El dirigente opositor venezolano, Juan Guaidó, se ha mostrado crítico en las últimas semanas con la posición del Gobierno colombiano, encabezado por el presidente Gustavo Petro, que desde su llegada al poder ha recompuesto las relaciones con Maduro. Estas críticas se han recrudecido tras su controvertida salida de Venezuela, después de que las autoridades colombianas ordenasen su salida.
Petro, según Guaidó, “se puso de lado de la dictadura, no de los perseguidos políticos”. Le ha reprochado que en las varias veces que ha visitado Caracas como presidente no tuviese “un minuto” para reunirse con víctimas de Derechos Humanos” y que, ahora, su ministro de Exteriores, Álvaro Leyva, “mienta”.
Guaidó ha afirmado que el canciller colombiano “miente” cuando le acusa de tener otro billete comprado antes de cruzar la frontera para irse a Estados Unidos –“el único pasaje que compré es de Cúcuta a Bogotá, el cual no pude abordar”, ha dicho– y ha asegurado que llegó a Colombia “caminando por un puente”.
Sin embargo, no ha entrado en más detalles sobre su salida. “Debo proteger a quienes me llevaron” a la frontera, porque si sus nombres se hiciesen públicos “van presos mañana”, ha advertido Guaidó.
Sobre su interés en implicarse en la conferencia internacional organizada por Petro para hablar de Venezuela, y a la que estaban invitados delegaciones de Estados Unidos y la Unión Europea, ha afirmado que sólo quiere que “se escuche” a la oposición: “No permitieron que se escuchara mi voz en Colombia”.