Así concluyó la ex presidenta de Argentina Cristina Fernández de Kirchner, su intervención ante un juez federal en el que declaraba por la maniobra conocida como ‘dólar futuro’, en la que el Estado perdió cerca de tres mil 600 millones de dólares en tan solo tres meses. Otro fiscal ha pedido investigarla también por supuesto lavado de dinero.
Desde las 10 de la mañana (Hora argentina. 8:00 de la mañana Colombia) en el cuarto piso de los tribunales federales de Comodoro Py, la ex mandataria declaró por el supuesto delito de “defraudación a la administración pública” por la venta de dólares a futuro en los últimos días de su gobierno a un precio menor del que finalmente resultó tras la salida del cepo y la devaluación. Kirchner es la última de los trece citado por Bonadio.
En las calles sus seguidores se han congregado para respaldarla a la expectativa por su futuro judicial.
Los hechos por los que Cristina Fernández declaró ante el Juez Claudio Bonadio, habrían sido realizados durante los últimos meses de su gobierno y están relacionados con operaciones cambiarias del Banco Central.
El caso es conocido como venta de ‘dólar futuro’, ocurrido en septiembre pasado en plena campaña electoral, y fue considerado como un intento por desalentar una devaluación, para lo que el Banco Central fijó precios de dólar no muy altos, válidos para marzo de 2016.
Pero Macri, triunfo no esperado por el kirchnerismo, devaluó tras asumir la presidencia por lo que el Banco Central ahora tendrá que pagar un 50 por ciento más caros los futuros.
Los querellantes son dos macristas, el titular del Senado, Federico Pinedo, y el Diputados, Mario Negri. Fernández, sin fueros tras dejar la presidencia, el ex presidente del Banco Central Alejandro Vanoli y el ex ministro de Economía Axel Kicillof, son acusados por el juez de presunta “defraudación contra la administración pública”.
“Es un caso de denuncia política armada donde no hay acusación”, dijo Kicillof al calificar la causa de “absurda” en un escrito presentado el martes ante Bonadio.
Hasta el momento no existe ninguna mención o imputación en contra de la ex mandataria, ni en la denuncia efectuada por los legisladores oficialistas Negri y Pinedo, ni tampoco por parte del fiscal interviniente. Este precedente fue calificado por Fernández “como algo absolutamente novedoso y sorprendente en términos judiciales”.
En sus declaraciones la ex presidenta manifestó: “Entiendo y confirmo claramente que sólo a través de un ejercicio abusivo del poder jurisdiccional esta causa pudo ser llevada adelante”. A lo que añadió: “tampoco se ha respetado en el caso el debido principio acusatorio y de congruencia que debe existir entre el hecho por el que se ha habilitado esta investigación y el que se me ha imputado”.
Para ella este caso es ilícito y arbitrario por parte del Gobierno que busca “privarla de la libertad” y enfáticamente dijo: “No les tengo miedo”:
“En el caso concretamente se habla de la existencia de un grupo de funcionarios que, de manera organizada, sistemática y concertada, llevamos a cabo acciones de carácter político, técnico y administrativo con supuestos propósitos delictivos, que no fue ni denunciado por los Legisladores oficialistas ni requerido por el Fiscal.
Esta hipótesis de asociación ilícita, construida capciosamente por el magistrado, es otra muestra de la arbitrariedad con que ha procedido y revela además la intención del Gobierno con la colaboración imprescindible del Poder Judicial de “plantar”, a quien suscribe, una causa penal que me prive de la libertad.
Como ya lo he dicho públicamente y reitero una vez más: no les tengo miedo”.
A modo de conclusión, Fernández dijo: “Ellos denunciaron, intentaron con una “corrida judicial” una devaluación, forzaron la salida del Presidente del B.C.R.A., devaluaron y ahora, con la complicidad judicial, pretenden colocarnos ante la opinión pública como culpables de los efectos de las medidas y decisiones que ellos adoptaron.
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Finalmente el Gobierno de las excusas -como todo en la vida- tiene un límite: la responsabilidad de los propios actos y el juicio inevitable de la historia”.
Terminada la declaración, la ex mandataria se dirigió a la opinión pública y denunció persecución política por parte del gobierno de Mauricio Macri: “Buscaban el dinero K y encontraron el dinero M”, afirmó. “Si pudieran prohibir la letra ‘K’ del abecedario, lo harían”.
“Me pueden citar veinte veces. Me pueden meter presa, pero no van a hacer que deje de decir lo que pienso”, desafió Cristina. “Es importante unirse. En cuanto a mí, no se preocupen. Ustedes saben que voluntariamente y explícitamente renuncié a tener fueros. Se cansaron de publicar que iba a pedir un puesto o un cargo. No los necesito, tengo los fueros del pueblo”, concluyó.