El año 1959 será recordado siempre, por haber sido el año en que la industria automotriz estadounidense presentó los autos más grandes y ostentosos, cargados de cromo y dotados de enormes aletas de cola, como es el caso del Cadillac Eldorado Seville que engalana con su imponencia las páginas de Automóvil y el cual sin duda alguna es la máxima expresión de esta tendencia estilística.
Hace 57 años el mundo se encontraba en plena guerra fría. El líder soviético era Nikita Kruschev, mientras que los Estados Unidos estaban gobernados por Dwight Eisenhower y estos líderes intercambiaban acusaciones de espionaje mutuo, apoyados por la información de inteligencia de las respectivas KGB y CIA.
Por otra parte Fidel Castro tomaba el poder en Cuba luego del triunfo de la revolución que derrocó al dictador Fulgencio Batista y nombraba a Ernesto “Che” Guevara como director del Banco Nacional de Cuba. En Colombia gobernaba Alberto Lleras Camargo, primer presidente del llamado periodo conocido como Frente Nacional que alternaba el poder entre los partidos liberal y conservador, que terminaría en 1974 con el gobierno de Misael Pastrana Borrero.
En la música se imponía el Rock and Roll con sus ídolos del momento Elvis Presley, Chuck Berry, Jerry Lee Lewis, Fats Domino, o los baladistas Paul Anka y Pat Boone, que ofrecían una música nueva y alegre enmarcada en una época de gran influencia de temas espaciales, inspirados en la nave soviética Lunik II que llevó al espacio a la famosa perra Laika, a lo que siguió el lanzamiento del primer satélite artificial estadounidense Explorer I, acontecimientos que 10 años después llevarían al ser humano en un viaje de ida y vuelta a la luna.
Toda creación humana responde a una necesidad por satisfacer, y se nutre de los elementos de la época en que se concibe, y los automóviles no son ajenos a estas premisas. Durante los años 50, y en especial después de 1953, los habitantes de los Estados Unidos estaban listos para consumir automóviles cada vez más grandes y potentes, devoradores de asfalto y de combustible barato.
Esto llevó a que los fabricantes encargaran a sus diseñadores e ingenieros la producción de modelos ostentosos que mostraran la prosperidad de un mundo, en el que quedaban atrás los sufrimientos producidos por la depresión económica iniciada en 1929 y la posterior Segunda Guerra Mundial, de la cual los Estados Unidos habían salido convertidos en la primera potencia del planeta.
Ante este panorama es sencillo comprender por que el sueño de la mayoría de la población era el tener un auto nuevo, en el cual viajar los más rápido y lejos que pudiese. La culminación de esta loca carrera hacía el gigantismo fue sin duda alguna 1959, año en el cual las dimensiones de los automóviles, lo mismo que sus formas y ornamentos mostraron un “climax creativo” que no se volvería a repetir jamás.
Cadillac la marca de lujo del gigante General Motors, creada en 1902 por Henry Leland proponía para este año modelos que superaban los 5 metros de largo, con las gigantescas aletas de cola que muestran las imágenes. Durante este año las ventas de la marca ocuparon el décimo lugar en el escalafón al entregar al público 142.272 de sus cinco series disponibles en orden ascendente de equipamiento y lujo 60, 62, 75, Deville y Eldorado (serie de ensueño disponible en el mercado desde 1953), esta última a la cual pertenece el automóvil que ilustra esta nota, y el cual es uno de los 975 Eldorado Seville que se produjeron este año, además de este en Colombia tenemos otros Cadillac de este año pero con carrocería sedán o vehículos fúnebres.
En el último año de la década de los 50, Cadillac sumó a su portafolio de lujo un exclusivo modelo llamado Eldorado Brougham, dotado de una imponente carrocería de cuatro puertas sin parales centrales, diseñada y fabricada por el carrocero italiano Pininfarina. De esta exclusiva propuesta se produjeron únicamente 99 unidades durante 1959 y 101 en 1960. También es importante resaltar la disponibilidad que existía de adquirir el chasis Cadillac, para que fuese “vestido” por carroceros tan reconocidos y exclusivos como Fleetwood, Superior y O’Gara Hess que los convertían en sedanes, ambulancias o carrozas fúnebres.
Este Cadillac Eldorado Seville, cuenta con una imponente carrocería fabricada enteramente en acero, la cual está montada sobre un chasis en forma de X, construido en el mismo material, que da como resultado que el peso final del automóvil supere las dos toneladas de peso.
Las líneas generales son armónicas y fluidas surgidas del trabajo del Departamento de Arte y Color de General Motors, al mando de Harley Earl que le dio gran importancia a los grandes vidrios para lograr un automóvil con un interior claro y acogedor y tienen un clara inspiración moderna y espacial, en la que se destacan las enormes aletas de cola en forma de cohetes a punto de ser lanzados, que contienen las dos parejas de luces posteriores con forma de proyectiles y ubicadas muy arriba, todo enmarcado en grandes dosis de cromo a lo largo y ancho de la carrocería.
