Amor, crimen y contradicción en una sola tragedia

El actor se toma unas vacaciones de su trabajo en México y regresa a Colombia para el lanzamiento de ‘La Semilla del Silencio’, cinta que protagoniza junto a Andrés Parra y Angie Cepeda y que se estrena en salas de cine este 3 de marzo. Su personaje muestra cómo lo humano y lo diabólico pueden coincidir en una misma persona.

Vestir de realidad un personaje y que la gente al apreciarlo diga: yo he visto alguien así, es para Julián Román uno de los mayores premios que puede obtener en la actuación y de los que más disfruta. Por eso se ha enfundado en la piel de decenas de personajes a lo largo de su carrera. Esta vez le tocó ‘Roberto José Guerrero’, un hombre que sufre el dilema de dar amor u odio a cualquier precio en la cinta La Semilla del Silencio.

Este personaje es determinante en la historia de la fiscal María del Rosario Durán y el detective Jorge Salcedo y el elemento inicial para empezar con la búsqueda del autor intelectual en la desaparición de varios jóvenes, al parecer un alto miembro de las fuerzas militares.

De la trama el actor asegura que tanto en el cine como en el teatro existe, aunque no como obligación, la necesidad de contar historias como la de este largometraje. “Esas son las historias que tenemos que contar, porque si no las contamos nosotros van a venir de afuera a contar nuestras historias”, dice con una mezcla de ironía e indignación.

En el espectador Roberto José, su personaje, seguramente provocará sentimientos ambivalentes por su actuar, que en algunos casos llega a inspirar compasión y a verse como un niño travieso que no mide las consecuencias. “Creo que ese es el punto que me gusta de este personaje, que pierde el control en un segundo y vuelve otra vez, y cuando vuelve se da cuenta que ha hecho la embarrada más grande”, explica el actor sin soltar mayores detalles sobre la trama.

Julián se unió a La Semilla del Silencio gracias a ‘Pipe’, como llama al director Felipe Cano, quien más de dos años atrás le había comentado sobre el guión y le aseguró que lo veía a él en ese personaje.

“Roberto es uno de esos personajes reales que se muestran rudos por fuera, pero son una ‘galleta’ por dentro. Un tipo ‘facho’ que odia la guerrilla, el comunismo, los homosexuales y todo lo que tenga que ver con lo que él considera que es derecho. Pero está enamorado de una prostituta y eso lo jode”.

Hablando de temas más agradables de este particular personaje hay que decir que algunas de las más importantes secuencias de acción de este thriller policiaco recaen sobre los hombros de Julián por lo que se vio enfrentado a rudas escenas, junto a Angie Cepeda, para las que contó, como el resto del elenco, con la ayuda de Horacio Tavera, coordinador de stunts y quien le enseñó cómo cuidar al compañero y cuidarse a sí mismo.

Sobre el rodaje de la película explica que compartir set con los actores Andrés Parra y Angie Cepeda fue hacer realidad un proyecto soñado de los que no quiere que se acaben. “Cuando se está con alguien como Andrés en el set, entiende uno por qué quiere trabajar con él”.

A Felipe Cano, con quien ya había trabajado en televisión opina: “Me parece maravilloso porque es de los directores con los que a uno le gusta trabajar, que dirige actores, que piensa completamente en todo, de manera global. Eso es, en estos tiempos televisivos cuando se olvidan tanto de las actuaciones y buscan otras cosas, algo que uno como actor agradece mucho. Y con un gran director, un gran guionista y un talento impresionante se puede contar una historia que haga que la gente diga: “¡wow!