Absuelto Plazas Vega

La Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia emitió fallo absolutorio a favor del coronel (r) Luis Alfonso Plazas Vega, en el proceso que se le adelantó por su responsabilidad en la desaparición de 11 personas, durante la operación de recuperación del Palacio de Justicia, el 6 y 7 de noviembre de 1985.

Al resolver el recurso de casación, el alto tribunal determinó que no existen pruebas que vinculen directamente al ex comandante de la Escuela de Caballería con la desaparición del administrador de la cafetería, Carlos Augusto Rodríguez y la guerrillera Irma Franco.

La Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia avaló la ponencia del magistrado Luis Guillermo Salazar Otero, quien argumentó que pese a que se tiene certeza que estas dos personas salieron con vida del Palacio de Justicia rumbo a la casa del Florero, y desde ese momento se desconoce su paradero, no existen pruebas de la responsabilidad directa del coronel en su desaparición.

Por consiguiente, el alto tribunal emitió fallo absolutorio a favor del coronel retirado, en el proceso que se le adelantó por su responsabilidad en la desaparición de 11 personas durante la operación de recuperación del Palacio de Justicia el 6 y 7 de noviembre de 1985.

Además por la cadena de mando se determinó que las ordenes de la operación de recuperación provenían del comandante de la Brigada XIII del Ejército, general Jesús Armando Arias Cabrales -condenado a 35 años de prisión por estos mismos hechos- por lo que no tenía el poder para ordenar el traslado de las personas que salían de la edificación.

El oficial fue condenado por el juzgado tercero especializado de Bogotá a 30 años de prisión por el delito de desaparición forzada agravada de siete trabajadores de la cafetería, tres visitantes ocasionales y la guerrillera del M-19. Fallo que fue confirmado parcialmente por la Sala Penal del Tribunal Superior de Bogotá al resolver el recurso de apelación.

Aunque el Tribunal, a diferencia del juez, lo condenó solamente por la desaparición del administrador de la cafetería y la guerrillera tras considerar que existían pruebas para inferir que salieron con vida del Palacio de Justicia junto a la casa del Museo del Florero donde se ubicó el puesto de mando del Ejército.

Estas dos personas habrían sido trasladadas en horas de la noche por militares al Cantón Norte y el Batallón Charry Solano, en el sur de Bogotá donde fueron sometidas a torturas para que reconocieran su participación en la toma guerrillera. Posteriormente fueron asesinados y desaparecidos.

La tarde del 6 de noviembre de 1985, el entonces coronel, pronunció una de las frases claves durante la operación de recuperación del Palacio de Justicia. El oficial fue el encargado de dar un balance de las acciones que se estaban adelantando para la liberación de los rehenes.

Ante una de las preguntas de los periodistas, frente a las instrucciones que dadas por los altos mandos de la Fuerza Pública para recuperar la edificación, el coronel Plazas Vega respondió: “Mantener la democracia, maestro”.

“Aquí no van venir ellos a asustarnos a atentar contra ninguno de los poderes y rama del poder público. Esto es un atentado contra la Rama Jurisdiccional, y eso hay que dejarlo muy claro. El Ejército está en condiciones de mantener las ramas de poder público funcionando perfectamente porque esto es una democracia”, precisó.

Aseguró que entró con los tanques al Palacio de Justicia porque fue la instrucción que le dieron. “Sencillamente recibí fuego de todas partes” lo que permitió el ingreso de las unidades a la edificación “el comandante de la Brigada dirigió la operación y la continua dirigiendo”.

Frente a la solicitud del presidente de la Corte Suprema de Justicia, Alfonso Reyes Echandía de cesar el fuego indicó que “si a mí me disparan yo respondo al fuego. Yo entré con mis carros y me recibieron a fuego y disparé, no sé ¿Qué haría usted?” Durante minutos y 51 segundos el oficial dio detalles sobre el operativo, un balance de las bajas y los rehenes liberados.