Hoy en día, se puede consumir una cantidad cuasi infinita de series y películas en celulares, tabletas, computadoras de escritorio o portátiles y mucho más. Sin embargo, no hay que olvidarse de aquel invento que hizo todo esto posible: el televisor. Es correcto afirmar que sin dicho dispositivo, nuestra actualidad sería muy diferente.
Breve repaso de la televisión a lo largo de la historia
El primer televisor se inventó en 1926 de manos del ingeniero John Logie Baird. Mediante este aparato, consiguió revolucionar el mundo de las telecomunicaciones. Ese mismo año, se comenzaron a transmitir las primeras imágenes en pantalla. Aun así, cabe destacar que la televisión electrónica con la que estamos familiarizados, es posterior. Fue desarrollada gracias al concepto de captador electrónico estudiado por Vladímir Zvorykin y Philo Farnsworth. Con el tiempo, la televisión fue evolucionando, llegando a los distintos países del mundo, yendo del blanco y negro al color, y del silencio al sonido.
De todas formas, en nuestros días, la televisión ha quedado algo desplazada por el surgimiento de miles y miles de plataformas de streaming, o de otros medios de entretenimiento, que permiten acceder a todo tipo de contenido en un mismo lugar. Estamos hablando de plataformas tales como Netflix, Paramount, Amazon Prime, Disney+ y tantas otras.
Habiendo dicho esto, cabe destacar que el televisor, gracias a las modificaciones y transformaciones que sufrió a lo largo de los años, sigue siendo una gran opción al momento de reproducir series, películas o alguna otra clase de programas (noticieros, eventos deportivos, etcétera).
¿Cuál es el televisor del presente y del futuro?
Es verdad que aquellos televisores antiguos, anchos y cuadrados, ya quedaron en la prehistoria, pero ¿qué sucede con los modelos más recientes? Si uno abre cualquier catálogo de electrodomésticos, se quedará asombrado con la pluralidad de opciones disponibles. Claro, los tiempos cambian, y la televisión, como todo, también lo hace.
Uno fácilmente podría sentirse intimidado al querer comprar un televisor nuevo. Millones de preguntas se disparan en la mente de un potencial creador. Por eso, acá facilitaremos la decisión al brindar una recomendación que no defraudará. Así que llegó la hora de subir el volumen y prestar atención, ya que el televisor del presente y del futuro, es el Smart TV.
Para aquellos que no lo conocen, el Smart TV es un televisor inteligente, es decir, se conecta a internet mediante su sistema operativo y así permite a los usuarios que realicen las mismas tareas que antes hacía en el ordenador. Decir esto, igualmente, es rozar la superficie. Es pertinente detenerse, aunque sea brevemente, en todo el potencial de estos dispositivos. ¿Qué se puede hacer, por lo tanto, con un Smart TV?
- Reproducir videos en streaming (es por esta función que muchas personas han dejado de consumir los canales más convencionales).
- Acceder a Internet y navegar al igual que desde una computadora (se recomienda el uso de un teclado, pero no es necesario).
- Jugar a juegos que mantienen entretenidos a chicos y adultos por igual.
- Ver cuáles son las noticias del día para mantenerse informado sobre lo que ocurre en el mundo.
- Consultar el tiempo para salir siempre preparado.
- Ingresar a las redes sociales.
- Mirar películas con tecnología 3D.
- Insertar un dispositivo USB para ver fotos, música y demás cosas.
- Realizar videollamadas (se recomienda Skype, pero es posible con otras aplicaciones).
- Y muchísimo más.
Más allá de este bello abanico de características, nunca está de más analizar las ventajas de lo que se planea comprar. ¿Por qué es mejor tener un Smart TV en lugar de un televisor común y corriente? Echemos un vistazo a los beneficios que puede traer a una persona el tener este dispositivo en su living o cualquiera otra habitación de su hogar.
- No necesitaremos de un ordenador ni de ningún otro dispositivo para realizar las tareas mencionadas previamente, lo que permite ahorrar espacio y dinero.
- Tampoco, utilizar un reproductor, porque podremos ver todo a través de los servicios de streaming, lo cual reduce la cantidad de aparatos y cables.
- Comodidad y diversión para toda la familia.
- Fácil de usar, intuitivo.
¿Qué y dónde comprar?
Por más que uno reconozca su deseo de hacerse con un Smart TV propio, todavía quedan incógnitas sin resolver. Una de ellas es “¿Qué marca y sistema operativo comprar?” Nuestra respuesta es que no debemos preocuparnos, porque con cualquiera de las siguientes opciones estaremos en buenas manos: Samsung (Tizen), LG (WebOs), Sony (Android TV), TCL (Roku OS) y Toshiba (Amazon Fire TV).
Una segunda duda es en dónde comprar, ya que los precios pueden resultar intimidantes y alejarnos del cumplimiento de nuestro objetivo. Es por eso que nos alegra comunicar que hay una forma viable de conseguir televisores Smart TV baratos y es a través del Cyber lunes.
¿Qué significa Ciberlunes o CyberMonday? Ambos términos refieren a un fenómeno reciente muy popular en las redes, en donde se busca fomentar el comercio electrónico. Durante los cyber days se da lugar a ofertas imperdibles. Es en ese momento que encontraremos una selección impresionante de televisores en promoción. ¡No podemos perdernos esta oportunidad única!
A empezar a armar la lista de series y películas…
Una vez que tengamos nuestro televisor instalado, podremos disfrutar de un abanico fascinante de contenido. Por este motivo, la inversión vale la pena. Después de todo, estamos hablando de horas y horas de entretenimiento. No importa qué es lo que nos gusta (el terror, la comedia, los documentales, la animación, el anime), sin duda encontraremos algo que satisfaga nuestras necesidades.
Así que, por más que pueda resultar algo intimidante al principio, la realidad es que hacerse con un Smart TV tiene muchos beneficios. Sólo imaginemos un escenario hipotético donde regresamos a casa o departamento después de un día arduo de trabajo, nos sentamos en el sillón, tomamos el control remoto y encendemos el televisor para ver nuestra serie o película favorita. Quizás no nos cambie la vida, pero sí que hará de ella una experiencia mucho más placentera.