Sin lugar a dudas la almohada es el complemento ideal para un descanso verdaderamente reparador. No obstante, la poca información existente al respecto hace que desconozcamos los reales beneficios de este accesorio creado para descansar mejor reducir el agotamiento acumulado durante todo el día. Ignoramos por ejemplo, que al apoyar el cuello en una almohada adecuada, la nuca se relaja, la columna vertebral se endereza y los músculos se distensionan, lo que lleva a un sueño reparador.
Sin embargo, cuando se toma conciencia sobre la importancia de la almohada, el usuario se encuentra con un universo de posibilidades que hacen casi imposible la tarea de elegir la correcta, aquella que se ajuste no solo a sus gustos, sino a sus necesidades reales de descanso. A la hora de tomar una decisión correcta, es necesario tener en cuenta aspectos como la postura al dormir, los materiales y la sensibilidad de la piel, de tal forma que la almohada más que un accesorio, se convierta en un aliado del descanso natural.
Almohadas a la medida
Las almohadas no forman parte de una moda o una tendencia. Tampoco son algo nuevo pues en las tumbas de los faraones ya se evidenciaba su uso al descubrirse cómo tallaban la madera para obtener una especie de apoyo de forma rectangular. Por otro lado, los antiguos chinos utilizaban almohadas de materiales como el bronce o el bambú que decoraban con dibujos de diversas figuras. Los griegos y los romanos, incorporaron materiales como la paja y las plumas para hacer sus almohadas, pero fue realmente durante el Medioevo cuando las almohadas fueron utilizadas de forma permanente para descansar y apoyar la cabeza, para reposar las rodillas durante la misa o para colocar ciertos objetos.
En la actualidad, los expertos sugieren no evitar su uso, ya que la cabeza necesita un apoyo para que la columna vertebral mantenga una posición natural al acostarse. De ahí la importancia de seleccionar una almohada acorde con la posición que se adopta al dormir.
Si la persona duerme de lado, se recomienda medir el grosor que hay entre su cuello y el hombro, escogiendo de esta manera una almohada que rellene este espacio, así el cuello estará al mismo nivel del eje de la columna y no se apoyará sobre el mismo, provocando malestares. Si se duerme boca arriba es aconsejable buscar una almohada de dimensión media, para que sostenga el cuello y la cabeza que deben ir alineados con la columna vertebral. Si se prefiere dormir boca abajo, lo ideal es comprar una almohada blanda de un material fino, como por ejemplo de plumas de pato o sintéticas, que se acomodan la forma de la cabeza y no ocasione dolores musculares.
De la soya a la fibra
Los materiales también resultan fundamentales cuando de elegir almohada se trata. Actualmente el mercado colombiano, ofrece una gran variedad de almohadas, entre las que se destacan:
Almohada de soya que se adecua a los diferentes puntos de presión de la zona cervical, ayudando a obtener la postura correcta.
Almohada de látex, que gracias a sus celdas de circulación de aire dan frescura durante la noche.
Almohada de pluma de pato, que se caracteriza por la suavidad de las plumas.
Almohada de fibra sintética, que evita diferentes tipos de alergias.
Según, Armando Caycedo, Gerente de Americana de Colchones, “es necesario tener en cuenta que las almohadas sean fabricadas en sitios reconocidos que ofrezcan condiciones de salud y bienestar al usuario. En este sentido deben incorporar antiácaros, antimicóticos y antibacteriales que garanticen una frescura higiénica. Así mismo, sus materias primas deben ser libres de sustancias nocivas, que causen problemas sobre todo a las pieles más sensibles”.
Se debe tener en cuenta que una almohada de mala calidad le puede causar dolores de cuello, cabeza, espalda y otros problemas de salud. Asimismo, se recomienda usar siempre un protector interior y una funda exterior que pueda ser retirada semanalmente para un correcto lavado que asegure su bienestar y el de su familia.