Andrés Pastrana se retira de la Comisión Asesora de Relaciones Exteriores

El expresidente Andrés Pastrana anunció su retiro de la Comisión Asesora de Relaciones Exteriores por la decisión de Juan Manuel Santos de hacer públicas las actas de este órgano de consulta.

El presidente Juan Manuel Santos afirmó que estaría de acuerdo con que las actas de la Comisión Asesora se conocieran para poder saber el grado de responsabilidad de los últimos gobiernos, en el caso en el que la Corte Internacional de La Haya determinó la pérdida de una parte del mar Caribe colombiano.

Por su parte, Andrés Pastrana, al hacer público su retiro, señaló al gobierno Santos de desligarse de su responsabilidad sobre este caso al acudir a abogados “para la defensa de su gestión”.

Al expresidente no le cayó bien que Santos declarara que el pueblo debería juzgar las actuaciones de los últimos gobiernos en estos hechos.

A continuación la totalidad de la carta emitida por el expresidente Andrés Pastrana a Juan Manuel Santos:


Doctor

JUAN MANUEL SANTOS CALDERON

Presidente de la República

Ciudad

Estimado Señor Presidente:

La tradición republicana del consenso en materia de Relaciones Exteriores, elevada al orden constitucional en la expresión de la Comisión Asesora, le ha servido bien a Colombia con el consejo discreto y franco de expresidentes, excancilleres y delegados del Congreso por encima de intereses y diferencias políticas. A lo largo de un siglo la Asesora ha aportado experiencia y diversidad de puntos de vista y ha sido el símbolo tradicional del consenso nacional en torno de la política exterior del Ejecutivo de turno.

El señor Presidente ha anunciado su intención de hacer un juicio público, entregando las actas secretas de la Comisión Asesora “para que el pueblo juzgue” -según su expresión radial- y busque responsables entre los últimos ochenta años de continuidad y consenso político nacional en torno al litigio con Nicaragua que culmina en la Corte Internacional de Justicia.

Se deroga así, de hecho, el sigilo esencial de la Comisión y se pone de lado el centenario consenso. Al abrir documentos que no deben revelarse aislada y selectivamente en aras de la justicia histórica -puesto que ni siquiera en un juicio popular se deben omitir evidencias- quedarían expuestos a amigos, enemigos y eventuales contrapartes cerca de cien años del archivo esencial de la Cancillería de Colombia.

Consecuentemente, tras la declaración presidencial pende sobre la Asesora una espada de Damocles. La palabra antes dada en la confianza del sigilo necesariamente tendrá un nuevo cariz en vista de la eventualidad de ser difundida al mundo entero. Hechos y declaraciones posteriores a la decisión presidencial han reafirmado el golpe a la Comisión y reiterado la intención del gobierno de eludir responsabilidades y buscar chivos expiatorios, acudiendo a abogados nacionales y extranjeros para la defensa de su gestión. El país ha comprendido que el pretendido embalsamamiento de una sentencia de única instancia no es más que un pretexto para este gasto.

Por lo tanto, en vista de las nuevas circunstancias, ruego al señor Presidente excusar en adelante mi ausencia en las sesiones, ahora públicas, de la Comisión

Asesora de Relaciones Exteriores

Sin otro particular, me suscribo del señor Presidente.

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