Agente de policía pedía casi 2 millones de peso para no efectuar judicialización

Un juez de control de garantías decidió imponer la medida de casa por cárcel al patrullero de la Policía, Diego Armando Sosa Ávila, el cual extorsionaba a un joven en Bogotá. El uniformado habría exigido casi $2 millones de pesos para no judicializar al joven por el porte de marihuana.

Los hechos se presentaron hace una semana cuando el joven departía con amigos en uno de los bares de la zona rosa de Bogotá y fue retenido por porte de marihuana por un patrullero de la Policía del CAI El Virrey.

Según el joven detenido, el policía le pretendía recibir el monto de $1.800.000 a cambio de dejarle en libertad y no judicializarlo. Bajo esa condición, el policía Diego Armando Sosa, permitió que el joven se fuera quedándose con su teléfono celular y documentos de identidad.

Al conocer la denuncia, investigadores del Gaula interceptaron las líneas telefónicas del policía, que inicialmente se hizo pasar como el cabo García, para que su víctima no pudiera identificarlo. El uniformado realizo 20 llamadas telefónicas sirvieron como sustento para que se dictara una orden de captura en contra del uniformado.

El abogado Mario Andrés Aldana, defensa del extorsionado, hizo entrega de los audios de llamadas donde era evidente que el patrullero llamaba a diario al joven para exigirle suma acordada.

Ante las evidencias, Sosa Ávila aceptó que estaba extorsionando al joven y fue declarado culpable del delito de extorsión agravada y consumada.

Asimismo, aunque ya se dictó sentencia al uniformado, la investigación continúa para esclarecer si el patrullero actuó en complicidad de más policías.