El departamento más afectado por el conflicto armado en los últimos años fue el escenario este martes de nuevas acciones violentas por parte de las Farc. Según el ejército, miembros del sexto frente de esta guerrilla mataron a a un militar y a un civil, e hirieron a tres civiles más, al detonar un carro bomba en zona rural del municipio de Caloto.
Luego de dos meses de tregua, el conflicto ha vuelto a los campos colombianos. Como fue costumbre el año pasado, la| guerrilla decidió escalar la violencia en el departamento del Cauca y convertirlo de nuevo en el escenario más crudo de la guerra.
Miembros del sexto frente de las Farc detonaron un carro-bomba en el corregimiento El Palo del municipio de Caloto, en el norte del departamento y mataron a dos personas, entre ellas un “oficial del Ejército”,
La explosión ocurrió, al parecer, cerca de un retén del Ejército y sobre el puente que cruza el río que separa esa población del corregimiento El Palo, una zona rural muy afectada por los enfrentamientos entre la Fuerza Pública y el sexto frente de las Farc.
Precisamente, el carro bomba estalló en medio de combates en las inmediaciones, que, según la secretaria de Gobierno del Cauca, “ya han cesado” en las áreas pobladas.
Cabezas no pudo confirmar si prosiguen los combates en otras zonas más aisladas.
Poco antes, el comandante de la Fuerza de Tarea Conjunta Apolo, general Jorge Jerez, había informado de que el carro bomba había provocado al menos una muerte.
“Hay una persona muerta”, dijo el general Jerez a una emisora, al confirmar que la explosión se produjo “en el momento en el que trataban de llevar el carro bomba al municipio y las tropas detectaron el movimiento”.
Las autoridades intentan verificar si hay más vehículos cargados de explosivos, después de que algunos medios informaran de la existencia de un segundo, aún sin confirmar oficialmente.
Este atentado tiene lugar en medio de una escalada del conflicto armado colombiano que coincide con la cuarta fase de las negociaciones de paz entre el Gobierno y las Farc.
La mayor guerrilla colombiana tiene en su poder a dos policías y un militar, mientras que el Ejército de Liberación Nacional tiene como rehenes a dos alemanes, dos peruanos y un canadiense, así como a tres colombianos, todos ellos civiles.
Con Efe