El sudafricano Óscar Pistorius, primer atleta amputado que participa en unos Juegos Olímpicos, vio realizado su sueño de competir con atletas normales y de clasificarse, además, para las semifinales de 400 metros de Londres 2012.
Pistorius, “Blade runner”, como es conocido en los medios de comunicación anglosajones, partió en la primera serie por la calle 6, moviendo a gran velocidad las prótesis de carbono que utiliza en ambas piernas.
Era una carrera de cinco, y pasaban los tres primeros, pero Pistorius sólo cedió ante el dominicano Luquelín Santos, campeón mundial júnior, que venció con un tiempo de 45.04, seguido del sudafricano, que hizo su mejor marca del año (45.44).
“Estaba muy nervioso esta mañana. Gracias a todos por su apoyo. Me daban ganas de llorar porque siento una mezcla de emociones. ha sido una experiencia maravillosa, con el público animándome en masa. He corrido tantas veces en Gran Bretaña que me siento como en casa”, declaró el sudafricano.
Su objetivo no se detiene aquí. Pistorius se ha propuesto “obtener un puesto digno en semifinales, además de participar en el relevo 4×400, en cualquiera de las postas. La IAAF le permite correr no sólo la primera, en las que los atletas corren cada uno por su calle, sino también en las posteriores, que se disputan en grupo.
“tengo que dar las gracias a mi equipo porque han creído en mí. Hemos estado juntos desde hace nueve años”, afirmó Pistorius.
Después de Londres, Pistorius, que competirá también en los Paralímpicos, se ha fijado como su meta participar en los Juegos de Río de Janeiro de 2016, cuando, con 29 años, espera alcanzar la cumbre de su carrera deportiva.