El pueblo wayúu, ubicado en La Guajira, pretende que el gobierno los declare el estado de excepción. La muerte de un niño, junto a las presentadas en 2016 y el problema de desnutrición, motivaron esta decisión.
Este fin de semana murió un nuevo niño wayúu de 14 meses en La Guajira, luego de permanecer internado por cuatro días a causa de una desnutrición. El año pasado en el mismo departamento se presentaron 82 muertes debido a la falta de alimentos. En apenas un mes que llevamos del 2017, ya se registran seis casos. La tendencia del 2016 parece repetir e ir en aumento. Confidencial Colombia pudo hablar con un líder de la comunidad wayúu, quien comentó que “las muertes de niños se van a seguir presentando. El estado nunca en 200 años ha asumido con responsabilidad la atención a los ciudadanos wayúu”.
El fenómeno causado en gran parte se debe a la administración de Wilmer González, gobernador de La Guajira. Un fiscal anunció cargos frente al gobernador electo, debido a que el Programa de Alimentación Escolar, con el cual se pretendía favorecer a una cantidad superior de 23.000 menores de edad, presentó varias irregularidades. Entre ellas, se dejaron de aportar 1.176 millones de pesos al programa, lo cual dejó de beneficiar al 20% de los niños.
Las malas noticias no terminan allí. También se rompieron los programas alimenticios que se llevaban entre la tribu Wayúu y el ICBF, sin olvidar el incumplimiento que tiene la alcaldía en las ayudas de alimentación escolar. Frente al tema del ICBF, la misma fuente desveló: “Los subsidios que el ICBF daba antes eran manejados por una ONG. Hoy los wayúus dicen: permítanos administrar los recursos del ICBF para hacernos responsables nosotros de los niños. El ICBF desde la dirección nacional tiene una postura radical, en donde no nos permite hacer eso. El ICBF sede las pretensiones en el marco de la legalidad, donde las cosas se solucionan”.
La comunidad wayúu se dio a la tarea de solicitar al gobierno colombiano declarar a La Guajira en estado de excepción. Esto ocurre cuando existe una conmoción interior, guerra exterior, emergencia económica o ambiental. La tribu wayúu se siente abandonada y tiene múltiples exigencias que deben ser atendidas de manera inmediata. El vocero wayúu argumenta: “Estos casos no son nuevos. En 100 años de relación entre nosotros y la República siempre ha sido de la peor manera. Y, nunca, jamás el Estado se ha preocupado por eso. Existe una ley: 733 del 2002, donde ordena al Ministerio de Comercio que entregue las salinas de Manabrio. El consejo de estado le ha dicho al Ministerio de Comercio que entreguen los activos de la sal al pueblo wayúu, a la empresa denominada Salma Limitada. Hasta el día de hoy no lo ha hecho”.
Otro caudillo wayúu argumentó que “La Guajira se encuentra en una crisis humanitaria y es el presidente quien debe tomar la decisión de declarar el estado de excepción, no podemos permitir que continúe el exterminio de este pueblo”.