El alcalde de Cali, Maurice Armitage, anunció medidas drásticas luego de los actos de violencia que se presentaron en el clásico vallecaucano.
“No podrá volver a haber fútbol mientras que no nos garanticen que el comportamiento va hacer racional y bueno”, sostuvo este jueves el mandatario local.
Armitage manifestó que él no estaba de acuerdo con que el partido se realizara en la ciudad debido a la jornada de protestas que se adelantan, por el paro de docentes, la situación en Buenaventura y la marcha indígena.
Los actos vandalicos que tuvieron lugar en las últimas horas dentro y fuera del Estadio Pascual Guerrero, dejan hasta el momento 83 personas judicializadas.