Si en una ciudad como Bogotá se usara más la bicicleta habría gente por todas partes, lo que haría que el ambiente se volviera más agradable e incluso contribuiría a que la capital fuera más atractiva.
Esta consideración la hizo el holandés Stefan Bendiks, quien presentó su libro Cicloinfraestructura (Fietsinfrastructuur), que trata sobre las ventajas de este medio de transporte, y cuya traducción fue realizada en el país por la Editorial de la Universidad Nacional de Colombia.
Durante la presentación de su obra en la Feria Internacional del Libro, el arquitecto comparó la cicloinfraestructura de Holanda con la de Bogotá, ya que aunque tienen un tamaño similar, la primera tiene mayor cantidad de habitantes, pues alcanza los 17 millones, y ya cuenta con 35 mil kilómetros de ciclo ruta.
En ese país, el 26 % de todos los viajes se realizan en bicicleta. En un día normal en Holanda, cinco millones de personas pedalean y hacen alrededor de 14 viajes diarios.
“No solo van al trabajo, también a la tienda o a visitar un amigo. Además, dos tercios de los holandeses asocian bicicleta con la felicidad, mucho más que cualquier otro medio de transporte”, resaltó.
Sumado a esto, menciona cómo el uso de la bicicleta contribuye a la economía. En Holanda los dueños de las tiendas se dieron cuenta de que las personas en bicicleta son muy buenos clientes, puesto que gastan más dinero en comida saludable que los conductores de carros.
“Sufrimos de obesidad porque no nos movemos y comemos demasiada comida, la bicicleta es una manera muy interesante de hacer ejercicio de manera diaria. Está comprobado que los holandeses van mucho menos al gimnasio que los americanos”, sostuvo el urbanista.
La bicicleta se ha convertido en una forma sencilla de hacer ejercicio; incluso, las compañías de seguros holandeses ven su potencial para reducir los costos y cuidados de salud.
Potencial sobre ruedas
“He viajado mucho en Bogotá por estos días y creo que la relación de la infraestructura con la ciudad no es muy positiva, y esa no es la manera más inteligente de lidiar con la movilidad”, expresó Stefan Bendiks, director de Artgineering, una oficina para la investigación y el diseño que combina ciclismo y planeación urbana.
El arquitecto resaltó que las bicicletas tienen un gran potencial porque ofrecen la posibilidad de mejorar la movilidad en la ciudad, contrario a los carros que ocupan mucho espacio, contaminan y hacen ruido; y aunque el trasporte público es mejor que un carro individual, también son de gran tamaño.
“El TransMilenio es una estructura inmensa y hace muchas paradas. Por el contrario, la bicicleta es pequeña, muy inteligente y efectiva para resolver estos problemas en la ciudad”, añadió.
Resaltó que aunque Bogotá es una ciudad con energía y llena de vida, hay muchas calles aburridas porque no hay personas en el espacio público.
Este medio de trasporte disminuye los trancones, la contaminación, el dióxido de carbono y las partículas de hidrocarburos.
Stefan Bendiks explica todas estas ventajas en su libro Cicloinfraestructura, que también fue traducido en colaboración con la Universidad de los Andes y la Embajada del Reino de los Países Bajos.
De su experiencia en Bogotá cuenta que, al trasportarse en carro, sintió que perdió mucho tiempo debido a los trancones, y que no era posible abrir la ventana por la gran cantidad de contaminación.
“En la calle le pregunté a una chica por qué le gustaba montar en bicicleta y me dijo que es lo más cercano que puede llegar a volar”.
En el libro se menciona que la bicicleta también es un medio de trasporte eficiente para varias distancias. Las personas optan por caminar hasta un máximo de 5 kilómetros, luego de eso la bicicleta se vuelve una mejor opción hasta recorridos que alcanzan los 18 kilómetros.
Enfatizó además que al masificarse el uso de la bicicleta hay que pensar en una infraestructura que le sirva a este medio de trasporte. Entre los retos principales está la adecuación de suficientes parqueaderos, evitar que se produzcan trancones y hacer que los ciclistas cumplan las reglas.
Entre las soluciones se incluyen glorietas exclusivas para bicicletas, rampas con menor inclinación, parqueaderos adecuados en todas las estaciones de tren e incluso espacios dentro de cada vivienda diseñados para guardarlas.