CGT califica nuevo aumento salarial como una provocación

Las Centrales Obreras expresaron su total descontento por lo que llaman el pírrico aumento en el salario mínimo de los colombianos y precisaron que una oferta de semejante calibre no es más que una gran provocación para los obreros nacionales que siguen viendo cómo crece la riqueza y aumenta la desigualdad e inequidad social.

El Presidente de la CGT, Julio Roberto Gómez Esguerra afirmó en Confidencial Colombia que la Comisión Permanente de Concertación de Políticas Salariales y Laborales está en crisis, motivo que obliga a trabajar en su restructuración.

Agregó que atreverse a ajustar el salario mínimo en 22.774 pesos es una total burla por parte del llamado “Gobierno de la Prosperidad para Todos” que contrario a defender los derechos y la dignidad de los trabajadores, se postró ante las voraces pretensiones de los gremios empresariales al autorizar un alza de tan solo el 4,02 por ciento, ajuste tildado de miserable.

“La decisión tomada por el presidente Juan Manuel Santos en momentos en que celebramos las festividades de fin de año, condena a los trabajadores colombianos a seguir viviendo en uno de los países más desiguales del mundo donde la riqueza continúa concentrándose en pocas manos mientras aumenta exponencialmente el número de familias empobrecidas”, declaró Gómez.

Expresó su preocupación por cuanto con salarios de hambre será imposible incentivar la demanda de bienes y servicios, situación que castigará el crecimiento económico.

El malestar obedece de igual manera a que tanto los empresarios representados en la Comisión Permanente de Concertación de Políticas Salariales y Laborales como el mismo Gobierno se negaron no solo a concertar el monto del reajuste del salario mínimo sino al desarrollo de una política de control de precios que impidiera la pérdida del poder adquisitivo del nuevo ingreso básico transcurridos los dos primeros meses de 2013.

“Mientras la asignación básica tan solo fue reajustada en un 4,02 por ciento a los empresarios se les conceden dádivas a través de la reforma tributaria como el desmonte de los aportes parafiscales que les alivia en un 13,5 por ciento, lo cual se traduce en mayores ganancias sin ninguna contraprestación en materia de generación de empleo ni mejora en las condiciones salariales y laborales para los trabajadores”, dijo el dirigente sindical.

Mínimo entre trampas y conejos


El presidente de la Confederación General del Trabajo (CGT), Julio Roberto Gómez afirmó que con un salario de 589.500 pesos, la clase obrera de Colombia se enfrenta a un Presidente mentiroso que no honra sus compromisos y a una clase empresarial tacaña que desconoce el término dignidad. Fue enfático al decir que nuevamente el poder encarnado en capital y Gobierno, “les puso conejo” a los trabajadores.

Para Gómez un ingreso básico decente es aquel que tenga en cuenta el mandato Constitucional que dice que para establecer un salario mínimo legal deben considerarse la inflación causada con la esperada y sumarles productividad y la contribución del factor trabajo al crecimiento de la economía colombiana. “Eso nos arroja un crecimiento por encima del seis por ciento”.

Precisó que no se puede desconocer el temor y el mal genio que hay en la población asalariada que recibirá como ajuste del básico tan solo 22.774 pesos y anotó que en ese sentido el Presidente de la República ha enviado unos mensajes que no son muy alentadores al decir que un salario alto genera desempleo. Refutó esta teoría y manifestó que el Primer Mandatario demuestra que no sabe en esencia, qué es un salario mínimo. “El piensa que quizás un salario alto implica doblar el mínimo de hoy”.

Aseguró que el ejecutivo siente que tan solo debe arbitrar en una diferencia entre el capital y los trabajadores para finalmente quedarse por encima del bien y del mal lo que no debe ser normal ni posible en una negociación tripartita en donde el ejecutivo debe fijar una posición también.

Consideró que este Gobierno y otros han pecado en no reconocer que las economías crecen y se dinamizan sobre la oferta de la oferta y la demanda cuando hay dinero en los bolsillos, pero no como ahora que el país pretende posar de rico con una clase trabajadora empobrecida y mal tratada.

Aun cuando el DANE no ha podido establecer cuantos colombianos devengan el salario mínimo legal, las cuentas del Viceministro de Empleo y Pensiones dan cuenta que en el país más de 9.8 millones de colombianos ganan el salario básico legal o inclusive están por debajo de lo ordenado por la ley. En opinión del sindicalista una gran mayoría de los asalariados nacionales ganan mucho menos de lo ordenado por el Gobierno.

“Se calcula que 7 millones de trabajadores están ganando menos del mínimo legal”, afirmó Gómez.

Finalmente aseveró que como gran desventaja para la nación, el Gobierno no habla con claridad. Gómez aseguró que el Presidente engaña y juega con cartas marcadas. “Así es muy difícil construir un acuerdo y consolidar una democracia”.