La gobernadora del estado de Arkansas programó la ejecución de ocho presos en el mes de abril, antes de que caduque uno de los productos con los que se realiza la inyección letal. Desde 2005 no se realiza una ejecución en este estado debido a que las anteriores han sido frustradas por diferentes tribunales.
Asa Hutchinson, gobernadora de Arkansas en EEUU, ha decidido programar la ejecución de ocho presos condenados a muertes en apenas diez días, del 17 al 17 de abril. La medida fue aprobada el pasado lunes, después de que el Tribunal Supremo de EEUU anulase la petición de la demanda de un grupo de presos en contra de las inyecciones letales realizadas en Arkansas y abriese de nuevo el camino a la pena de muerte.
Desde 2005 no se efectúa ninguna ejecución en Arkansas, como uno de los estado entre los que se encontraban estancadas las penas capitales por litigios contra sus protocolos. “Esta medida es necesaria para cumplir con lo estipulado por la ley, pero también es importante para que las familias de las víctimas, que han vivido mucho tiempo con litigios en los tribunales e incertidumbre, puedan cerrar este capítulo”, explicó Hutchinson.
A pesar de estar ya programadas las ejecuciones de estos ocho presos, no se sabe a ciencia cierta el desenlace de esta decisión ya que los anteriores intentos por parte del estado de llevarlos a cabo han sido frustrados por diferentes tribunales que abortaron las ejecuciones. Incluso en estos momentos carecen de uno de los tres químicos que se utilizan para la inyección letal, el cloruro de potasio, mientras que el sedante que se aplica, midazolam, caduca precisamente a finales de abril.
Al parecer está sería la razón principal por la que se han adelantado estas ejecuciones, según explica la Coalición para Abolir la Pena de Muerte en Arkansas, debido a las constantes negativas de la industria para ceder este tipo de sustancias.