Congreso vs Villegas

Al embajador de Colombia en Washington le cuestionan si está protegiendo los intereses de un “monopolio” farmacéutico estadounidense que cobra billonarias sumas de dinero por medicamentos. En el Senado pidieron claridad a la Cancillería luego de que el Ministerio respaldara la conducta de Luis Carlos Villegas. De hecho se propuso retirar del cargo al diplomático.

El lío es monumental. El pasado 17 de julio el embajador Luis Calos Villegas envió una carta al Ministerio de Salud en Colombia, en la que transmite las preocupaciones de un grupo de trasnacionales estadounidenses de medicamentos biotecnológicos, respecto a un decreto que el gobierno colombiano adelanta para hacer una apertura de mercado con el fin de que otras compañías produzcan esos mismos insumos pero en versiones genéricas. Es decir a menor costo.

En la misiva, Villegas relata que llegó información del delegado del Ministerio de Comercio norteamericano a su oficina, la cual trasladó la cartera de Salud colombiana. El texto expone la preocupación de la Asociación de Empresas de la Industria de la Biotecnología y pide una prórroga de 60 días para presentar comentarios sobre el borrador del decreto que adelanta el Ministerio.

“El borrador de promueve según USTR (Oficina del representante comercial de EE.UU.) una intención comercial en el sentido de que se establece la creación de una agencia para el desarrollo de la manufactura de productos biológicos de Colombia”, dicta el escrito de Villegas, que no tiene ni una sola cita. Él la envió sin las comillas que requiere una carta diplomática para transmitir lo que otro dijo. Algo así como si hubiera redactado la preocupación de la multinacional como suya.

La opinión pública le hizo un jalón de orejas y en respuesta, Villegas difundió una segunda carta con copia al Ministerio de Salud, al presidente Juan Manuel Santos y a la Cancillería, en la que enuncia que la decisión de la prorroga no fue voluntaria, que él sólo hizo el traslado, y que hubo reuniones entre la embajada y el Ministerio de Relaciones Exteriores para ponerse al tanto de la situación.

La transferencia de la inquietud de la entidad estadounidense se fue a mayores luego de que esta develara un escenario sumamente delicado: la industria internacional estaría puyando para evitar que otras compañías en Colombia desarrollen los mismos productos a menor costo y al parecer, Villegas les está haciendo lobby con sus cartas. En otras palabras, no quieren soltar el control por las exorbitantes ganancias que produce.

Con base a esto fue citado un debate en la comisión primera del Senado este martes, el cual fue concebido para establecer si Villegas le ‘está poniendo los chachos al país’ defendiendo intereses de un “monopolio” extranjero que cobra por sus fármacos grandes sumas de dinero, mientras que personas enfermas se mueren por no poder pagarlos. Al encuentro atendieron el Ministro de Salud y la viceministra de Relaciones Exteriores, Patti Londoño, en representación de la canciller María Ángela Holguín.

Allí se dio la sorpresa de que todas las bancadas coincidieron en pedirle claridad a la Cancillería por la conducta del embajador en Washington, que pudo haber sido originada por un error involuntario cuando este publicó las cartas. Sin embargo, la respuesta del Ministerio ante los hechos provocó malestar en la comisión.

En efecto, la vicecanciller Londoño precisó que Villegas “sencillamente puso la información del gremio de fármacos ante el Ministro de Salud (…) creemos que fue muy cuidadoso en decir quién estaba haciendo la solicitud”. Tácitamente dijo que el emisario actuó como dicta el reglamento y puede que así sea. No obstante, para los miembros de la comisión, la Cancillería y el embajador en Estados Unidos deben admitir que hay contradicciones graves en el tema y por eso deben tomar medidas para arreglarlo.

“El embajador se pasó por la faja a la Cancillería. Esta tiene que responder por la insólita actitud”, sentenció el senador Roy Barreras. De la misma forma se expresó su homologó Armando Benedetti, quien citó el debate. Él aseguró que “esto es lo más grave que ha hecho un embajador contra su propio país. Prestarse a un monopolio como si fuese un líder gremial se podría comparar ante cualquier terrorista”.

Por su parte, la senadora Claudia López indicó que seguramente el embajador no sopesó sus comunicaciones. “La segunda carta lo único que hace es reconocer que la primera es un desastre. Mal hace la Cancillería al justificar a un embajador que usa su posición para abogar por los intereses de otros”. Más allá fue el senador del Polo Democrático Alexánder López, luego de pedir la cabeza de Villegas y sugerir que se le retire del cargo.


¿Y qué dice el decreto del Ministerio de Salud?

Lo que propone el ministro de Salud Alejandro Gaviria, es implantar la denominada ruta abreviada. Esta consiste que una vez se venza la patente de la empresa internacional, se abra la ventana para que otras empresas cojan el medicamento biotecnológico y lo hagan genérico.

Esto reduciría los costos de producción y venta que, según un informe recogido por el senador Armando Benedetti, “cuesta en el mercado 17 mil dólares, cuando su costo de producción es de apenas 135 dólares”.

La medida soltaría el “monopolio” norteamericano –que recoge ganancias de más de un mil por ciento- y haría más asequible el uso de biotecnológicos (8 de 10 medicamentos son de este tipo) para los colombianos que padezcan enfermedades de gran calibre como el cáncer. Si se aprueba el proyecto, la trasnacional que ahora es dueña del mercado sufriría bajas económicas pues tendría que competir con otras entidades.

De acuerdo con el Quinto Borrador del proyecto, se mezclarán aspectos como la reducción de precios y la ejecución de una nueva ruta para que cualquier medicamento biotecnológico pueda utilizar la ruta abreviada “Incluso las casas multinacionales podrán hacer uso de esta ruta, también podrán llegar al país medicamentos que no han sido aprobados en países con altos estándares”, dicta el documento. El decreto estaría listo en las próximas semanas.