Más de 9.000 niños y adolescentes se han visto afectados en las últimas semanas por la mayor oleada de gastroenteritis causada por ingestión de alimentos contaminados registrada hasta ahora en el este de Alemania.
Más de 9.000 niños y adolescentes se han visto afectados en las últimas semanas por la mayor oleada de gastroenteritis causada por ingestión de alimentos contaminados registrada hasta ahora en el este de Alemania, informó el Instituto Robert Koch (RKI) de virología de Berlín.
Los afectados, al menos 9.400, evolucionan favorablemente, pero los expertos siguen sin saber si fue un virus o una bacteria el desencadenante de este brote de gastroenteritis, aunque coinciden en afirmar que el origen se encuentra en la comida servida en los comedores escolares.
Los colegios y parvularios de Berlín y el sur de Turingia han renunciado de manera preventiva a servir los alimentos preparados por la empresa Sodexo, la mayor del sector y con distribución en todos los centros afectados.
Brandeburgo es el estado más afectado, con 2.896 casos, seguido de Sajonia (2.880), Berlín (2.223), Turingia (913) y Sajonia-Anhalt (50).
Un total de 23 personas tuvieron que ser hospitalizadas, aunque no hubo complicaciones, por lo que pudieron ser dadas de alta al poco tiempo.
Según el RKI, la situación se ha normalizado después del pico registrado a mediados de la semana pasada.
Al parecer, los primeros casos de gastroenteritis se habían registrado ya el 19 de septiembre en Sajonia, es decir, más de una semana antes de que se hablara oficialmente de una oleada de enfermos.
No obstante, el instituto virológico señala que es posible también que estos primeros casos no tengan nada que ver con el posterior brote.
La compañía Sodexo, que cuenta con 17.000 empleados, gestiona unas 30 cocinas industriales repartidas por Alemania y que alimentan a unos 150.000 niños y adolescentes en centros escolares germanos.
Un portavoz de Sodexo subrayó que la empresa, fundada en 1992, no había tenido hasta ahora un solo problema sanitario y que sus especialistas buscan el origen de la contaminación alimenticia.
Mientras, la Oficina Federal de Protección del Consumidor y Seguridad Alimentaria ha creado un grupo de trabajo con la participación del RKI, el Instituto Federal de Evaluación de Riesgos y representantes de las respectivas autoridades regionales, para determinar cuanto antes el origen de la infección.