En diálogo con la emisora Blu Radio, el comandante del Ejército, general Juan Pablo Rodríguez, confirmó que en relación con lo que sus subalternos le informaron, el polémico local ubicado en el barrio de galerías estaba bajo sus órdenes.
En ese sentido el general dejó ver su desconocimiento de la ubicación de este lugar en particular, ya que es “imposible conocer todos los centros desde los cuales opera el Ejército”, pero “la información brindada por el director de la central técnica de inteligencia, general Óscar Zuluaga, es que el Buggly Club hacía operaciones de inteligencia autorizadas”.
De la misma manera, el comandante del Ejército aseguró que en su caso se debe confiar en la buena fe, por eso no se podría afirmar si desde allí se hicieron seguimientos a los negociadores del proceso de paz, como reprodujo la Revista Semana. El lugar allanado por la Fiscalía por presuntas extralimitaciones, se manejaba con fondos reservados y nunca tuvo órdenes de hacer interceptaciones ilegales.
En la entrevista radial, el general Rodríguez señaló que el director de la central técnica de inteligencia informó del allanamiento realizado por el CTI el 24 de enero. Esta información llegó a su poder y al ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, hasta el 3 de febrero.
El comandante fue enfático al aseverar que ya se abrió una investigación disciplinaria por parte de la Inspección del Ejército para esclarecer si los responsables de inteligencia en este caso, actuaron dentro de los marcos de legalidad. También señaló que la ley permite hacer seguimientos de forma abierta para obtener información que “prevenga el terrorismo”.
