Colado en foto histórica de Netanyahu y Abbas

Los líderes palestino e israelí aprovecharon la Cumbre de París para intentar rebajar la tensión dándose la mano. Los flashes de los fotógrafos enloquecieron. Pero llegó Ikililou Dhoinine.

El momento revestía importancia. A pesar de la escalada de atentados y violencia en Israel y los Territorios Palestinos, los líderes de ambas administraciones, el primer ministro Benyamín Netanyahu y el presidente Mahmud Abbas, estaban dispuestos a rebajar la tensión.

Aprovechando un encuentro casual durante la Cumbre del Clima en París, ambos aceptaron estrecharse la mano por primera vez desde 2010, unos años en los que la situación no ha dejado de deteriorarse. Cuando los dos políticos se aproximaron el uno al otro, los flashes de los fotógrafos presentes restallaron masivamente, inmortalizando una ocasión que ha sido considerada histórica por la mayoría de los observadores.

Pero no contaban con la presencia de un intruso: Ikililou Dhoinine, el presidente de las Islas Comores, que, ajeno a lo que ocurría a su alrededor, se plantó justo delante de Netanyahu y Abbas. Así, su cabeza y torso aparecen en prácticamente todas las imágenes tomadas en el momento, en algunas eclipsando a los dos protagonistas. Dhinione, de 51 años, lleva en el cargo desde 2011, antes de lo cual ejerció como vicepresidente durante un mandato, una experiencia que no le ha servido para evitar este resbalón.

La prensa anglosajona lo ha calificado de “‘photobomb’ masivo al proceso de paz en Oriente Medio”, usando este neologismo inglés sin traducción al castellano, que describe la intromisión inesperada en el último momento de un personaje en la fotografía de otro, desviando la atención. Se trata de una práctica relativamente habitual en el mundo del famoseo y las ‘celebrities’, pero mucho más infrecuente entre estadistas, por lo general más conscientes del protocolo y la importancia de las fotografías icónicas.

Lo es, de hecho, el propio Netanyahu, quien el pasado enero, tras los atentados yihadistas contra la revista ‘Charlie Hebdo‘, se hizo notar al abrirse paso a toda costa hacia el frente de la marcha de París, recurriendo a los codazos y empujones con tal de que se le viese en primera fila. No fue el único: también lo hizo el ex presidente francés Nicolas Sarkozy.