Las autoridades filipinas elevaron hoy a nueve las víctimas mortales por la tormenta tropical “Kai-Tac”, que ha agravado los daños de las inundaciones que causaron 109 muertos y 4,2 millones de afectados en la última semana.
Según el último informe del Consejo Nacional de Prevención de Desastres, cuatro de las víctimas perecieron ahogadas en las riadas, dos personas fueron sepultadas por un desprendimiento de tierra, una murió electrocutada, otra fue golpeada por un tronco derribado por el vendaval y otra falleció en un accidente de tráfico provocado por el temporal.
Aunque la tormenta ya se alejó del país en dirección a China, una veintena de municipios de las provincias más septentrionales continúan anegados.
Los equipos de rescate buscan a dos pescadores desaparecidos en la última tormenta, mientras continúa el recuento de víctimas de las inundaciones que colapsaron el norte del país hace una semana y que causaron 109 víctimas mortales.
“Kai-Tac” está agravando los daños causados por las riadas que afectaron a más de 4,2 millones de personas, de las que más de 200.000 siguen refugiadas en 656 centros de evacuación, según los últimos datos del Gobierno.
El chabolismo, la acumulación de basura en el alcantarillado y las malas infraestructuras convierten en desastres las lluvias monzónicas que todos los años causan numerosas víctimas entre mayo y octubre en Filipinas.