Los nominados a mejor actor y actriz principal en la 85 edición de los Óscar incluyen a la más veterana de la historia de estos premios, Emmanuelle Riva, con 85 años, y a la más joven, Quvenzhané Wallis, con solo 9. A nombres consagrados, como Daniel Day-Lewis, que llega este año a su quinta nominación, o Bradley Cooper, que se estrena. Variedad y talento para disputarse los galardones más glamorosos del cine.
Cada año solo cinco actores y otras tantas actrices optan a ser proclamados los mejores por el premio más deseado de la industria cinematográfica, el Óscar. Un galardón siempre discutido por sus olvidos. En esta 85 edición , entre los más evidentes, los de dos franceses con dos espléndidas interpretaciones: Marion Cotillard, en “Rust and Bone”, y Jean Louis Trintignant, en “Amour”.
Pero más allá de esos olvidos, las actrices y actores elegidos este año como candidatos a mejor actor y actriz principal se merecen sin duda estar en esas listas.
VETERANÍA Y NIÑEZ, FRENTE A FRENTE.
Empezando por ese duelo entre una veterana y respetadísima Emmanuelle Riva y una niña que apenas ha empezado a vivir, Quvenzhané Wallis.
A sus 85 años -cumple 86 el día de la entrega de los premios-, Riva da en “Amour” una lección profesional de la entrega y la veracidad con la que se debe interpretar un papel cinematográfico.
Tanto que el dolor que transmite su personaje traspasa la pantalla hasta conseguir emocionar profunda y terriblemente a los espectadores que han visto este filme, dirigido por el austríaco Michael Haneke y en el que Riva y Jean Louis Trintignant dan vida a un matrimonio que se enfrenta al final de sus vidas.
El director estadounidense Behn Zeitlin (i) posa junto a la actriz Quvenzhane Wallis y al actor estadounidense Dwight Henry, durante el pase gráfico de su primer largometraje ‘Beasts of the Southern’.
Y frente a ella, una niña, Quvenzhané Wallis, que con solo 9 años ha sorprendido a todo el mundo con su papel en una historia de vida extrema en contacto con la naturaleza en los meandros del río Mississippi.
Su papel de Hushpuppy le puede llevar a destronar a Tatum O’Neal como la ganadora más joven de un Óscar, que consiguió cuando tenía 10 años por “Paper Moon” (1973).
Aunque este año parece que el Óscar para la mejor actriz principal se disputará en una franja más intermedia de edad.
LA LUCHA POR EL ÓSCAR, ENTRE CHASTAIN, LAWRENCE Y WATTS.
La australiana Naomi Watts (aunque nacida en Inglaterra) consiguió la que es su segunda nominación, tras la de “21 grams” en 2003, por un filme español, aunque rodado enteramente en inglés.
Watts interpreta a la madre de una familia española que sobrevivió al tsunami de 2004 que arrasó las costas tailandesas y lo hace de manera impecable y demostrando la versatilidad de esta actriz de 44 años.
Pero no lo tendrá fácil, ya que tiene otras dos oponentes cuyas interpretaciones han calado hondo.
Por un lado, Jessica Chastain, esa actriz que hasta hace cinco años era una completa desconocida para el gran público, acumula premios por su papel de agente estadounidense a la búsqueda de Osama Bin Laden en “Zero Dark Thirty”. Entre ellos, el Globo de Oro.
Jessica Chastain busca su primer Óscar como protagonista de Zero Dark Thirty, el filme dirigido por Kathryn Bigelow sobre la captura y muerte de Osama Bin Laden.
Y suena fuerte para hacerse con su primer Óscar tras haber sido nominada en la pasada edición por “The Help”, aunque en esa ocasión como secundaria.
Por otro, la joven Jennifer Lawrence, que ya deslumbró hace tres años con su papel en “Winter’s bone”, por el que fue nominada como protagonista, y que en muy poco tiempo ha demostrado que es capaz de hacerse con cualquier papel.
