Marciano Martínez, compositor y “versiador” de vallenato, habló con Confidencial Colombia en el Hay Festival Riohacha acerca de este género musical, sus composiciones y la relación que tuvo con Diomedes Díaz, ‘El Cacique de la Junta’.
Durante prácticamente toda su vida, Marciano se ha dedicado a “versiar” y componer canciones que fueron grabadas por Diomedes, por ejemplo La Juntera, El Sentir de mi Pueblo, Las Cosas del Amor, entre otras.
Nacido en La Junta, Guajira el 30 de octubre de 1957, hoy en día sigue viviendo en este corregimiento, no solo componiendo, sino labrando la tierra, y no piensa salir de allí pues dice que está “en su hábitat natural”.
Confidencial Colombia: ¿Cómo nació el gusto por la composición?
Marciano Martinez: Desde muy niño mi inspiración era tocar el acordeón; todo lo que veía lo quería convertir en un acordeón, ese era mi sueño, hasta la edad de ocho o nueve años que empecé hacer canciones. En ese entonces trabajaba en una casa, allí realizaba labores distintas como llevar y traer el ganado. Mi inspiración fue una niña que vivía en esa casa, ella fue mi musa y a quien le compuse La Juntera.
¡Ay! Perdóneme señorita
Si en algo llego yo a ofenderla
! Ay! Perdóneme señorita
Si en algo llego yo a ofenderla
C.C.: Una cosa es la composición y otra es “versiar”, ¿qué tan complicado es hacerlo?
M.M.: Para mí no es complicado. Lo que hay que hacer es guardar la rima. Hay muchos verseadores, pero no todos la guardan y no lo hacen como lo hacían antes. Esos versos salen cuando uno está en una parranda, o con los amigos y uno dice: vamos a echar unos versos. Eso depende del lugar donde estemos, por ejemplo, yo en este momento puedo decir:
Qué muchacha tan bonita,
Y aunque nadie me pregunta
No sabe cuánto me gusta
La dueña de las gafitas
C.C.: Sin duda alguna los versos salen espontáneos pero, ¿cómo se compone una canción?
M.M.: La canción es diferente. La canción nace; los que componemos es por obra y gracia de Dios, es por naturaleza. Hay gente que por ejemplo aprende a componer entonces cogen frases y la ponen con otras y así, y nosotros no, nosotros lo hacemos por inspiración, eso viene en cualquier momento. Mira, cuando nosotros estamos componiendo, estamos componiendo alma que nos nace del corazón.
C.C.: ¿Cuáles son los temas que usa para componer?
M.M.: Hago canciones de mis vivencias, de la problemática social, pero lo principal es la mujer, todo está centrado en una mujer, eso sí la mujer que inspira, porque no toda mujer inspira; yo puedo enamorarme de mi mujer, pero puede que no me inspire para componer.
C.C.: ¿Sus composiciones parten de la realidad, narran la realidad, o es una mezcla entre la ficción y la realidad?
M.M.: Cuando estaba muchacho y ya hacia canciones en 1970, en esa época componía canciones imaginarias. Por ejemplo, me imaginaba que estaba enamorado de una muchachita, imaginaba que era mi novia. Ella es Beatriz Elena, nunca fue mi novia, ella fue mi amor platónico desde muy pequeño. A Beatriz le hice muchas canciones por ejemplo, la que grabó Diomedes, La Juntera. Yo no tengo esposa, pero a ella que está casada le compuse muchas canciones, fue mi musa por muchos años.
C.C.: ¿Cómo define la palabra vallenato?
M.M.: El vallenato es la esencia, es la expresión de los pueblos, la mayoría de los vallenatos nace en los pueblos, no en las grandes ciudades. Nacen del muchacho campesino que se inspira y que Dios le da ese don. Esa es la expresión más noble que tiene un hombre, cantar los sentimientos.
Una de las cosas benditas que tiene el mundo es la música, eso es bíblico, porque Dios pide que se le alabe. Yo por ejemplo, he hecho muchas canciones en donde hablo de Dios.
C.C.: ¿Qué opina de vallenato de antaño y el de la ‘nueva ola’?
M.M.: Eso de ‘la nueva ola’ eso es cuento chino. Cuando yo era niño de seis años el maestro Alejo Durán grabo una canción que dice:
Ya mi negra me dejó
Cómo me compongo ahora
Porque ella dice que yo no soy de la nueva ola
Llorá, llorá corazón, llorá
A mi negra qué le pasa, lo voy a decir muy duro
Quiere que toque guaracha y soy vallenato puro
Entonces eso de la ‘nueva ola’ no lo inventaron esos muchachos. Ellos se inventaron la manera de componer canciones y en decir que son vallenatas, en decir una sarta de cosas que no tienen sentido. Tienen a la mujer como un objeto sexual, no la miran como un ser humano. Hay una diferencia muy grande en compararla con una rosa a compararla con la otra porque se mueve más en la cama que otra mujer.
C.C.: Cómo conoció a Diomedes Díaz?
M.M.: Nos conocimos en la Junta a la edad de 13 años. Creamos una amistad al principio después de los 80 para acá creamos una hermandad y nunca me presentó como su amigo, sino como hermano.
Diomedes me hace mucha falta como hermano, como la persona grande que me grababa las canciones, que quería mis canciones, que se enamoraban de ellas; como el amigo que a veces peleamos, pero que luego nos encontramos y nos arreglábamos; al que le gustaba mamar gallo, el que a toda hora está echando un cuento. A mí me hace mucha falta.
C.C.:¿Hay o habrá un cantante, compositor y “verseador” como Diomedes?
M.M.: No lo veo así. Cada persona es un universo, quizá puede salir uno mejor, pero como Diomedes nunca. Tengo un nieto que tiene dos años y yo digo que ese puede ser un Diomedes, pero encaminándolo bien y no como lo que hacen hoy en día.
C.C.: ¿Qué hubiera sido de la cultura vallenata sin Diomedes?
M.M.: De pronto otro, pero como digo yo, nunca como Diomedes; el verseaba, cantaba, pasaba de un verso a otro, sacaba falsetes, era el único que jugaba con las canciones, estaba el Binomio de Oro, pero no cantaba como lo hacia él. Era un cantante diferente, eso es indiscutible. Como él no hay otro igual.
C.C.: Durante su carrera como compositor ¿cuántas canciones ha compuesto?
M.M.: Cuando tenía 16 años yo ya tenía como 200 canciones, pero entonces esas canciones se van olvidando, porque uno va cambiando los estilos, como te decía hace un momento yo antes componía canciones por imaginación, ahora no, ahora lo hago de acuerdo a lo que esté sintiendo para expresarlo cantando. No me pongo a fabricar una canción a cada rato, eso nace.
Rosendo Romero en una canción dice:
Sé que hay muchos poetas
Que se inventan amores
Que se inventan tristezas para hacer sus canciones
Que se dicen mentiras con palabras bonitas
Adentro lastiman a la gente que palpita
Y eso es verdad, se inventan una sarta de cosas para fingir amor, esas canciones tampoco llegan tan lejos. Llegan aquellas que se hace con sentimiento, eso se transmite.
C.C.: ¿Qué proyectos tiene?
M.M.: Estoy grabando 50 canciones de mi autoría para sacarlas en el mes de marzo. Y estoy escribiendo mi auto bibliografía. Allí voy a narrar lo que fue mi niñez.