El Presidente estadounidense compareció este domingo, en horario de máxima audiencia, para hablar de su estrategia para combatir al Estado Islámico, que inspiró el tiroteo que dejó 14 muertos esta semana.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, calificó hoy el tiroteo de San Bernardino (California), que causó 14 muertos y 21 heridos el pasado miércoles, como “un acto de terrorismo” dirigido a “matar gente inocente”.
En un discurso desde el Despacho Oval de la Casa Blanca televisado a la nación, Obama informó a los estadounidenses sobre los últimos detalles de la investigación de la masacre, cuyos autores -subrayó- siguieron el “oscuro camino de la radicalización”.
“Las víctimas fueron brutalmente asesinadas y heridas por uno de sus compañeros de trabajo y su esposa. Hasta el momento, no tenemos ninguna evidencia de que los asesinos fueran dirigidos por una organización terrorista en el extranjero o que formaran parte de una conspiración más amplia aquí en casa”, explicó el presidente.
El presidente imprimió de solemnidad su discurso al usar el poder simbólico del Despacho Oval como escenario para hablarle al país, algo muy poco habitual en el mandatario. Obama sólo ha hecho desde el Despacho Oval dos alocuciones formales durante su Presidencia, la última de ellas en 2010 para anunciar el fin de las operaciones de combate de las tropas de EEUU en Irak.
El presidente dio el discurso después de la masacre cometida el pasado miércoles en San Bernardino por el estadounidense Syed Farook y su esposa, la paquistaní Tashfeen Malik, que irrumpieron en un centro de ayuda para discapacitados y abrieron fuego en una fiesta que se celebraba con motivo de la Navidad.
El Buró Federal de Investigaciónes (FBI) investiga la radicalización de los autores del tiroteo, mientras que el grupo yihadista Estado Islámico (EI) ha asegurado que los atacantes eran dos de sus seguidores.
Fuentes cercanas a la investigación, que fueron citadas el pasado viernes por varios medios estadounidenses, indicaron que Malik había jurado lealtad al líder del EI, Abu Bakr al Bagdadi, en un mensaje en la red social Facebook a través de un perfil falso.
El ISIS “no habla en nombre del islam”
Obama subrayó ayer que el grupo yihadista Estado Islámico (EI) “no habla en nombre del islam” y prometió su destrucción, apelando a que “la libertad es más poderosa que el miedo“.
“Destruiremos al Estado Islámico”, afirmó el presidente estadounidense, subrayando que su país está “en el lado correcto de la historia” y vencerá al terrorismo yihadista. Obama calificó a los miembros del EI como “matones y asesinos” que forman parte “de un culto a la muerte”, y llamó a no confundir a los radicales con el resto de musulmanes, quienes -advirtió- también sufren sus atrocidades.
El mandatario estadounidense insistió en que los yihadistas “sólo representan una pequeña fracción de más de mil millones de musulmanes en todo el mundo”, incluyendo a millones de “patriotas estadounidenses musulmanes que rechazan su ideología de odio”. “La amenaza del terrorismo es real, pero vamos a superarlo. Vamos a destruir al EI y a cualquier otra organización que trate de hacernos daño”, aseveró.
La alocución de Obama se retransmitió en un momento de inquietud pública sobre la amenaza del EI en territorio estadounidense, preocupación que también ha entrado con fuerza en la campaña para las elecciones presidenciales de 2016. Hasta la fecha, el presidente no ha logrado convencer a la opinión pública de que tiene una estrategia viable para acabar con el Estado Islámico.
Según una encuesta publicada ayer por la cadena televisiva CNN, elaborada entre el 27 de noviembre y el 1 de diciembre (antes de la matanza de San Bernardino), el 64 de los estadounidenses desaprueba la política de Obama para luchar contra el EI y el 60 por ciento rechaza su forma de combatir el terrorismo en general. El presidente norteamericano, sin embargo, descartó una intervención a gran escala sobre el terreno similar a la de Afganistán a principios de la década pasada.
“No deberíamos implicarnos una vez más en una guerra sobre el terreno larga y costosa en Irak o Siria”, subrayó Obama. “Eso es lo que grupos como el EI quieren. Saben que no nos pueden derrotar en el campo de batalla.
Los combatientes del EI fueron parte de la insurgencia que afrontamos en Irak. Pero ellos -precisó-, también saben que si ocupamos sus tierras extranjeras, ellos pueden mantener insurgencias durante años, matando a miles de nuestros soldados y consumiendo nuestros recursos, y usando nuestra presencia para atraer nuevos miembros”, indicó.
Obama defendió la “estrategia” actual de EEUU contra el EI, marcada por “ataques aéreos, fuerzas especiales y el trabajo con fuerzas locales que están luchando para recuperar el control de su propio país”. “Así es cómo conseguiremos una victoria más sostenible, y no requerirá enviar a una nueva generación de americanos a luchar y morir durante otra década en territorio extranjero”, zanjó el mandatario norteamericano.