Baja actividad exploratoria, lentos permisos ambientales, problemas operativos y recálculos de algunas compañías han llevado a una preocupante baja en la producción petrolera colombiana.
Así lo advierte hoy el Diario El Teimpo, que informa textualmente: “la reducción en la actividad exploratoria a partir del segundo semestre, cuando inició la caída de los precios del petróleo, sumada a factores como la tardanza en los permisos ambientales, dificultades operativas y las revalorizaciones de los cálculos de algunas compañías, llevó a que el año pasado Colombia redujera, después de siete años al alza, sus reservas de petróleo”.
De acuerdo con la información, “tras conocerse que en el 2014 el país bajó en 5,6 por ciento el saldo de sus recursos probados de crudo, que quedó en 2.308 millones de barriles, dicho porcentaje lo llevó a ser el país de Suramérica en el que se vio la segunda mayor caída entre las naciones sobre las que hay información disponible, según el reporte anual estadístico de la industria mundial, que consolida la británica British Petroleum (BP), y según cifras de las autoridades y entidades de cada país”.
“De acuerdo con estos datos, sin contar a Argentina y a Trinidad y Tobago, (sus datos no se actualizaron), en Suramérica durante el año pasado el que más redujo sus recursos comprobados de petróleo fue Perú, país cuyas reservas pasaron de 1.617 a 1.410 millones de barriles, para una baja del 12,8 por ciento, mientras el tercero con la mayor caída fue Ecuador, que tuvo una contracción del 2,3 por ciento, el pasar el saldo de 8.190 millones de barriles a 7.999 millones de barriles entre un año y otro”, puntualiza.
“Aunque el informe no tuvo en cuenta los datos del 2014 de Perú, un documento del Ministerio de Energía y Minas de ese país explica que la reducción de 207 millones de barriles en sus recursos probados de crudo obedeció, además de la producción anual, a la declinación de campos, a la revisión de algunas áreas y a la reducción de la actividad exploratoria, entre otros.En el caso de Colombia, según la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH), la razón de la baja se resume, según un documento de la entidad, en que mientras apenas se incorporaron 206 millones de barriles, su producción alcanzó los 361 millones de barriles”, concluye.
Efecto de atentados
Obviamente, a esta preocupante situación que es puramente de industria, falta sumarle la brutal arremetida que la guerrilla de las Farc, y en algunas ocasiones la del Eln, le han propinado a la infraestructura de transporte de crudo, cuyo efecto sobre la actividad petrolera apenas comienza a evaluarse.
Estos ataques han ocasionado una gran incertidumbre entre las compañías nacionales y multinacionales, pues son recurrentes los ataques contra cualquier tipo de transporte de crudo, que además de menguar las cifras ocasionan serios daños al ambiente y a la población civil.
De momento, el gobierno del presidente Santos ha declarado con firmeza y esperanza que los diálogos de paz en La Habana con las Farc se mantienen.