Activistas hispanos expresaron su deseo de que el Tribunal Supremo de Estados Unidos falle a favor del matrimonio gay, una decisión que podría resultar vital para muchos de los casi 300.000 inmigrantes en los que se cifra los homosexuales en situación irregular.
Estos hispanos hicieron oír su voz cuando el Supremo escuchó a detractores y defensores de la Propuesta 8, la enmienda que prohibió los matrimonios gais en California.
Además, el tribunal estudiará el miércoles el caso sobre la Ley de Defensa del Matrimonio (DOMA), que define el matrimonio como la “unión entre un hombre y una mujer” e impide, por tanto, que los homosexuales casados en los nueve estados donde es legal logren reconocimiento y beneficios fiscales a nivel federal.
“La decisión del Tribunal Supremo tiene importancia particular para los latinos homosexuales en familias inmigrantes porque, con la situación actual, se les impide solicitar la residencia permanente o la ciudadanía, pese a que su pareja sea ciudadano”, indicó en un comunicado el Consejo Nacional de La Raza (NCLR).
En opinión de su presidenta, Janet Murguía, “no hay comunidad que le ponga más valor a la familia que la comunidad latina”, por lo que no se debe separar a las familias -ya sean heterosexuales u homosexuales- en base a “su estatus migratorio, su orientación sexual o cualquier otro motivo”.
“Para nosotros, la familia sigue siendo familia aunque sea encabezada por dos papás o dos mamás, y debemos hacer todo lo posible para proteger a las familias y mantenerlas juntas”, concluyó la presidenta del NCLR.
A principios de marzo, un estudio publicado por el Instituto Williams, de la escuela de Leyes de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), determinó que el 2,5 % del total de inmigrantes indocumentados latinos son homosexuales, bisexuales o transexuales.
El informe estimó en más de 900.000 el número de inmigrantes adultos de cualquier procedencia que se sienten atraídos por individuos del mismo sexo, de los cuales 637.000 tienen en orden su estatus migratorio y 267.000 se encuentran en el país en situación irregular.
“La decisión sobre el matrimonio homosexual tiene mucha relación con la reforma migratoria. Es un tema que nos afecta a todos y se trata de un solo problema, no de dos separados, porque (los latinos) somos una sola comunidad”, explicó Jersay Redondo, un latino homosexual de Phoenix (Arizona) concentrado frente al Supremo.
“Estamos aquí para representar a la comunidad inmigrante en esta lucha. Los problemas de la comunidad LGBT (lesbianas, gais, bisexuales y personas transgénero) son también los problemas de los inmigrantes”, remachó Redondo.
Junto a él, varias decenas de hispanos formaron parte de la multitud congregada ante el Supremo para presionar en favor de una resolución que avale la constitucionalidad de los matrimonios homosexuales.
“Se ama a las personas, no al estatus. Reforma migratoria inclusiva con LGBTQ”, “El matrimonio es amor, compromiso y familia” o “Estamos del lado del amor” eran algunos de los carteles que podían leerse.
“Venimos a apoyar el matrimonio homosexual porque somos muchos los latinos que estamos a favor. Venimos desde Baltimore (Maryland) y nos levantamos a las siete de la mañana para estar aquí”, dijo Ana Gómez, quien acudió a Washington junto a su compañera, Nancy Cañas, portando ambas un cartel en el que podía leerse en español: “¡Sí!, acepto. El derecho al matrimonio para todos”. Marc Arcas