‘Renjifo’, la historia del biólogo con el archivo más extenso de Colombia

Juan Manuel Renjifo, biólogo colombiano

Juan Manuel Renjifo es un biólogo de 75 años que tenía en su poder el archivo fotográfico de flora y fauna más extenso que se conozca en Colombia. Sin embargo, esa cantidad de fotografías estaban acumuladas en su discreto hogar a las afueras de Bogotá y solamente hace menos de un año lograron un destino nuevo para ampliar su alcance.

En RTVC Play se puede conocer su historia con el documental Renjifo, en el que se pudo saber de la existencia de más de 350 mil fotografías que tiene el biólogo sobre especies que se han declarado extintas y otras de las que ni siquiera hay otro tipo de registro distinto.

Él y su esposa Patricia eran los guardianes de este material, que sigue nutriéndose cada día y está en una fase de divulgación para que los colombianos y el mundo entero se enteren del tipo de seres vivos que los acompañan.

El amor por la fauna le surgió a Renjifo con su papá que fue médico y le tenía un interés especial. Eso lo heredó y desde entonces -a comienzos de la década de los 70- no ha parado de caminar los ecosistemas colombianos con alguna cámara fotográfica para capturar animales y paisajes.

Renjifo se conoció con Gustavo Espíndola y José Miguel Amín en una expedición que los documentalistas hicieron en el Vichada, donde también buscaban algunas especies. “Hubo una conexión particular porque yo también ando con cámara. Además, yo había llevado muchas cosas de comer y él llegaba a hablar, pero también a comer. Duramos así 15 días”, expresa Gustavo, productor del documental.

Después de la expedición tuvieron que pasar 10 meses para que los documentalistas asistieran a la invitación que Renjifo les hizo a su casa en Fusagasugá (Cundinamarca), donde él tenía el archivo extenso y ahí fue cuando se encontraron con un personaje que amaba y vivía por y para la fauna colombiana.

Estando en su casa, Renjifo les dijo que ese archivo lo querían desde otros países, pero que su deseo era que se quedara en Colombia. Fue entonces cuando hace seis años comenzaron el documental, que duró 5 años de rodaje.

“Hay un compromiso con la labor de documentalista de preservar la memoria del país y reconocer a esas personas que inspiran a otras para hacer ciencia”, explica Gustavo.

Mientras revisaban el archivo y hacían el documental, descubrieron tesoros como una fotografía inédita de una rana en Paez (Cauca) de la que no se tienen antecedentes o referentes de cualquier tipo. También de un renacuajo que inicia su vida con aproximadamente 20 centímetros y a medida de que envejece se va encogiendo hasta tener la forma de una rana pequeña.

“¿Qué dibujan los niños en el colegio? El león, la jirafa, la cebra… Pero Colombia está llena de unos animales increíbles que están retratados en las fotos del profesor, nos sorprendimos mucho con eso y descubrimos los detonantes de las historias. En algunos casos los documentalistas se centran en cómo resolver o contar un conflicto, pero más allá hay unas imágenes poéticas y en Renjifo vimos un personaje apasionado y una historia que tenía que desarrollarse sola”, señala Gustavo.

Aunque el documental comenzó con la idea de centrarse en la figura de Renjifo, con el tiempo se fue viendo la posibilidad de expandirlo a lo que iba a pasar con él, con su esposa y el archivo. En las imágenes se ve notable el amor entre él y su esposa y el amor que ambos le tienen a la naturaleza.

“En esos 5 años uno se vuelve amigo y familia. Después del documental sigo viajando con él, haciendo contenido para niños de la Biblioteca Luis Ángel Arango”, relata Gustavo.

Renjifo como producto audiovisual se desenvuelve en una relación profunda del apego a un legado que se quiere dejar. Son 5 décadas de un biólogo queriendo descubrir de cerca a qué se refieren con que Colombia sea el segundo país más biodiverso del mundo, a encontrar esas pruebas.

Sin embargo, en esa búsqueda del desapego al archivo, se entremezcla cierto relato íntimo que gana fuerza entre los dos protagonistas y se concluye como un cuento de hadas, con el final feliz. Finalmente, este archivo por el que tanto se trabajó llegó a las manos de la Biblioteca Luis Ángel Arango y se espera que con ello los colombianos también tengan las pruebas de la biodiversidad de la que tanto se habla en los libros de ciencias naturales.

“Que Colombia sea el segundo país más biodiverso para mí es una desventaja, porque no hay políticas que enseñen con quién conviven; que si boto algo, puedo matar a una ranita. Si no tenemos una relación estrecha con la naturaleza no sirve tener esa biodiversidad”, opina Gustavo.

En el relato íntimo se destaca Patricia, una ilustradora encargada de ponerle un poco de orden al archivo que acumula Renjifo y su acompañante por todos estos años. También estremece registro de ambos en una adultez sobria que supera los 70 años y queriendo dejar un testimonio para evitar que las generaciones venideras se pierdan de la convivencia con estos animales.

“Al inicio se buscó personaje y después somos amigos. Uno debe tener ética porque hay casos en los que dejan mal a los personajes o quedan mal las relaciones con ellos. Ellos nos dan la vida y la intimidad. Yo no se lo daría a nadie, así que hay que valorarlo con unos límites en la narración”, dice Gustavo respondiendo a cómo logró ganar la confianza del profesor y Patricia.ç

Más allá del logro que fue culminar con un documental, la película logró ganar la competencia de mejor largometraje nacional en Festiver, el Festival de Cine Verde de Barichara. Un día antes de saberse ganador, Gustavo le proyectó el estreno de la película a Juan Manuel por videollamada. Esto también es señal del bienestar de la relación entre ambos, que es importante para la armonía que el relato transmite.

Gustavo Espíndola en Festiver (Cortesía)

“Uno no puede ser arrogante con la vida ni con el poder de la cámara. Uno tiene que saber qué grabar. A veces grabo cosas solamente para mí. Con los años uno conoce de los problemas económicos, de salud, anhelos y todo eso y viceversa. Como ellos sueltan, uno debe soltar”, afirma Gustavo.

Al final Renjifo termina con un homenaje a José Amín, el director que falleció el año pasado cuando el documental iba en su recta final. “Me hubiera gustado grabarlo más porque tengo el dolor de su pérdida, de esa amistad”, concluye Gustavo.

Renjifo dura 52 minutos, está disponible en la plataforma por ‘streaming’ de RTVC Play y puede verse de manera gratuita.

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*Foto: Cortesía

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