirarán para atrás a más de uno.

Los que busquen un equipo similar para usarlo ocasionalmente pueden optar por una Energy Sport Cam. Estas cámaras cuentan con casi las mismas características que las GoPro. Su precio está entre los 100 y los 200 euros. Además son compatibles con muchos de sus accesorios. Hemos tenido ocasión de probar la Energy Sport Cam Pro y nos ha llamado la atención la enorme cantidad de accesorios que vienen de serie con ella. Entre ellos una carcasa que permite sumergirla hasta los 60 metros de profundidad.

Encelulares: la gama Xperia de Sony


Si a pesar de todo preferimos no renunciar a hacer fotos con la cámara de un teléfono en ambientes complicados la mejor opción son los Sony Xperia Z1, Xperia Z2 y el Xperia Z1 Compact. Los tres están equipados con cámaras de buena calidad, son resistentes al agua, al polvo y soportan golpes ligeros.

Pero si a pesar de eso queremos blindarlos aún más podemos optar por un protector de pantalla de cristal templado de Luxmovil. Si deseamos mejorar la protección contra golpes hay varias fundas disponibles que lograrán que estos Sony sobrevivan a impactos más o menos fuertes.

Tomado de El Confidencial