En la parte frontal cuatro faros ( Sealed Beam) en la parte superior, cocuyos en la parte superior, estos últimos acompañados por luces antiniebla, separados por una impresionante parrilla cuadriculada y dividida en dos partes, de la cual sobresalen 128 conitos con forma de proyectiles, la cual se complementa con una cuadrícula similar para la parte trasera, la cual separa la tapa del generoso baúl (con sistema de apertura servoeléctrico) de la defensa y que cuenta únicamente con 51 conitos similares a los que se encuentran en el frontal del auto y bajo la cual se oculta la boca de llenado del depósito de gasolina con capacidad para 21 galones.
Pero si la parte exterior es imponente, el interior no se queda atrás, ya que su espacio es enorme y sus acabados sobrios y funcionales, a lo que se accede por unas enormes puertas. Las sillas son extremadamente cómodas, destacándose la delantera del tipo banca corrida que cuenta con espaldares independientes y las traseras por la buena inclinación, que permite realizar viajes largos con poca dosis de cansancio.
La ventilación interior es otra de sus fortalezas, ya que cuenta con un silencioso sistema de aire acondicionado y calefacción, y de ser necesario gracias a las generosas dimensiones de las ventanas laterales que se pueden bajar completamente se puede respirar aire puro sin obstáculo alguno y que además cuentan con el aporte de unos útiles y funcionales desviabrisas delanteros.
El tablero que recorre de lado a lado la parte frontal del habitáculo, está totalmente acolchado en la parte superior (con lo que se buscaba protección a los pasajeros) contiene el panel de instrumentos que nos informa sobre la velocidad a que viajamos, kilómetros totales y parciales recorridos, al igual que nivel de combustible y la temperatura de funcionamiento del motor. Dejando el resto de la información a cargo de los populares pero poco eficientes testigos luminosos (Idiot Lights).
Para complementar el equipo tenemos cuatro vidrios de accionamiento eléctrico, radio AM con memorias accionadas mediante teclas y dos parlantes, cuatro ceniceros con encendedor de cigarrillos, bloqueo central, dirección asistida hidráulicamente, sistema automático de velocidad de crucero y un útil accesorio llamado Autronic Eye High Beam, que automáticamente baja las luces del automóvil de altas a bajas cuando al viajar en la noche detecta otro vehículo que viaja en sentido contrario; este sensor viene montado en la parte superior del tablero.
En cuanto a sus aspectos mecánicos, utiliza un motor V8 con apertura a 90 grados, fabricado enteramente en hierro y el cual tiene un desplazamiento de 6.391 c.c (390 pulgadas cúbicas) y es alimentado por tres carburadores Rochester de doble vénturi cada uno y que le permiten producir 345 HP/4.800 rpm de potencia y 60,14 Kgm/3.400 rpm de torque, con un índice de compresión de 10,5 a 1. Trae pistones y bielas de aluminio. Las versiones básicas, por no decir “espartanas” de Cadillac, que en la marca no existen traen un motor que produce únicamente 325 HP/4.800 rpm y un torque de 59,45 Kgm/3.100 rpm.
La transmisión es una GM Hydra-Matic Drive de tres velocidades adelante, la cual se acciona desde una palanca ubicada en la columna de dirección, que realiza el paso entre cambios de una manera tan suave que resulta imperceptible. Otra virtud de esta transmisión automática es su duración, pese a tener que manejar tanta potencia y torque.
La suspensión es independiente con tijeras adelante y eje rígido atrás con espirales para las cuatro esquinas en las versiones básicas, mientras que en las superiores los resortes helicoidales son reemplazados por un sistema neumático que mejora la comodidad. El sistema de frenos hidráulicos, se basa en cuatro campanas y cuenta con servoasistencia. Su funcionamiento es bastante preciso y eficiente pese a tener que detener un auto de más de 2 toneladas de peso.
Ficha Técnica
Motor
Situación: Delantero Longitudinal
Número de cilindros: 8 cilindros en V
Cilindrada: 6.391 c.c
Diámetro/carrera: 101,6 x 98,3 mm
Bloque/cabeza: Hierro/Hierro
Distribución: Árbol sencillo en el bloque
Alimentación: Tres carburadores dobles Rochester
Compresión: 10,5 a 1
Potencia máxima: 345 HP a 4.800 rpm
Torque: 60,14 Kgm/3.400 rpm
Transmisión
Tracción: Trasera
Caja: Automática Hydramatic de 3 velocidades
Chasis Independiente
Suspensión delantera: Independiente con tijeras y espirales
Suspensión trasera: Eje rígido con espirales
Frenos: Bomba doble con servofreno y campanas en las 4 ruedas
Dirección: Bolas recirculantes con asistencia hidrúlica
Llantas: 8,00 R 15” 4 Ply rating
Carrocería
Tipo: Cupé de dos puertas sin parales
Número de plazas: 6
Largo x ancho x alto: 5,71/2,03/1,42 m
Distancia entre ejes/trochas: 3,30/ D 1,34 T 1,31 m
Peso: 2.193 kilos
Rendimientos oficiales
Velocidad máxima: 190 Km/hora
Aceleración 0-100: 10,1 segundos
Consumo promedio: 15 Km por galón