Colombia tiene un TLC de última generación

Muy a pesar de la desaceleración de la economía mundial y de la contracción de los mercados, el tratado de libre comercio con Estados Unidos ha dejado en su primer año una buena experiencia, aclarando que los acuerdos binacionales requieren de una maduración que no es inferior a tres años.

En diálogo con Confidencial Colombia, el Director de la Oficina de Aprovechamiento del TLC, Hernando José Gómez, indicó que si bien hay perspectivas de mediano y largo plazo, se hace urgente mejorar en competitividad, lo cual incluye infraestructura, bilingüismo e innovación.

El reconocido economista aclaró que el TLC de Colombia es muy diferente al de México (Nafta), sin embargo reconoció que tiene aspectos similares que permiten hacer algún tipo de conjetura.

“Al precisar que nuestro acuerdo es similar al de Perú, la comparación es válida y totalmente cierta. Esto de paso corrobora que aprendimos de experiencias anteriores en materia de comercio. Esa fue la ventaja de no haber sido los primeros en negociar, con ello asimilamos las normas y evitamos dificultades que se han detectado en otros países”, explicó el señor Gómez.

A propósito de México, Gómez dijo que en los últimos 20 años el desarrollo de ese país se ha debido gracias al comercio internacional, fundamentalmente al adelantado con Estados Unidos. “Indudablemente, tenemos un tratado de libre comercio de última generación y lo cierto es que países como Perú, Guatemala, El Salvador y Nicaragua, entre otros, vienen aprovechando esos acuerdos para expandir sus exportaciones”.



En tres años vendrá mayor inversión

En su análisis sobre el primer año de vida del TLC, Gómez indicó que solamente en tres años el país podrá ver cosas interesantes en materia de inversión, que entrará exclusivamente para aprovechar las bondades del tratado. Esta situación, pronosticó, se va a experimentar también con Canadá, la Unión Europea y los países asiáticos.

“Vamos a ver de igual forma mucha inversión extranjera que va a empezar a utilizar a Colombia como plataforma exportadora a Estados Unidos y en general a Norteamérica. En ese sentido esas inversiones, seguramente ya van a estar en proceso de arranque en estos tres años, que es cuando veremos un incremento muy acelerado del comercio que finalmente es lo que queremos para el beneficio del país y el crecimiento de la economía colombiana”, anotó el llamado “Zar” del TLC.

Este tratado, comentó, es como el niño que ya camina y ahora lo que se anhela es que crezca sano y fuerte.



Parece que fue ayer

En mayo 15 de 2012, cuando entró en pleno vigor el tratado, el primer embarque que salió de Colombia fue un contenedor con flores y textiles más exactamente del puerto de Cartagena, ciudad en donde ocho años atrás comenzó la ronda de negociaciones que culminó con la bendición al acuerdo por parte de los gobiernos y los congresos de Colombia y Estados Unidos

Los cálculos del Gobierno apuntan a un crecimiento de las exportaciones colombianas en un seis por ciento toda vez que a Estados Unidos ingresarán más de 6.000 partidas de productos colombianos. Este proceso será paulatino en la medida en que se reacomode la economía mundial y a que vayan entrando las canastas de productos negociados, es decir A,B y C que implican desgravaciones inmediatas para el primer caso, a cinco años y a diez años.

Se estima que en promedio el 80 por ciento de las ventas de Estados Unidos a Colombia se harán sin aranceles, es decir que esa desgravación beneficiará a múltiples sectores de la economía con un enorme impacto favorable en el empleo. Es de anotar igualmente que con el TLC quedaron eliminados cerca del 70 por ciento de aranceles para los productos agrícolas.

Para Gómez, negociar el TLC con Estados Unidos no fue de poca monta si se tiene en cuenta que se trata de la primera potencia económica en el planeta, no en vano tiene un PIB superior a los 15 billones de dólares y un mercado de aproximadamente 310 millones de habitantes que a su vez tienen en medio de las dificultades un PIB per cápita de 46.800 dólares. “Una gran ventaja de este acuerdo es que muchas materias primas, así como bienes de capital que representan un 92.5 por ciento de la oferta del país del norte a Colombia llegarán sin impuestos, permitiendo mayor productividad, eficiencia y optimización. De igual manera la oferta exportable nacional tiene puertas abiertas y sin costos, escenario que permite mirar con optimismo hacia el futuro”, concluyó Gómez.