Una comisión de la Defensoría del Pueblo se desplazó el día de hoy al corregimiento de Chilví para iniciar una investigación tendiente a esclarecer las condiciones en que murieron los dos niños menores de edad que fueron señalados por las autoridades de ser niños-bomba.
Al corregimiento de Chilví del municipio de Tumaco, en el departamento de Nariño, se desplazó una comisión del Sistema de Alertas Tempranas de la Defensoría del Pueblo para realizar una investigación sobre la muerte de Luis Sebastián Preciado y Pierre Ángelo Cabezas.
Ambos niños murieron en confusos hechos cuando una granada explotó en una cancha pública de fútbol matando en el sitio a uno de ellos e hiriendo gravemente al otro. Producto de sus heridas el segundo menor murió 5 horas después de la explosión en el hospital San Andrés de Tumaco. Junto a los menores resultaron heridos levemente 8 uniformados de la Policía Nacional.
La versión oficial de las autoridades indica que los menores fueron usados como niños-bomba por parte de las Farc. Ese señalamiento ha sido fuertemente rechazado por la comunidad de Chilví y por la Diócesis de Tumaco ya que según cuentan los familiares y allegados de los infantes, la granada fue lanzada por dos adultos hacia el lugar en que los niños jugaban fútbol con los policías.
También señala esta versión que el segundo menor murió en el hospital por negligencia médica ya que no se le habría brindado atención hospitalaria durante cinco horas.
La comisión de la Defensoría del Pueblo debe establecer hasta que punto es cierta cuál versión y solicitó a la Policía Nacional, en cabeza de su Director General, General Rodolfo Palomino, que adelante una investigación interna para esclarecer los hechos y rectificar las declaraciones si ello tuviere lugar.
