La Personería de Bogotá ha solicitado a la Administración Distrital, declarar en Estado Crítico o de Alerta Naranja seis humedales de la capital colombiana. Estos ecosistemas se encuentran en un grave estado de degradación.
Meandro del Say, Guaymaral, Torca, Techo, Tibanica y Capellanía son los seis humedales de la capital que se encuentran en Alerta Amarilla. Cinco más se encuentran en grave estado, Córdoba, El Burro, La Vaca, Juan Amarillo y Jaboque.
Así lo anunció la Personería de Bogotá, en un informe del Organismo de Control, en el que se evidencia la invasión de zonas de ronda, procesos de relleno, basuras, escombros, lodos, disposición de aguas negras e industriales, flora invasiva, pastoreo, urbanización y construcción incontrolada en sus suelos y quemas a cielo abierto de áreas protegidas, entre otras.
La Personería evidenció que el grado de contaminación en estos humedales, tiene en grave peligro de extinción varias especies propias que habitan en estos lugares, como el cucarachero de pantano y la tingua bogotana.
Este problema que tiene devastado a los humedales, hábitat de cientos de especies, no solo afecta al ecosistema como tal; también genera problemas de salud pública por los fuertes olores que se generan en estos sectores y la contaminación del agua.
Según informa la personería, a mediados del siglo pasado había 60 humedales en un área de 50.000 hectáreas; hoy sólo cuenta con 13 espejos de agua y escasas 640 hectáreas. Además, únicamente uno está en buen estado, Santa María del Lago. Los doce a cargo de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado (EAAB) y de la SDA, cinco de ellos de jurisdicción compartida con la CAR, no tienen la misma atención.
Tres de ellos sobreviven gracias a la comunidad vecina y algunas organizaciones (La Conejera en aceptables condiciones, Jaboque y Juan Amarillo en precaria situación).
El Estado no presta atención
En la denuncia presentada ante la Administración Distrital, se menciona una “falta de control y vigilancia policiva por parte de las Alcaldías Locales a los procesos de relleno, invasión y urbanización de zonas de ronda”.
Según el informe, en varios de los humedales y sectores cercamos, “se sigue construyendo de forma ilegal y no se registran sanciones a los infractores. Esa falta de gestión reduce progresivamente los cuerpos de agua.”
Se hace un llamado a través de la denuncia, para que el Distrito “cumpla lo ordenado en varias sentencias de acciones populares desde 2002, ya que los ocupantes de hecho de los humedales El Burro, La Vaca y Techo continúan allí, no han sido reubicados como lo establecen las normas.”
Parte del comunicado de prensa en el que se manifiesta el descontento y las irregularidades de la Administración ambiental y las entidades ambientales, informa que aun no hay planes de Manejo ambiental para amortiguar el dañino impacto de los humedales que se encuentran en alerta.
“Entre los años 2008 y 2012, la SDA y la EAAB asignaron para la recuperación de los humedales $31.279,9 millones, de los cuales se ejecutó sólo el 64,8% ($20.000 millones) mediante la celebración de Convenios, lo que evidencia una gestión ineficaz e ineficiente”, cita el documento.
Los contratos derivados de los convenios celebrados entre la SDA y la EAAB, no garantizan una gestión adecuada en la protección, conservación y restauración de humedales; además, ésta no es sostenible en el tiempo. Las inversiones son esporádicas y duran el tiempo de los contratos, sin ninguna continuidad. De esa forma, la inversión se pierde.
La actual Administración propone en el Plan de Desarrollo, una ciudad que se organice alrededor del agua. No obstante, durante los primeros 7 meses de 2012, existiendo recursos, no se evidenciaron acciones para la recuperación y manejo adecuado de los humedales.
El pasado 7 de abril la SDA anunció a través de un medio de comunicación que a finales de julio estaría listo un acuerdo para recuperar los cuerpos de agua. No obstante, a la fecha no hay nada. Tampoco hay una articulación y coordinación de la política pública entre las entidades competentes. Es importante que a nivel regional se estructure y defina la importancia para el Distrito, el Departamento y la Nación.
Entre tanto, se siguen proyectando y diseñando infraestructuras viales que deteriorarían aun más los humedales, a pesar de la clasificación del Sistema de Áreas Protegidas.
Personería y Secretaría de Ambiente buscan respuesta de la CAR
Según la investigación de la Personería, en la que se determinó que varios de los humedales bogotanos, se encuentran en alerta o en un grave estado de degradación, la Secretaría de Ambiente ya habría buscado a la CAR para obtener respuestas a este problema ambiental de la ciudad.
“La Personería de Bogotá pudo establecer que la Secretaría de Ambiente solicitó a la Corporación Autónoma Regional (CAR), desde el mes de enero del año en curso, que adelantara lo pertinente a fin de que, de inmediato, se retirara el material que la misma Corporación (responsable del cuidado y preservación de humedales) arrojó al humedal Tibanica, causando una grave afectación al mismo.
No obstante, a la fecha la CAR no ha ejecutado ninguna acción de extracción de los lodos que arrojó a ese ecosistema, no sólo ignorando la petición de la Secretaría de Ambiente sino agravando el daño causado al citado humedal.
Por esos hechos, el órgano de control anunció que intervendrá para ejecutar lo de su competencia y, de haber mérito, informar sobre lo presuntamente irregular a las entidades y autoridades responsables de ejercer vigilancia en ese caso”.