¿De homosexual a heterosexual?

Algunos psicólogos escépticos no creen que sea posible el cambio de tendencia sexual, pero la historia de algunas personas demuestra lo contrario. La definición de la inclinación sexual de los seres humanos puede ser fluctuante.

“La auto-aceptación y la aceptación social es difícil”, afirma Miguel Álvarez, seguro de su decisión homosexual y desde su experiencia personal explica cómo la sociedad señala, crítica y censura, generando complejos nocivos en personas que se auto-definen como “diferentes”.

Hay casos en que los padres crean confusión de género en sus hijos. Sandra Amaya, psicóloga y pedagoga asegura que “la estimulación que se le dé al niño en su primera infancia es clave para determinar su identidad y sexualidad”.

Edwin Gómez es un ejemplo de ello, “desde pequeño mi mamá quería que yo fuera niña, creo que fue lo que me afectó y con el tiempo me llevó a sentir atracción y predilección por el sexo masculino”, afirma. Tras una experiencia espiritual, Edwin cambió luego de 20 años de ser homosexual.

La curiosidad de probar experiencias nuevas también genera cambios en las preferencias sexuales. “Un día probé con un amigo y me quedó gustando; me puse a jugar con fuego y salí quemado”, cuenta Gabriel García Salcedo, quien no había sentido gusto por personas de su mismo sexo. Gabriel se relacionaba sentimentalmente con mujeres, pero desde ese instante siempre reincidía en involucrarse con hombres.

Victoria Fuentes, psicóloga de la Fundación Universitaria Konrad Lorenz y Harvey López, psicóloga de la Universidad Pedagógica, no creen en el cambio de tendencia homosexual, ya que ambos coinciden en que no existe una explicación genética de esta tendencia, pero que puede haber factores adquiridos durante el embarazo o simplemente hormonales que pueden incidir en dicho comportamiento.

La psicóloga Sandra Amaya, refuta la opinión de Fuentes y López, afirmando que esta tendencia no es innata, sino que es causada por el medio en el que se desenvuelva la persona.

Victoria Fuentes se niega a creer que el favor de la religión, o la idea de Dios pueda ser la ayuda a un cambio y López en su concepto cree que es posible en un instante, pero en el momento de satisfacer los deseos, las creencias son insuficientes.

A ninguna persona se le debe imponer una creencia, ni un cambio, es una decisión personal que hace parte del libre desarrollo de la personalidad y más allá de cualquier inclinación sexual, el respeto debe prevalecer entre los seres humanos.