Paula Moreno fue Ministra de Cultura durante la última etapa del gobierno de Álvaro Uribe Vélez. Fue la primera afrodescendiente en hacer parte de un gabinete y eso le ha valido un amplio reconocimiento dentro y fuera del país. La exfuncionaria lidera, a través de su fundación, alianzas con entidades internacionales para formar a los jóvenes del pacífico colombiano.
A través de una columna de opinión en el diario El Tiempo y su fundación ‘Manos Visibles’, Moreno logra generar eco de las voces que claman al gobierno más compromiso con los afros de este país. También ayuda a concientizar que una de las grandes brechas que hay que comenzar a cerrar es precisamente la de la educación.
Moreno se ha convertido en una defensora de los derechos de su raza y una de las críticas a la mirada que le está dando el Ejecutivo a una región tan abatida por la pobreza y el conflicto armado, como lo es el Pacífico colombiano.
“Manos Visibles le apuesta a complementar las capacidades locales de la gente del pacífico, para que podamos mirar una masa crítica de personas que ayuden a generar cambios visibles, los cambios los hacen las personas y hay que invertir en la gente. Y vemos que parte del problema que tiene el Pacífico es que falta una dirigencia más proactiva con mayores estándares de formación técnica, con mayor visión política y al mismo tiempo con un estándar ético más marcado”, indicó Moreno.
Admite que ni en el Chocó, ni en Buenaventura hay instituciones de nivel superior que ofrezcan programas de estudios de pregrado y posgrado que generen las mismas oportunidades a los jóvenes que quieren hacer parte del cambio de esta región: “primero hay generar los espacios en las mejores universidades privadas del país, para que pongan sus ojos en el Pacífico para que comiencen a reclutar profesionales de esa región, y que los profesionales tengan acceso a estos programas”.
Por ello su trabajo ahora se focaliza en crear programas de formación académica, creando un programa especial de becas con universidades como Eafit e Icesi, y un convenio especial con el prestigioso Instituto Tecnológico de Massachusetts, MIT, en sus siglas en ingles (Massachusetts Institute of Technology).
“Con esa deficiencia que se tiene en educación superior, es muy difícil que por ejemplo, en Buenaventura con todo el sector portuario por desarrollar, ¿de dónde van a salir los técnicos, si en la Universidad del Pacífico no hay ingenierías? Entonces vienen los profesionales del interior, pero ¿cómo se genera ese tema de la apropiación local de capacidad para responder en los desafíos que se presentan?
Hay que desarrollar las actividades y conectarlas internacionalmente con la diáspora africana, que es la segunda a nivel mundial. Este es un país que no piensa ni en África, ni en la etnia de Brasil, y en la alianza que estamos haciendo con MIT, se trata de ampliar esa perspectiva y ver como se generan alianzas estratégicas con lo de fuera que es un elemento determinante”.
Así mismo, Paula Moreno no se cansa de repetir que otra de las causales del subdesarrollo del Pacífico colombiano es precisamente la corrupción de sus dirigentes.
“Es una clase política no formada. En las comunidades étnicas no hay interlocución para construir. Cuando una región tiene un rezago tan grande, se perpetúa la mala dirigencia política y hay que formar buenos políticos para el futuro, que sean generadores de oportunidades. La región necesita una dirigencia política, comunitaria y económica, formada al más alto nivel en gerencia y áreas técnicas, sin lo cual se perpetúa un estancamiento o un liderazgo externo que no genera apropiación, sino rechazo”.
La Alianza del Pacífico no incluye realmente al Pacífico colombiano
Hace un mes se llevó a cabo en Cali la Cumbre Alianza del Pacífico, donde Colombia recibió la presidencia pro tempore de la misma y con ello seguir liderando una apuesta de intercambio económico, comercial y de migración entre México, Perú, Colombia y Chile. Sin embargo, para la ex ministra, no puede haber Alianza del Pacífico sin contar con los que viven en el Pacífico colombiano.
“Hay que poner al Pacífico en la agenda, porque no está. Si usted va a Buenaventura o a Quibdó y pregunta que es la Alianza del Pacífico, la gente no tiene ni idea de qué es ni de cómo los beneficia. Dicen ‘eso es un cuento de caleños, pero no de nosotros’. Esto es muy grave cuando uno está en una región y no es tenida en cuenta. Primero hay que informar a la gente del pacífico sobre qué es la Alianza del Pacífico. Segundo que el país genere las capacidades para que la gente pueda hablar, porque no hay herramientas suficientes para un desarrollo económico. Hay que involucrar a la gente para los programas de intercambio que ofrece dicha alianza”, insistió.