En “Silver Linings Playbook” es Tiffany, una joven viuda que no sabe cómo seguir con su vida y que conoce a Pat (Bradley Cooper), bipolar, violento y tierno personaje, y ambos construyen una historia simple, con toques de drama y comedia, que ha conquistado a los espectadores de medio mundo.
Y, si en el apartado femenino la lucha está bastante abierta, no ocurre lo mismo en el masculino, donde hay un favorito muy claro, el británico Daniel Day- Lewis, con permiso de Hugh Jackman.
DAY-LEWIS, LA DESVENTAJA DE SER FAVORITO.
Sería su tercer Óscar -el primero lo logró en 1989 por “My Left Foot”, y el segundo en 2007 por “There will be blood”- en cinco nominaciones, ya que fue candidato también por “In the name of the father” en 1993, y “Gangs of New York” en 2002.
Y aspira al premio por interpretar al que es, sin duda, el mayor héroe de la historia de los Estados Unidos, Abraham Lincoln, un papel servido en bandeja de plata por Steven Spielberg.
Day-Lewis, como suele ser habitual en él, se ha metido tanto en el papel de Lincoln que se ha mimetizado con el personaje. Y ha desaparecido todo rastro del actor británico en una interpretación perfecta y minuciosa.
Tanto que parece imposible que no gane el Óscar, aunque la condición de favorito indiscutible ha causado más de una decepción en estos premios. Sin olvidar que sus compañeros en el grupo de nominados también tienen méritos para lograrlo.
Daniel Day-Lewis es el favorito a hacerse con el Óscar a mejor actor principal por su intrepretación de Lincoln en la película dirigida por Steven Spielberg.
Es el caso de Denzel Washington, que también busca su tercer Óscar después de seis nominaciones tras los logrados como mejor secundario por “Glory” en 1989 y como protagonista en “Training Day” en 2001.
En esta edición compite por su papel en “The Flight”, de Robert Zemeckis, una historia que reflexiona sobre la construcción y la destrucción de un héroe público.
Washington es Whip Whitaker, un prestigioso piloto con problemas de consumo de drogas y alcohol, en el que parece un punto de no retorno de su vida, pero que en el fondo es un héroe renacido, personaje muy del gusto de la industria cinematográfica estadounidense.
HUGH JACKMAN, UN ÓSCAR CLÁSICO Y MUSICAL.
Aunque hay muchos que apuestan por otro actor, con un papel no menos dramático, pero muy musical.
El australiano Hugh Jackman ha logrado su primera nominación al Óscar por su Jean Valjean de “Les Misèrables”, una adaptación del musical que a su vez se basa en la obra de Victor Hugo.
Jackman realiza un gran demostración de fuerza en un papel enteramente cantado y en el que el británico Tom Hooper vuelve a poner de manifiesto su habilidad en la puesta en escena de historias clásicas.
El Valjean de Jackman es el protagonista de una película que ha arrasado entre los espectadores -no tanto entre la crítica- y en la que Anne Hathaway está nominada como mejor actriz secundaria, un Óscar cantado, según la opinión generalizada.
No así el de Jackman, que además de Day-Lewis y Washington, tiene enfrente a otros dos actores con ganas de conseguir su primer Óscar.
El actor australiano Hugh Jackman en una imagen de Les misèrables, la película en la que interpreta a Jean Valjean, papel que le ha hecho conseguir su primera nominación al Óscar.
Joaquin Phoenix merece a todas luces un Óscar, aunque su personalidad cuanto menos complicada le hace alejarse de una industria que le ha nominado dos veces, por “Gladiator” en 2000 y por “Walking the line” en 2005.
El tercer intento es por su atormentado personaje de “The Master”, una historia del comienzo de la iglesia de la Cienciología, en la que vuelve a demostrar que los papeles difíciles son su especialidad.
Y Bradley Cooper llega como el quinto en discordia para tratar de sorprender y hacerse con el Óscar por su enfermo mental de “Silver Linings Playbook”, una historia tierna y divertida con la que el actor demuestra que es más que una de las caras más bellas del actual panorama cinematográfico.