2.300 personas que trabajaban para ZeniMax Media -conglomerado matriz al que hace parte Bethesda– ahora lo harán para Microsoft, que compró este grupo en una operación por 7.500 millones de dólares en efectivo.
Bethesda ha sido ampliamente aclamada por la creación de juegos como The Elder Scrolls, Fallout, Wolfenstein, DOOM, Dishonored, Quake o Starfield.
Con este catálogo de lujo Xbox le pone leña al fuego de su competencia con la PlayStation de Sony. De hecho, Microsoft siempre fue muy criticado al no tener títulos exclusivos para competirle a su rival.
“Agregaremos las icónicas franquicias de Bethesda a Xbox Game Pass para consola y PC. Una de las cosas que más me entusiasma es ver la hoja de ruta con los juegos futuros de Bethesda, algunos anunciados y muchos no anunciados, para la consola Xbox y PC, incluido Starfield”, reza el comunicado de Microsoft.
La franquicia de videojuegos siempre tuvo una cercanía cercana con Microsoft y el acuerdo lo denota así. Con este negocio las Xbox Series S y X se lanzarán con un golpe de autoridad. La pre-orden de las consolas de Microsoft está pactada para este martes.
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