A un mes de que termine la administración del alcalde Gustavo Petro el Instituto de Desarrollo Urbano generó un espacio de reflexión para hablar sobre la situación de la malla vial de la capital. Un balance agridulce que deja ver los retos que afrontará la entrante administración de Enrique Peñalosa.
El IDU es la entidad que se encarga de llevar adelante los proyectos de desarrollo y renovación urbana en Bogotá. Desde sus oficinas se han llevado a cabo obras cruciales para la capital como la peatonalización de la Carrera Séptima o el intercambiador de la Avenida NQS con calle Sexta. Sin embargo, también ha sido el sitio desde el que en administraciones pasadas se llevó adelante gran parte del llamado Carrusel de la Contratación.
Faltando poco menos de un mes para que Gustavo Petro termine su periodo como alcalde la capital, esta entidad llevó a cabo un foro en el que muestra el estado de la malla vial bogotana y plantea los retos que debe enfrentar su mantenimiento y ampliación.
A pesar del optimismo mostrado llama la atención que si bien el 40% de la malla vial bogotana se encuentra en buen estado, otro 40% está en mal estado y 205 se puede calificar como regular.
Esto quiere decir que el 60% de la red vial bogotana requiere reparaciones, además del mantenimiento de la totalidad de esta. Esto genera que haya problemas serios como mayores tiempos de desplazamiento, baja productividad, mayor accidentalidad y mayores costos de mantenimiento de los automotores.
Para subsanar ese problema se necesitarían 10 billones de pesos que aún no está claro de dónde saldrán. Para mantener los 15.547 kilómetros de malla vial de la capital se ha pensado en incorporar cobro a parqueo en vía, sobretasa a las tarifas de estacionamiento y tasas a los fabricantes de llantas. Sin embargo, estas ideas aún son propuestas que deben ser estudiadas y que, probablemente, tendrían mayores problemas. Por ejemplo, al problema que ha habido con el control del cobro en las tarifas de los parqueaderos tendría que sumarse el de una sobretasa a esos costos.
Pero estos problemas de índole presupuestal no son los únicos que se afronta el problema del mantenimiento de la malla vial. Institucionalmente existen 23 actores que se encargan de la malla víal, ellos son la Unidad de Mantenimiento Vial, la Secretaría Distrital de Movilidad, las alcaldías menores y el mismo IDU.
Una de las posibles soluciones en ese ámbito sería que una sola entidad se encargara de ese mantenimiento con lo cual podría hacerse un seguimiento, operación y control más rigurosos.
A todo lo anterior se suma la necesidad de un compromiso del Gobierno Nacional para con este tema ya que el costo del mantenimiento vial se eleva cuando se proyecta a 15 o 20 años, elevándose el costo de los 10.3 billones que se necesitan hoy a 15.5 y 20.5 billones para las proyecciones correspondientes.
A lo anterior debe sumarse la necesidad de que los sistemas de transporte público puedan llevarse a cabo con el fin de que el uso de automóviles particulares descienda y con esto el buen estado de la malla vial pueda extenderse en el tiempo.