La Carrera Séptima es una de las Calles más transitadas en Bogotá y una de las avenidas más importantes a nivel histórico y coyuntural en la capital. Muy buena parte de la historia de la capital ha tenido como escenario una Carrera Séptima que se presta para innumerables situaciones, de todos los tipos, pues en ella convergen la diversidad cultural y económica. Es imposible concebir a Bogotá sin la Carrera Séptima.
Históricamente, La Séptima cobra un importante valor cuando se convierte en la principal vía de acceso y salida de la joven Bogotá; como arteria clave de la ciudad, era la más importante conexión – si no, la única – entre Bogotá, Usaquén y el Puente del Común, que comunicaba la ciudad con el resto de la sabana Cundiboyacense.
A medida que la ciudad fue expandiéndose desde la Plaza de Bolívar, en todas las direcciones, la Séptima terminó de consolidarse como el principal escenario cultural, social y político de Bogotá; Allí, importantes hitos históricos de la ciudad – como el ‘Bogotazo’ tuvieron lugar, llenando de mística la historia de esta avenida.
Hoy en día, en un duelo entre el respeto por el patrimonio histórico y los problemas de movilidad de la Capital, la Séptima sigue dando de qué hablar: por un lado, las políticas actuales de la Alcaldía y la decisión de peatonalizarla llevan a pensar que el respeto por la diversidad cultural que enriquece la Carrera Séptima es una prioridad para el Estado. Sin embargo, los proyectos de la Primera Línea del Metro o de la Troncal de Transmilenio parecen ser irreversibles. Así, la Carrera Séptima sigue siendo un lugar donde convergen lo cultural, lo residencial, lo empresarial, las clases altas y la pobreza, las políticas sociales y las iniciativas de urbanización; sigue siendo el lugar en que se refleja la caótica riqueza de Bogotá.
* Este es un proyecto académico de la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Sabana.