El Manchester City firmó hoy una victoria cómoda en el Emirates Stadium al imponerse por 0-2 a un Arsenal debilitado antes del minuto diez por una roja directa al central francés Laurent Koscielny.
El inglés James Milner abrió en el minuto 21 un marcador que completó el bosnio Edin Dzeko en el 32, dos tantos con los que los “citizens” se mantienen a la estela de sus vecinos del Manchester United, líderes de la liga inglesa con siete puntos de ventaja.
El técnico Arsène Wenger aceleró el retorno del francés Abou Diaby, en el dique seco desde septiembre, para cubrir esta tarde el puesto en el centro del campo del español Mikel Arteta, con molestias musculares, mientras que el también español Santi Cazorla volvió a asumir el gobierno del ataque “gunner”.
En una fría tarde en Londres, con una temperatura que no superaba los dos grados, los planes de Wenger tan solo aguantaron en pie ocho minutos, los que tardó el City para plantarse en el área del arquero polaco Wojciech Szczesny.
Ante el peligro, Koscielny decidió arriesgar una tarjeta roja para evitar un gol que parecía cantado, y agarró por la cintura al bosnio Edin Dezko para derribarle e impedir que conectara un balón en el área pequeña.
El Arsenal se quedó con diez cuando el encuentro no había hecho más que arrancar, si bien el Emirates tuvo un respiro cuando vio cómo el balón que disparó el mismo Dzeko desde el punto de penalti parecía aliarse con el equipo local.
En una carambola, el cuero golpeó primero en los pies de Szczesny, que no había adivinado su trayectoria, dio después en el palo, botó en la línea de gol y terminó volviendo a las manos del guardameta.
La fortuna había permitido al Arsenal conservar el 0-0 pero, con uno menos, los 2.000 aficionados el City que se habían desplazado a Londres y que esta semana criticaron el precio de las entradas del Emirates (62 libras o 77,5 euros para cada hincha visitante) no tardaron más de diez minutos en celebrar el primer gol de los suyos.
El veterano Gareth Barry sacó una falta desde el medio campo con astucia, cuando los rivales estaban todavía ocupando sus posiciones, y en tres veloces pases los visitantes lograron reflejar en el marcador el dominio que ya ejercían sobre el césped.
Barry se la pasó al español David Silva y éste al argentino Carlos Tévez que, mirando hacia al derecha, sirvió un pase en profundidad hacia su izquierda para que el inglés James Milner, sin oposición, rematara a gol desde el interior del área.
El mismo Milner fabricó el segundo a la media hora, cuando desbordó a la defensa “gunner” por la banda y trazó un centro raso que Tévez alcanzó a conectar con la zurda.
Con dificultades, Sczesny desvió el balón del argentino, pero solo logró retrasar lo inevitable: Dzeko esperaba en el área para recoger la bola, firmar el 2-0 y desquitarse del penalti que falló en los primeros minutos.
El resto del encuentro resultó aparentemente sencillo para los de Roberto Mancini, que se hicieron con el control del balón -tuvieron una posesión superior al 70 por ciento en algunos tramos- y dominaron a un rival que no mostró recursos para darle la vuelta al duelo.
El encuentro se equilibró, al menos en número, a quince minutos del final, cuando Vincent Kompany vio la roja por una entrada con los tacos por delante que derribó a Jack Wilshere cuando el inglés llegaba con el balón controlado al área de Joe Hart, si bien ese giro de última hora no sirvió al Arsenal para recuperar terreno en el partido.