Humberto de La Calle, vocero de la delegación de paz del Gobierno en La Habana, reveló las claves del nuevo acuerdo alcanzado con las Farc en el tema del narcotráfico e invitó al diálogo y el debate informado por parte de la opinión pública.
Humberto de La Calle, vocero de la delegación de paz del Gobierno en La Habana, reveló las claves del nuevo acuerdo alcanzado con las Farc en el tema del narcotráfico e invitó al diálogo y el debate informado por parte de la opinión pública.
Son numerosas las especulaciones sobre lo que se debate en La Habana, pues la confidencialidad en el proceso –por derecho- es parte vital para evitar un impacto nocivo sobre los términos en los que se negocia. No obstante, la situación es un arma de doble filo, puesto que abre la puerta a especulaciones y opiniones que en algunas ocasiones generan malestar tanto en la opinión pública como en el Gobierno (otra de las particularidades de negociar en medio del conflicto).
Ante la aparición de intervenciones “no del todo informadas”, pregonadas por ciertos sectores del país, el jefe negociador del Gobierno, Humberto de la Calle, durante su declaración sobre el acuerdo alcanzado en el punto del narcotráfico, dio la bienvenida al debate pero hizo énfasis en que antes de hacerlo es necesario documentarse y leer al respecto, pues “nos hemos demorado lo suficiente para no improvisar”, anotó.
“Bienvenido el debate, la crítica y las opiniones libres. Antes de hacerlas, lean y analicen. Hemos sido cuidados en extremo con cada punto”, dijo De la Calle este viernes en la noche.
Los equipos negociadores del Gobierno y las Farc establecieron que el grupo guerrillero se compromete a romper cualquier vínculo que tengan con redes del narcotráfico y a intensificar el desminado en zonas en conflicto.
Dicta el pacto que la guerrilla se compromete a llevar a cabo junto al Estado un plan maestro para la sustitución y erradicación de cultivos ilícitos, así como también a desarticular las redes precursoras del narcotráfico y a concretar el mapeo y barrido de zonas minadas.
Cabe aclarar, tal y como lo estipularon desde la mesa de diálogos, que con el fin del conflicto es posible que no se logre erradicar en su totalidad el ‘efecto narco’ del país, pues son numerosas las vertientes por las que este genera impacto. En todo caso, el jefe negociador aseguró estar satisfecho con los siguientes acuerdos alcanzados e reiteró que antes de hacer un debate en sectores de la opinión pública, hay que leer y analizar lo acordado desde La Habana.
“Quitándole la gasolina al narcotráfico”
-Las Farc se comprometen a “poner fin a cualquier relación que en función de la rebelión hayan establecido” con redes ligadas al narcotráfico.
-Se intensificará la erradicación voluntaria y manual de cultivos ilícitos por medio de un programa de sustitución de cultivos en todos los territorios. El programa nacional integral invitará a que se celebren acuerdos entre los sectores para impulsar la efectividad de la erradicación. Este estará en cabeza de la Presidencia de la República.
“El gobierno se reserva la posibilidad de recurrir a la aspersión”, aspecto en que las Farc se mostró en desacuerdo.
-De la misma manera se realizará el mapeo de zonas minadas para su limpieza con la ayuda mancomunada del grupo guerrillero.
-Se indicó la necesidad de impulsar una estrategia integral que garantice la plena vigencia del Estado social de derecho en los territorios afectados.
-Se planea reforzar programas de prevención del consumo y salud pública.
-Se buscará una solución al fenómeno de producción y comercialización de narcóticos.
-Se acordó promover y fortalecer la atención institucional en los territorios en materia de consumo y elaborar planes participativos que se adecuen a las realidades de cada territorio y su población. Vea en completo los aspectos alcanzados.
