El representante en Colombia de la Oficina de la Alta Comisionada para los Derechos Humanos de Naciones Unidas, Todd Howland, confirmó este sábado que los campesinos que protestaron durante los últimos 53 días, desbloquearon totalmente las vías.
“En este momento se puede decir que hay un desbloqueo total y que los campesinos están esperando las noticias del señor presidente de la República (Juan Manuel Santos) para saber cuándo se va a instalar la mesa de negociación“, agregó Howland.
Así lo confirmó Howland en declaraciones tras comprobar por sí mismo y en compañía de decenas de funcionarios del sistema de Naciones Unidas, la situación en las carreteras de la región del Catatumbo, Norte de Santander.
Hacia las 6 de la mañana arrancó el retorno de los campesinos y transcurrió “en calma, sin incidentes, sin amenazas ni problema alguno“, según el representante de la ONU.
Howland calculó en “varios miles, alrededor de 5.000” las personas que retornaron desde los puntos de concentración y protesta a sus casas a bordo de autobuses, camiones, vehículos todoterreno y hasta en canoas, dispositivo de transporte que organizaron los mismos campesinos.
Camiones con comida comenzaron a llegar al municipio petrolero de Tibú desde primera hora de este sábado, para surtir la zona después de 53 días de bloqueos y desabastecimiento
“Ahora también hay gas para más de 1.000 familias”, comentó, lo que ayudará a “cambiar la situación humanitaria de la gente en Tibú“.
La Oficina de la Alta Representante de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en Colombia fue designada por los campesinos para hacer la verificación de este retiro de las vías que busca dar pie a una negociación con el Gobierno, cuya fecha debe fijar el presidente Santos en las próximas horas, según pactaron.
Este acuerdo fue el resultado de la reunión, el viernes pasado, entre los voceros campesinos y la “comisión garante” de la que hicieron parte Howland; elvicepresidente colombiano, Angelino Garzón; el expresidente Ernesto Samper y varios congresistas.
Según Howland, en el encuentro, quedó claro que “el gran problema en los 53 días de protestas fue la falta de confianza” entre los campesinos y el Gobierno, quienes abordaron previamente varios intentos de diálogo sin éxito.
Los campesinos, en su mayoría cocaleros, protestaron por una campaña de erradicación de hoja de coca. Ellos, piden planes de sustitución de cultivos, reivindican la creación de una Zona de Reserva Campesina y piden el fin del modelo de desarrollo minero-energético.