A pesar del paro Bogotá no colapsó

A pesar de incidentes aislados en el sur de la ciudad, el paro de transportadores convocado por Apetrans para este lunes transcurrió sin mayores traumatismos en el resto de Bogotá. La jornada de protesta hizo que aumentara la demanda en el SITP.

La jornada de paro que había sido convocada para este lunes 20 de octubre transcurrió en relativa calma. Hasta las 6 de la tarde el número de detenidos por bloquear las vías no pasaba de las 10 personas, anunció la Policía Nacional. Sin embargo, el número de buses del Sistema Integrado de Transporte Público (SITP) fue de 40. El paro fue convocado para protestar por el Decreto que reglamenta la medida de Pico y Placa para buses de transporte público.

Al respecto la administración distrital indicó que esas vandálicas habrían sido financiadas por algunos transportadores en aras de generar caos en la jornada de protesta. Los bloqueos realizados a las vías tuvieron como escenario ciertos lugares neurálgicos del sur de la ciudad como la Avenida Primera de Mayo con Avenida Boyacá o las inmediaciones del Portal Banderas; las reacción de la Policía Metropolitana permitió que no pasaran a mayores estas acciones y que no hubiera desmanes.

Una de las consecuencias que no esperaban quienes convocaron el paro fue que el SITP, Transmilenio y algunos particulares que no se sumaron a la jornada de protestas, pudieran cubrir la demanda de pasajeros sin mayores problemas. Fue notoria la descongestión en algunas vías neurálgicas como la Carrera Séptima que presentó mayor agilidad y rapidez en los desplazamientos.

El aumento del uso del SITP, que fue de un 30% según cifras de la Secretaría de Movilidad, hizo que muchos de los bogotanos que estaban siendo renuentes a usar los buses azules y los híbridos tuvieran que acceder al sistema. La jornada de paro logró que queriendo, o sin querer, muchos capitalinos conocieran de primera mano el funcionamiento de un sistema cuya implementación ha sido uno de los dolores de cabeza de la administración distrital.

Para José Valero, usuario transporte público, la jornada le permitió probar los buses azules “Yo vivo en el sector de Bolivia y un día normal el recorrido por la calle 63 desde la Avenida NQS hasta la Séptima toma unos 40 minutos, hoy en el bus azul me tomó 20 minutos”.

Para esta semana está programada otra jornada de protesta en contra del servicio público de transporte por cuenta de una “colatón” el próximo miércoles 22 de octubre. La convocatoria invita a que los usuarios de Transmilenio ingresen al sistema y hagan uso de este sin pagar el dinero correspondiente al pasaje, esto con el ánimo de rechazar el incremento en cien pesos de la tarifa.