Fuera de servicio
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Encuentran un feto en el baño de un colegio en Bogotá y no saben si es de una funcionaria, estudiante o persona visitante.
Hay tanto por decir… pero me enfocaré en los baños.
Los baños escolares son territorios de frontera dentro del orden escolar donde las reglas parecen no aplicar de la misma forma que en el resto de la escuela.
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En ellos, los estudiantes encuentran un respiro de la vigilancia institucional. Son espacios de confidencias, historias y secretos.
En los baños pasan cosas que no ocurren en las aulas, desde la experimentación con el cuerpo y la sexualidad hasta pactos de amistad, violencia silenciosa y el eco de conversaciones prohibidas.
En los baños escolares la resistencia cobra vida, se trata del único espacio dentro de la escuela donde los estudiantes pueden experimentar una suerte de libertad no regulada, aunque sea momentánea, dónde escriben lo que piensa y sienten.
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En los baños no hay cámaras, no hay profesores controlando cada gesto. Allí, se configuran dinámicas sociales que a menudo reflejan los problemas estructurales del mundo exterior como exclusión, jerarquías de poder, violencia de género y silencios impuestos.
Deberían los adultos compartir el baño con los estudiantes?
En la cultura pop adolescente, el baño siempre está presente en las películas de high school, es el refugio de la chica que llora por un desamor, el escondite del estudiante que huye del bullying, el punto de encuentro clandestino de los que desafían. En Euphoria, es donde Rue se esconde para consumir drogas, en 13 Reasons Why Hannah sufre agresiones.
La necesidad de un espacio propio para cada grupo etario es fundamental en la construcción de la identidad y la seguridad emocional. Obligar a niños-niñas y adolescentes a compartir estos espacios con adultos desdibuja los límites personales y puede generar incomodidad, ansiedad y vulnerabilidad.
La convivencia forzada entre estudiantes y adultos en baños compartidos puede generar situaciones de abuso, coerción o exposición a prácticas inadecuadas para ciertas edades. No es paranoia, la realidad es que se presentan casos de acoso y abuso en los baños.
La educación sexual es necesaria siempre, siempre.
Neuropsicóloga