La Policía de Texas (EEUU) ha identificado e imputado por homicidio al hombre que este domingo atropelló a una veintena de personas junto a un centro de Brownsville, Texas, cerca de la frontera con México, en un accidente que se saldó con ocho fallecidos.
Se trata de George Alvarez, de 34 años, que según la investigación perdió el control de su vehículo a las 08.30 hora local de este domingo, saltándose un semáforo y embistiendo con su coche a 18 personas que esperaban al autobús en una parada. En un principio trató de huir del lugar del accidente, pero fue retenido por varios testigos hasta que llegó la Policía.
Las autoridades no descartan que se trate de un atropello intencionado, según informa la cadena NPR, aunque por el momento se le imputan ocho casos de homicidio y diez cargos de asalto agravado con un arma mortal, por el resto de heridos.
El director ejecutivo del Centro Ozanam de migrantes de Brownsville, Victor Maldonado, ha explicado que las víctimas eran solicitantes de asilo –la Policía ya había confirmado que eran todos varones y que al menos algunos de ellos eran nacionales de Venezuela–.
Maldonado ha confirmado que los fallecidos se estaban alojando en el centro desde su llegada a Estados Unidos, y también ha asegurado que tratarán de ayudar en todo lo posible a los heridos y sus familias.
El Ministerio de Exteriores de Venezuela ha instado al Gobierno de Estados Unidos a investigar en “profundidad” lo ocurrido, en un mensaje en el que alude a informaciones “preliminares” que apuntan al origen venezolano de los fallecidos.
Caracas quiere “descartar cualquier intencionalidad relacionada a las prácticas de odio y xenofobia contra el pueblo venezolano que se han expresado en el pasado”, en la medida en que lo considera “producto de una cultura de violencia e intolerancia promovida por sectores extremistas de la política y la sociedad estadounidense”.