El vicepresidente de Venezuela, Nicolás Maduro, despachó hoy en menos de siete minutos la presentación del informe de Memoria y Cuenta de 2012 del presidente, Hugo Chávez, consignando un documento por escrito ante la Asamblea Nacional (AN) en presencia de todos los poderes del país.
Con el recuerdo aún de las nueve horas y media que el año pasado empleó Chávez para desgranar su informe anual, Maduro optó por una inesperada entrega física del documento, ofrecer una explicación para su presencia en un acto que la Constitución prevé como “personal” del mandatario y hasta anunciar un nombramiento ministerial, todo ello en 6 minutos y 40 segundos.
“Estamos cumpliendo por orden del presidente de la República entregar por escrito el informe que se ha elaborado del Gobierno revolucionario que él preside y bajo sus órdenes estamos actuando como dice el artículo 236, numeral 17”, indicó Maduro en la AN en el último día del plazo para cumplir con la entrega del informe.
La oposición había asegurado en la víspera que el vicepresidente ejecutivo, cabeza del Gobierno por la convalecencia en Cuba de Chávez desde el 11 de diciembre, no estaba autorizado por la Constitución a rendir el informe de Memoria y Cuenta del presidente.
La Carta Magna dice que “dentro de los diez primeros días siguientes a la instalación de la Asamblea Nacional, en sesiones ordinarias, el Presidente o Presidenta de la República presentará cada año personalmente a la Asamblea un mensaje en que dará cuenta” de su gestión.
Maduro recordó hoy que la Constitución también señala que son atribuciones del presidente “dirigir a la Asamblea Nacional, personalmente o por intermedio del Vicepresidente Ejecutivo o Vicepresidenta Ejecutiva, informes o mensajes especiales”.
“Estamos cumpliendo perfectamente, de manera impecable esta Constitución”, defendió Maduro en la sesión de la AN, dominada por el oficialismo y donde se volvieron a corear gritos de apoyo a Chávez.
Maduro señaló que “a veces se arman unas alaracas” en los medios de comunicación “fundamentalmente de la burguesía” y pretenden “enloquecer a toda una sociedad”, en alusión a los cuestionamientos sobre la presentación que hizo hoy en la AN, donde parte de la bancada opositora abandonó sus escaños cuando entró el vicepresidente.
“Como ustedes saben, el presidente Hugo Chávez está de permiso que ustedes concedieron por unanimidad”, agregó.
También por sorpresa, Maduro anunció que el mandatario había designado al hasta octubre vicepresidente Elías Jaua, como nuevo ministro de Exteriores, cargo que venía ostentando Maduro desde 2006 hasta hoy.
Jaua había abandonado la Vicepresidencia para aspirar a la Gobernación de Miranda, que perdió en diciembre contra el excandidato presidencial opositor Henrique Capriles.
Precisamente Capriles dijo hoy que revisará el decreto con la designación de Jaua para determinar si fue firmado por Chávez o Maduro.
“Hay que revisar cuál es el decreto que establece ese nombramiento, porque la única forma que un ministro sea designado, de acuerdo a lo que establecen nuestras leyes, es por el Presidente de la República”, advirtió Capriles consultado por periodistas.
Chávez sigue convaleciente en Cuba de la operación a que se sometió hace cinco semanas, aunque según había informado el propio Maduro en horas de la mañana, “remontando la cuesta” y “avanzando” en su recuperación.
“Pudiéramos decir que nuestro comandante va remontando la cuesta, va avanzando y eso a nosotros lo que nos llena es de gran felicidad desde el punto de vista humano, pero también una gran felicidad patria”, indicó Maduro, en una sesión del Consejo Federal de Gobierno.
Mientras tanto la oposición continúa haciendo gestiones ante organismos internacionales para denunciar lo que considera “una violación a la Constitución” por la decisión del Tribunal Supremo de permitir que Chávez pospusiera su toma de juramento hasta que este recuperado y avalar la continuidad del Gobierno que acababa funciones el 10 de enero.
No obstante, la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) decidió suspender la entrevista que tenía pautada para hoy con el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, porque ya se habían reunido el miércoles con él, sin que el encuentro trascendiera entonces.
El dirigente opositor Ramón José Medina reconoció a Efe que la declaración de Insulza aceptando “cabalmente” la decisión del Supremo les pareció “no solo impertinente, sino irrespetuosa y además indebida”.
“Reunirse con él ya no tenía mucho sentido”, agregó.
Con EFE