Bangladesh finalizó la búsqueda de cuerpos en el complejo textil derrumbado hace tres semanas, la peor tragedia industrial del país, con tensiones laborales y promesas de mejoras en la situación de los trabajadores de la confección.
Los equipos de rescate, dirigidos por militares, dieron anoche por concluidas las tareas de rescate de cuerpos tras hallar 1.127 muertos y esta mañana traspasaron oficialmente el control del lugar del siniestro a la administración local.
“Prometimos que continuaríamos la misión de rescate hasta encontrar el último cuerpo. Ahora no hay posibilidades de hallar más cadáveres”, dijo el general Chowdhury Hasan Suhrawardy al diario The Daily Star.
El peor accidente industrial del país asiático causó heridas a 2.438 personas que fueron rescatadas con vida, mientras 98 personas continúan en paradero desconocido según los equipos de desescombro, de acuerdo con el periódico.
El edificio Rana Plaza, de nueve plantas y que acogía cinco talleres textiles que cosían para multinacionales occidentales, se derrumbó el 24 de abril en Savar, una localidad cercana a Dacca.
La tragedia ha evidenciado la explotación y las pésimas condiciones laborales de los trabajadores bangladesíes y ha llevado a autoridades y compañías a anunciar medidas, y a los trabajadores a escenificar protestas.
En el distrito comercial de Ashulia, cerca de Dacca, unas 200 fábricas continúan cerradas tras las protestas de los últimos días protagonizadas por empleados que exigían un aumento de sueldo.
“Estas factorías seguirán cerradas por un tiempo indefinido hasta que se calme la situación”, dijo a Efe Shahidulá Azim, vicepresidente de la Asociación de Manufactureros y Exportadores de Textiles (BGMEA), organismo que ordenó el cierre.
La fuente explicó que hoy no se habían producido protestas, pero que la situación continuaba siendo tensa.
Decenas de miles de empleados no recibirán su sueldo durante el tiempo que se prolongue el cierre.
El Gobierno de Bangladesh anunció planes para aumentar el salario mínimo de los cuatro millones los trabajadores del textil, ahora en 38 dólares mensuales para los puestos menos cualificados, lo que los convierte en los trabajadores del sector peor pagados del mundo.
Una comisión integrada por representantes gubernamentales, de las fábricas y líderes sindicales, hará una serie de recomendaciones en un plazo de tres meses.
El aumento del salario mínimo entrará en vigor con efecto retroactivo desde el 1 de mayo.
El Ejecutivo también ha aprobado enmiendas a la Ley Laboral de 2006, que incluye el derecho a crear sindicatos sin el permiso de las fábricas o la obligatoriedad de un seguro médico y de vida para los trabajadores.
La reforma será introducida en el Parlamento nacional en un plazo de dos meses, según fuentes gubernamentales.
Inditex, H&M, PVH, Tchibo C&A, Primark y Tescose se han comprometido a la firma de un Acuerdo sobre Seguridad y Contra Incendios, promovido junto con el sindicato global UNI para evitar nuevas tragedias en el textil bangladesí.
El acuerdo, de una duración de cinco años, promueve las inspecciones independientes de seguridad en el sector textil y la difusión pública de sus resultados, así como reparaciones y renovaciones obligatorias con el objetivo de garantizar la seguridad en los talleres textiles.
En los últimos siete años unos 1.800 trabajadores han muerto en fábricas textiles bangladesíes, según la Organización Internacional Foro de Derechos, un grupo estadounidense que defiende los derechos humanos.